El blog del periodista Txerra Cirbian

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Los inspectores de Josep Maria Pou

Tengo una especial devoción por Josep Maria Pou, enorme (en todos los sentidos) actor de cine, televisión y teatro y también grandísimo e inquieto director teatral. Esa admiración incluye una parte de amistad, forjada desde la primera entrevista que mantuvimos em 1986, cuando regresó a Catalunya, después de 20 años de carrera en la escena madrileña, para grabar para TVE ‘Vida privada‘, adaptación de la novela homónima de Josep Maria de Segarra a cargo de Francesc Betriu.

Años más tarde, en 2011, yo coordinaba un suplemento de fin de semana de mi diario y él acababa de estrenar la pieza ‘Llama un inspector’, de J.B. Priestley, en la que además de interpretar el personaje principal, el Inspector Goole, también dirigía la obra. Un día nos encontramos en la esquina de las calles Casanova y Gran Via, muy cerca del teatro Goya, donde él representaba la función.

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La humildad de Pau Freixas

Pau Freixas, durante la entrevista con Txerra Cirbián, en 2017 (foto de Ricard Fadrique).

Este viernes, 28 de enero, Movistar+ estrena la nueva serie de Pau Freixas (1973), ‘Todos mienten‘, de la que dan buena cuenta mi antigua compañera y amiga Inés Álvarez en El Periódico y otros muchos colegas en sus respectivos medios. Son unos días de promoción de una producción presente, que yo no tocaré de momento.

Sí que viene a cuento para poder escribir esta entrada, que incide en la carrera en el cine y en la televisión de este cineasta. Un filón con joyas como ‘Héroes‘, ‘Pulseras rojas‘, ‘Citas‘ y ‘Sé quién eres‘. Para echar la vista atrás, reproduzco parte de la entrevista que le hice hace cinco años, el 15 de febrero de 2017, en El Periódico (la podéis leer entera aquí). También me habló de ‘Los misterios de Laura’, una serie que vuelve a estar de actualidad gracias a un reciente telefilme emitido por TVE.

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Donna Leon

Donna Leon, en el CCCB de Barcelona (2005), y portada de su último libro.

Soy un lector asiduo de las novelas de Donna Leon (1942), a quien sigo desde hace un cuarto de siglo, desde que la editorial Seix Barral empezó a publicar en España la serie policiaca protagonizada por el comisario Guido Brunetti, que se destapó en la premiada ‘Muerte en La Fenice‘ (1992). A ella le dedico esta última entrada de 2021, con una sugerencia gastronómica que me dio en su día.

Esta profesora y escritora estadounidense, que cumplirá 80 el año entrante, se instaló en Venecia en 1981. Una residencia que ha cambiado no hace mucho por un pueblecito en Suiza, desde donde presentó por videoconferencia, en junio pasado, su último libro, ‘Esclavos del deseo‘. Es el caso número 30 del famoso policía veneciano.

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Ferran Monegal

Ferran Monegal retratado en La Rambla por Julio Carbo (EL PERIÓDICO)

Desde hace muchos años, admiro la ironía que desarrolla mi compañero (y sin embargo amigo) Ferran Monegal desde hace casi 25 años en ‘El Periodico.
Me divertía mucho ese personaje de vejete cascarrabias que se ha fabricado a lo largo de los años y que consolidó en su programa de betevé ‘Telemonegal’.
Más de una vez asistí a su plató para poder charlar con personajes a los que él invitaba y conseguía entrevistar antes que yo, chico de prensa. Cosas de la tele: primero las cámaras, luego los micrófonos y finalmente los plumillas del papel.
Cuando edito sus columnas, le coloco bien los acentos, que él desparrama con anárquica generosidad. Y aprecio la forma de meter el dedo en muchas llagas con humor e ironía en sus artículos para el diario.
No gusta a todo el mundo, porque el hombre tiene su carácter, pero yo le aprecio y por eso me alegré de que apareciera un par de veces en ‘‘La Sexta noche’, que ha acabado fichándole.
Convertir nuestras conversaciones en esta entrevista ha sido más placer que trabajo. Aquí os dejo el enlace de la noticia en el diario y el texto llano. La foto es de mi amigo Julio Carbó.

