Katharine Hepburn junto a MacDonald Parke y Jane Rose.

En la primera parte de las entradas que he querido dedicar a ‘Locuras de verano‘, había dejado a Katharine Hepburn a bordo de un atestado vaporetto, camino de la Pensione Fiorini. Era un ‘motoscafo’ marcado con el número 127, que navega en dirección al centro de Venecia. Curiosamente no lo hace por el Gran Canal, como el actual número 1, sino por el Rio Novo, por donde antiguamente transitaban algunas líneas como atajo hacia San Marco.

Ya a bordo, Jane habla con unos compatriotas, un matrimonio de turistas de Illinois, interpretado por MacDonald Parke y Jane Rose. Recién jubilados, la pareja está recorriendo toda Europa… ¡en solo tres meses! Mientras habla con ellos, la cámara muestra los Giardini Papadopoli, la barcaza pasa por debajo de los Tre Ponti y se desliza ante las fachadas de los edificios de esta parte de la ciudad, menos elegantes que los palacios del Gran Canal.

Pero la imagen de vaporetti, motoras, barcas, barcazas y góndolas, más algunos semáforos suspendidos sobre los canales para organizar el intenso tráfico acuático, muestran una Venecia no tan alejada de la actualidad. De hecho, sigue habiendo un semáforo en el cruce del Rio Novo con el Rio de Santa Margherita, y otro, justo enfrente, con el Rio del Malcanton, en cuya esquina existe aún un quiosco de madera, más moderno, pero como el de la película.

El vaporetto sigue su trayecto hasta el Campo San Pantalon para llegar a la altura de cruzarse con un par de lanchas de bomberos que surgen del cuartel situado junto al Ponte Foscari, en la calle Larga Foscari, tocando a la Universidad. El lector puede comprobar en la actualidad que el edificio de la película es el mismo que el inaugurado en 1938, cuya actividad se ve fielmente reflejada en el documental ‘La nuova caserma dei vigili del fuoco di Venezia‘ de aquel año.

La cámara muestra una preciosa panorámica del vaporetto saliendo al gran canal, manteniendo en primer término el farol forjado que aún cuelga justo en la esquina de la fachada de la Universidad Ca’ Foscari. Y aquí es donde la película juega a enseñar lo que no toca, porque en lugar de acercarnos a la Accademia, el filme opta por pasear a los personajes bajo el Puente de Rialto, en un trayecto a la inversa, hacia la Ferrovia, de nuevo.

Jane y el maletero, en el Campo Santo Stefano.

Finalmente, los tres personajes llegan a la parada, y mientras los jubilados van de compras, Jane se dirige hacia la Pensione Fiorini. En un trayecto que no sigue más lógica que la ficción, Jane atraviesa el Campo Santo Stefano precedida por un maletero que lleva sus pesadas maletas. Atraviesa varias estrechas calles y callejones, en los que hay ropa tendida entre las casas, y el Sotoportego de le Acque y la Merceria del Capitello, desde donde llega al Ponte dei Bareteri.

Jane, en el Ponte dei Bareteri.

En la película, Jane se detiene en este pequeño puente y mira hacia el siguiente, que deja entrever el edificio del Albergo Caneva al fondo. Un cartel a la derecha de la protagonista indica el nombre de la Pensione Fiorini, un hotelito que miles de aficionados al cine han buscado en las calles de Venecia. En la realidad, nunca ha habido tal pensión en la ciudad de los canales. En el lugar donde cuelga ese letrero de ficción existe la Trattoria Sempione, un restaurante de cocina típica veneciana.

Jane y San Giorgio Maggiore al fondo.

Cuando Jane entra en la pensión, la recibe la señora Fiorini, personaje interpretado por la bella actriz Isa Miranda (quien recibió el apodo de la Marlene Dietrich italiana), quien le enseña su habitación, la número 4. Al abrir las persianas, se asoma a un balcón y aparece… ¡San Giorgio Maggiore al fondo! Algo solo posible en la ficción, dado que segundos antes hemos visto la entrada de la pensión en pleno centro, a poco más de 300 metros al norte de la Piazza San Marco.

Las actrices, con la parte trasera de la Basílica della Salute al fondo.

Y cuando las dos mujeres cruzan la estancia y abren una segunda ventana, se ve la parte trasera de la cúpula de la Basílica de Santa Maria della Salute. Es evidente que, para poder tener esas vistas, entre el Gran Canal y el de la Giudecca, el director de fotografía Jack Hildyard tuvo que utilizar un edificio medianamente alto, situado en la Fondamenta Zattere Ai Saloni, junto al puente del Umiltá, muy cerquita de la Punta della Dogana di Mare.

Bueno, pues la próxima semana os explicaré más detalles de esta maravillosa película.