Soy un lector asiduo de las novelas de Donna Leon (1942), a quien sigo desde hace un cuarto de siglo, desde que la editorial Seix Barral empezó a publicar en España la serie policiaca protagonizada por el comisario Guido Brunetti, que se destapó en la premiada ‘Muerte en La Fenice‘ (1992). A ella le dedico esta última entrada de 2021, con una sugerencia gastronómica que me dio en su día.
Esta profesora y escritora estadounidense, que cumplirá 80 el año entrante, se instaló en Venecia en 1981. Una residencia que ha cambiado no hace mucho por un pueblecito en Suiza, desde donde presentó por videoconferencia, en junio pasado, su último libro, ‘Esclavos del deseo‘. Es el caso número 30 del famoso policía veneciano.
Como complemento, la editorial publicó este vídeo de promoción, en el que la autora escribe a su personaje una carta de fidelidad después de casi 30 años juntos.
Si bien Donna Leon me cae muy bien, he de confesar que su narrativa se ha vuelto repetitiva y desde hace tiempo me aburre un poco. Mientras abunda en la descripción fácil y el retrato costumbrista de sus personajes habituales, las tramas policiacas han disminuido en la misma proporción que han aumentado las referencias fáciles y más o menos oportunistas a los temas sociales y políticos del momento. En este caso, el tráfico de personas. Un tema que ya tocó, mejor, en ‘Muerte y juicio‘ (1995), su cuarta novela.
Pese a ello, sigo fiel a la autora y a su personaje. También soy fan de la teleserie alemana que ha adaptado las peripecias Brunetti a la pequeña pantalla, y de la que os escribiré más adelante. Y especialmente me gusta las descripciones de esa Venecia cotidiana que hace Donna Leon.
Ese fue el motivo por el que, en 2004, cuando había leído todas las novelas que la autora había escrito (14 entonces, hasta ‘Piedras ensangrentadas’), me planteé escribir sobre una ‘ruta Brunetti’ por los escenarios habituales del personaje, las calles por donde caminaba, los puestos del mercado donde compraba, los bares donde se tomaba una tapa y un vino.
Contacté con Donna Leon y mantuve dos entrevistas con ella. Una, a través del correo electrónico, y la otra, en persona, durante el primer Encuentro de Novela Negra Europea, que se celebró en el CCCB de Barcelona en enero de 2005. La escritora fue muy amable al revelarme algunos detalles de su vida cotidiana y de los escenarios de sus novelas.
Fruto de esas charlas y de una nueva visita, unos meses y 500 fotos más tarde, publiqué un extenso reportaje en El Periódico de Catalunya el mes de julio de 2005, titulado ‘La Venecia del comisario Brunetti‘. Un texto que podéis consultar en mi blog personal y que muy pronto, actualizado, leeréis aquí mismo.
Y para acabar, os dejo una de las sugerencias que me hizo Donna Leon. Ella se movía bastante por la zona del Campo Santa Maria Formosa, donde creo que (no os lo puedo asegurar) tiene aún su casa en Venecia. Cuando le pedí que me aconsejara un restaurante para ir a comer (no un ristorante en el sentido italiano, más caro y elegante, sino una osteria), me sugirió la Osteria Alle Testiere, en la cercana Calle del Mondo Novo, pasado el puentecito del mismo nombre, cuyo chef era amigo suyo. Y así lo hicimos. Todo estaba buenísimo.
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