Cinco años después de tener que cerrar su programa en Barcelona Televisió (Betevé), el periodista y crítico de tele Ferran Monegal, vuelve a la pequeña pantalla para hacer «crítica de tele desde la tele». Desde este sábado, y un par de veces al mes, un resucitado ‘Telemonegal’, más político, aparecerá como una sección dentro del programa ‘La Sexta noche’ (La Sexta, el sábado, hacia las 22.30) con el título de ‘Monegal sin filtros’. Y su último invitado de entonces, Xavier Sardà, será quien le dé la bienvenida este sábado (aquí, el instante del encuentro).

Explique, explique. ¿Cómo es que le ha fichado La Sexta? En octubre, me pidieron intervenir dos sábados [los días 7 y 28] para hablar de la situación de las teles en Catalunya y España, y tuve una muy buena respuesta de la audiencia. Les gustó cómo quedó, y me han pedido que vuelva un par de veces al mes.

¿Por cuánto tiempo? De momento, ocho intervenciones a lo largo de cuatro meses. Tanto La Sexta como yo estamos abiertos a seguir, según cómo vaya la cosa. Este mes de diciembre estaré este sábado, día 16, y el próximo, día 23.

¿Es como resucitar ‘Telemonegal’? En cierta forma haré una especie de ‘Telemonegal’, el programa que hice durante 10 años en BTV y me vi obligado a cerrar hace cinco, pero más inclinado hacia cómo tocan el tema político las diferentes teles.

¿Dice usted que se vio obligado a cerrarlo? ‘Telemonegal’ era el programa líder de la cadena municipal de Barcelona. Pero desde que entró Xavier Trias en la alcaldía, el espacio no interesaba, entre otras cosas, porque temían que hiciera sombra a TV-3. No se atrevían a cerrarlo, pero me iban arrinconando, me cambiaron de día, quitaron al público (al que no pagábamos y que acudía gratuitamente), y decidí marchar. Así que aproveché que se cumplían 10 años, para cerrarlo. Como decía Alfonso Guerra, más vale pasar página que no que te la pasen.

¿A quién molestaba usted? Es que mi manera de mirar la televisión es muy incómoda. Un programa sobre tele, en un mundo tan endogámico como el de los periodistas de televisión, molesta. No interesa una reflexión crítica sobre la televisión que se está haciendo ahora.

Sobre todo, en Catalunya… Dada mi interpretación de cómo está trabajando TV-3 y la megafonía de la parroquia independentista, desde el punto de vista televisivo se me han cerrado las puertas en Catalunya. Tengo suerte de que EL PERIÓDICO publica mi columna diaria: empecé en 1993 y pronto cumpliré 25 años, y nunca me ha tocado una coma. Y también de estar en el programa de Julia Otero en Onda Cero, donde colaboro diariamente desde hace 11 años.

¿De qué irá Monegal sin filtros? Analizar desde el punto de vista televisivo, qué noticias abren los informativos, lo que silencian, lo que manipulan… Una reflexión sobre nuestra propia labor. Algo que no agrada aquí, pero tampoco fuera. Es algo que ningún directivo de tele acepta. Menos en La Sexta, que ha aceptado mis condiciones sin límites. Esta cadena es la única que se ha convertido es un referente informativo y la que a nivel de toda España ha dado visibilidad a todo el conflicto del procés. Y últimamente se codea con TV-3 en las audiencias de Catalunya. Si antes, mucho antes, la tendencia era poner los informativos de TVE-1 como ejemplo, ahora la referencia es La Sexta. Y he de decir que existe muy buena sintonía tanto con Antonio García Ferreras, director de la cadena y artífice de mi fichaje, como con César González Antón, jefe de informativos, y con Eva Cabrero, la directora de La Sexta noche.

¿Y podrá criticar a La Sexta? Claro. Lo mío será un espacio de 30 o 35 minutos, dentro de un programa consolidado, como es ‘La Sexta noche’. Y me dan toda la libertad. Además, mi relación con Iñaki López, el presentador, es excelente: hay filin. Yo explicaré mi mirada sobre cómo tratan la política las diferentes cadenas públicas y privadas, incluidas las autonómicas. Y no solo TV-3, sino, por ejemplo, Canal Sur y cómo está tocando el tema de los ERE.

Rodajes

Desde que era muy jovencito, me gustaba acercarme a los lugares donde había rodajes de cine y curiosear, cuando me dejaban, entre cables, focos y cámaras. Aún ahora, cuando veo a un grupo de gente rodando, me suelo acercar para preguntar. Muchas veces es publicidad, algunas, televisión, y las menos, cine.

Otro lugar que me encanta visitar son los platós. Saber que aquellas paredes de tramoya, de cartón-piedra, serán ‘de verdad’ en pantalla tiene su magia. Durante muchos años (y aún, cuando puedo) he visitado los platós donde se ruedan películas, series y programas, para hablar con quienes transforman esa apariencia en la ‘realidad’ de la ficción.

Por ejemplo, los decorados de ‘Gavilanes‘, serie que dirigía el amigo Jesús Font, representaban una gran hacienda entre olivares.

Buena gente

En la cadena autonómica catalana TV-3 hay un programa titulado El foraster, que seguramente será pronto copiado por alguna otra tele del resto de España.

Ya pasó en su día con Afers exteriors, una idea de Miquel Calçada directamente fusilada por todos esos espacios que buscan por el mundo españoles, madrileños, andaluces, gallegos… Pero la idea del forastero que llega a un pueblo e interactúa con los lugareños no es fácil: no sólo hay un buen equipo detrás de la cámara, sino que quien está delante de ella ha de saber empatizar. Y Quim Masferrer lo logra.

Hace unos días escribí sobre él en El Periódico: Quim Masferrer, buena gente.

Si nos miramos la tele con perspectiva española, ser líder de audiencia en Catalunya quizá no sea nada. Para quienes vivimos y trabajamos aquí, que un programa tenga una cuota de pantalla igual o superior, en este territorio, que, por ejemplo ‘Top chef’, la noche pasada, en el conjunto de toda España, es todo un triunfo. Vamos que nuestro Alberto Chicote, salvando enomes distancias, fue ayer Quim Masferrer y ‘El foraster’, en TV-3.

Sirva esta presentación para que el lector que no acostumbra a poner TV-3 y que opta por otras cadenas, ya sea por el idioma o por otras razones, sepa que esta televisión pública tiene excelentes programas en su parrilla. Uno de ellos, el que les acabo de citar, con este actor, alma del grupo Teatre de Guerrilla, al frente.

Hace unos días, mi compañero Ferran Monegal, maestro de la crítica televisiva escribía sobre el espacio: «La impresión inicial, la del chistoso que se acerca a escudriñar a los lugareños, ha quedado matizada con dosis de sensibilidad, mirada simpática y punzante intención.»

Les confieso que me he convertido en un fan de este programa. Quizá porque soy de pueblo, aunque haya nacido en una capital, y porque he sido forastero en muchos lugares. Masferrer es un hombre de pueblo, en el sentido menos peyorativo del término. Se lo explico: en un pueblo, la gente se saluda, habla, chismorrea, se ama, se odia y se ayuda mucho más, y con más intensidad que en una gran ciudad, donde prima el anonimato y el no saludo en la escalera ni en el ascensor.

Y un chaval que sabe tratar con cariño, humor, picardía y sensiblidad a la gente de pueblo, sintiéndose uno de ellos, como ellos, sin alejarse de ellos ni sentirse superior, empatiza de una forma que trasciende a la pantalla. Se ve. Se nota.

Esta sábado, el suplemento TeleTodo de este diario, publicaba una extensa entrevista de mi compañera Inés Álvarez con el actor. De una de sus frases surgió el título: «¡Dios nos libre de reírnos de nadie!». Porque de eso se trata: de que en su monólogo, con la gente de los pueblos que visita, todos los vecinos se ríen, porque Quim Masferrer no se ríe de ellos, sino con ellos.

Existe un gran trabajo detrás del actor, de quien da la cara en ‘El foraster’, un equipo que no se hace notar, empezando por quienes mueven las cámaras sin que molesten a sus personajes. Un trabajo de preproducción, guion, realización y montaje que muestra una absoluta sensibilidad hacia el material grabado previamente y que luego se les presenta a sus protagonistas.

Solo así se entienden momentos poéticos de intensa emoción, que pillan por sorpresa al propio Quim Masferrer y le dejan casi sin palabras. Anoche, en su visita a la Vall Fosca, acudió a la casa de una anciana de 90 años, en compañía Tomàs, de uno de sus hijos.

Este buen hombre, que le había enseñado un rato antes la ermita quizá más pequeña de Catalunya, le abrió con generosidad la casa familiar, Casa Jaumet. Y allí estaba de doña Elvira, viuda nonagenaria, que le enseñó a Masferrer un texto con las palabras de su esposo, poco antes de morir, rodeado de todos sus hijos. Y la mujer leyó aquellas frases, que el lector puede encontrar el corte hacia el minuto 23 del programa: «T’estimo molt», empezó la mujer y recordó las palabras del marido fallecido. A Tomàs se le llenaron los ojos de emoción y Quim Masferrer se quedó sin palabras («uf, què maco», dijo). Y esa emoción trascendió al otro lado de la pantalla.

De verdad, no me imagino esa escena en manos de alguna de esas teles que todos ustedes conocen y que no deseo citar. El director de ‘El foraster’ dio paso a unos planos del valle y una canción suave: «Las cosas son como son».

No me extraña que al final de cada programa, Quim Masferrer agradezca a los vecinos su entrega y les diga: «Sois muy buena gente». Pues eso.

Estic casi segur que qualsevol dia el programa titulat El foraster, de TV-3, serà copiat per alguna altra tele de la resta d’Espanya.

Ja va passar al seu dia amb Afers exteriors, una idea del Miquel Calçada directament afusellada per tots aquests espais que busquen pel món espanyols, madrilenys, andalusos, gallecs … Però la idea del foraster que arriba a un poble i interactua amb els vilatans no és fàcil: no només hi ha un bon equip al darrere de la càmera, sinó que qui està davant d’ella ha de saber empatitzar. I el Quim Masferrer ho aconsegueix.

Fa uns dies vaig escriure sobre ell a El Periódico: Quim Masferrer, bona gent.

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El regreso de Buenafuente

El regreso de Andreu Buenafuente a las noches televisivas, me permitió hacerle una pequeña entrevista para el suplemento TeleTodo de El Periódico, que os reproduzco a continuación.

Andreu Buenafuente: «Tenía mono de tele»

El popular humorista y presentador vuelve a la tele este lunes para ocupar la última hora de la noche de La Sexta. El programa ‘En el aire’ cuenta con Berto Romero y tres caras nuevas, Bob Pop, Belén Cuesta y Jorge Ponce.
No ha podido resistirlo: el popular humorista y presentador vuelve a la tele este lunes, 18, para ocupar la última hora de la noche de La Sexta, con ‘En el aire’, un programa que lleva la marca de Andreu Buenafuente, pero con suficientes novedades como para atraer a nuevos públicos.
Estará ‘En el aire‘ cada noche, de lunes a jueves, al filo de la medianoche, en La Sexta, la cadena de Atresmedia donde triunfó durante años y en la que también está su amigo Jordi Évole, su ‘Follonero’. Empieza el día 18.

–No ha podido resistir el año sabático. ¿Tenía mono? 
–Efectivamente, no he podido. Soy un tonto integral para estas cosas. Y sí, tengo mono de tele, pero es que, además, el mundo que me he creado, empresarialmente hablando, para poder hacer toda esta tele, me ha tenido ocupado cuando no tenía tele. Así que siempre estoy atrapado por algún lado. Pero bueno, finalmente estoy contento porque voy a hacer lo que a mí me gusta.

El retorn d’Andreu Buenafuente a les nits televisives, em va permetre fer-li una petita entrevista per al suplement Teletodo d’El Periódico, que us reprodueixo a continuació.

Andreu Buenafuente: «Tenia mono de tele»

El popular humorista i presentador torna a la tele aquest dilluns per ocupar l’última hora de la nit de La Sexta.
El programa ‘En el aire’ compta amb Berto Romero i tres cares noves, Bob Pop, Belén Cuesta i Jorge Ponce.

No ho ha pogut resistir: el popular humorista i presentador torna a la tele aquest dilluns, dia 18, per ocupar l’última hora de la nit de La Sexta, amb ‘En el aire’, un programa que porta la marca d’Andreu Buenafuente, però amb prou novetats per atraure nous públics. Farà ‘En el aire‘ cada nit, de dilluns a dijous, poc després de la mitjanit, a La Sexta, la cadena d’Atresmedia on va triomfar durant anys i en què també hi ha el seu amic Jordi Évole, el seu ‘Follonero’. Comença el dia 18.

–No ha pogut resistir l’any sabàtic. Tenia mono?

–Efectivament, no he pogut. Sóc un tonto integral per a aquestes coses. I sí, tinc mono de tele, però és que, a més, el món que m’he creat, empresarialment parlant, per poder fer tota aquesta tele, m’ha tingut ocupat quan no tenia tele. Així que sempre estic atrapat per algun costat. Però bé, finalment estic content perquè faré el que a mi m’agrada.

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Carmen Maura

La semana pasada, una de las protagonistas del Festival de San Sebastián ha sido Carmen Maura.
Mis colegas de profesión han alabado la forma en que la actriz ha agradecido la labor de los periodistas… algo no demasiado habitual últimamente, donde jóvenes actrices y actores se piensan que son la leche por haber aparecido en cuatro capítulos de una serie de televisión.
No es la primera vez que Carmen habla de nuestro trabajo y no sabe ella cómo la apreciamos el gesto. Un buen amigo me decía ayer mismo que esta mujer encantadora te hace sentir como si la entrevistasen por primera vez… aunque seas el enésimo de la lista.
En mi caso,fue uno de los primeros personajes a los que entrevisté, hace más de 30 años.
Ella era una guapa treintañera, en pleno subidón Tola (ahora os lo explico) y yo un chaval de veintipocos.
Fui a TVE, en Prado del Rey, y la esperé. Cuando salió, bastante tarde, propuso ir a cenar algo a una céntrica tortillería de Madrid.
Total, a ella la llevaban en taxi y yo había ido en transporte público…
Me hubiera gustado tener el dinero suficiente para invitar, y en mi fuero interno calculaba cómo hacerlo. Al menos, llevaba una tarjeta de débito.
Lo cierto es que Carmen Maura se disculpó por el retraso y anunció que ella invitaba: la tortilla de patatas me supo a gloria.
Encantadora como pocas mujeres he conocido en su profesión, tras charlar sobre ella y su trabajo, me preguntó por mi estatus dentro del diario (freelance a tanto la pieza, que se pagaba muy barata; casi como ahora). Tras escuchar mi relato, anunció solemnemente: «No te preocupes. Yo escribo a tu jefa y le digo lo majo que eres».
Se me subieron los colores y no pude dejar de agradecérselo. No terminaba de creerme que lo fuera a hacer, pero Carmen Maura me tenía rendido a sus pies.
Días más tarde, llegó una carta con una nota manuscrita a manos de Margarita Riviere, mi querida jefa de entonces, de quien guardo un recuerdo entrañable.
Era de Carmen Maura y me volvió a sacar los colores.
Ah… aquella entrevista la podéis leer en formato pdf (página 1, página 2, página 3página 4), por si os pica la curiosidad.

La setmana passada, una de les protagonistes del Festival de San Sebastián ha estat Carmen Maura.
Els meus col·legues de professió han lloat la forma en què l’actriu ha agraït la tasca dels periodistes … alguna cosa no massa habitual últimament , on joves actrius i actors es pensen que són la llet per haver aparegut en quatre capítols d’una sèrie de televisió.
No és la primera vegada que Carmen parla del nostre treball i no sap ella com l’apreciem el gest . Un bon amic em deia ahir mateix que aquesta dona encantadora et fa sentir com si la s’entrevistessin per primera vegada … encara que siguis l’enèsim de la llista.
En el meu cas, va ser un dels primers personatges als quals vaig entrevistar, fa més de 30 anys.
Ella era una dona ben maca en mig dels trenta i jo un xaval de vint.
Vaig anar a TVE, a Prado del Rey, i hi vaig esperar-la. Quan va sortir, bastant tard , va proposar anar a sopar alguna cosa a un cèntric cargols de Madrid .
Total, a ella la portaven en taxi i jo havia anat a transport públic…
M’hauria agradat tenir els diners suficients per convidar , i en el meu fur intern calculava com fer-ho. Almenys portava una targeta de dèbit.
La veritat és que Carmen Maura es va disculpar pel retard i va anunciar que ella convidava : la truita de patates em va saber a glòria.
Encantadora com poques dones he conegut en la seva professió, després xerrar sobre ella i el seu treball, em va preguntar pel meu estatus dins del diari (freelance a tant la peça , que es pagava molt barata , gairebé com ara). Després d’escoltar el meu relat , va anunciar solemnement : «No et preocupis . Jo escric al teu cap i li dic lo maco que ets».
Em van pujar tots els colors i no vaig poder deixar d’agrair-li. No acabava de creure que ho fos a fer, però Carmen Maura m’havia rendit als seus peus.
Dies més tard, va arribar una carta amb una nota manuscrita a les mans de Margarita Riviere, la meva estimada cap de llavors, de qui guardo un record entranyable.
Era de Carmen Maura i em va tornar a treure els colors.
Ah … aquella entrevista la podeu llegir en format pdf  pdf (pàgina 1, pàgina 2, pàgina 3 i pàgina 4), per si us pica la curiositat.

Feliz año

Como podéis ver, esta foto es de un lugar bien conocido, que seguramente descubrirán los amantes de la serie Juego de tronos.
Pero si no lo habéis descubierto, no os preocupéis, que dentro de un par de días os cuento dónde y cómo la hice.
Así que ¡Feliz año!, sin más rollos, que textos profundos y sesudos ya lo escriben todos esos articulistas mejor pagados que los curritos como yo.

Com podeu veure, la foto és d’un lloc ben conegut, que segurament descobriran els amants de la sèrie Joc de trons.
Però si no ho heu descobert, no us preocupeu, que d’aquí a un parell de dies us conte on i com la vaig fer.
Així que Bon any!, sense més rotllos, que textos profunds i saberuts ja n’escriuen tots aquests articulistes més ben pagats que els pencaires com jo.

Los 'Pulseras' de verdad

Os dejo unas fotos de Eli Muca tomadas en la Fiesta de la Gorra de la Afanoc.
Los Pulseras Rojas de la tele junto a los pulseras rojas de verdad. El encuentro fue bonito y emotivo.
Podéis ver todas las imágenes en el Facebook de la Afanoc.

Us deixo unes fotos de l’Eli Muca preses a la Festa de la Gorra de l’Afanoc.
Els Polseres Vermelles de la tele al costat dels polseres vermelles de veritat. La trobada va ser maca i emotiva.
Podeu trobar totes les imatges al Facebook de l’Afanoc.

La tele de Juan Cueto

Hace unos días cayó en mis manos el libro Yo nací con la infamia. La mirada vagabunda (Anagrama), de Juan Cueto, jubilado ya. Una de sus últimas columnas veo que data del 2008.
Empecé a leerlo con cierta desgana, porque la prosa de Cueto no es precisamente escueta. De hecho, me lo llevé al gimnasio, para ojearlo mientras pedaleaba en una bicicleta estática.
Craso error: me metí tanto en su lectura, que cuando me di cuenta ya había sobrepasado los diez kilómetros de pedaleo.
Haré aquí un paréntesis, como los que acostumbra a hacer Albert Espinosa en El Periódico, para deciros que creo haber conocido personalmente a Cueto. Y digo creo, porque he de remontarme a unos días que pasé en Oviedo, a inicios de los años 80, para estudiar cine.
Yo era un chaval de veintipocos años, que escribía de cine en Barcelona, a donde había ido a estudiar periodismo, sobre todo en Fotogramas y El Periódico. El cine era, y sigue siendo, mi gran pasión.
Era una época, aquella, en la que escaseaban centros para formar nuevos cineastas. Solicité, conseguí y pagué la matrícula de aquel cursillo en la capital asturiana, en el que coincidimos unos cuantos locos enamorados del séptimo arte. Algunos de ellos siguen ligados a diferentes aspectos de la industria.
Allí conocí a dos tipos que me enseñaron algunas cosas prácticas sobre el cine: el escritor y guionista Paco García, y el realizador Mario Menéndez, director del largometraje El vivo retrato (1986), fallecido en Barcelona en el 2005.
En aquellos días de animadas noches en Oviedo creo haber coincidido, y charlado, con Juan Cueto en presencia de Paco García. El primero era el asturiano más famoso después de Gonzalo Suárez y su columna en el diario El País le hacía más admirado aún, si cabe. El primero tenía unos 40 y tantos años, García, pasaba de los 30, y yo era el más joven, que les oía embobado.
Digo todo esto para volver a mi despertado interés por el libro de Cueto, y hacer como Espinosa: acabar con lo iniciado, pero tras recorrer un camino intermedio. Dice Cueto en su libro que empezó a hacer crítica de tele a finales de los 60, cuando sólo existían algunos articulistas que disparaban contra los programas y personajes de televisión:

«Había que darle la vuelta al calcetín, o a la tortilla. Había que utilizar los resplandores de la tele para hablar de la vida, y no hablar de la vida (política, claro) para acabar comentando las imágenes y sonidos de TVE».

Hay pocos críticos de tele que hagan esto. Ferran Monegal es uno de ellos. La tele es sólo una excusa para hablar de la vida (política, por supuesto).

Fa uns dies va caure a les meves mans el llibre  Yo nací con la infamia. La mirada vagabunda (Anagrama), de Juan Cueto, jubilat ja. Una de les seves últimes columnes veig que data del 2008.
Vaig començar a llegir-lo amb certa desgana, perquè la prosa de Cueto no és precisament breu. De fet, em vaig endur al gimnàs, per fullejar-lo mentre pedalejava en una bicicleta estàtica.
Cras error: em vaig ficar tant en la seva lectura, que quan em vaig adonar ja havia sobrepassat els deu quilòmetres de pedaleig.
Faré aquí un parèntesi, com els que acostuma a fer Albert Espinosa a El Periódico, per dir-vos que crec haver conegut personalment a Cueto. I dic crec, perquè he de remuntar-me a uns dies que vaig passar a Oviedo, a inicis dels anys 80, per estudiar cinema.
Jo era un noi de vint-anys, que escrivia de cinema a Barcelona, on havia anat a estudiar periodisme, sobretot al Fotogramas i El Periódico. El cinema era, i continua sent, la meva gran passió.
Era una època, aquella, en què escassejaven centres per formar nous cineastes. Vaig sol · licitar, vaig aconseguir i vaig pagar la matrícula d’aquell curset a la capital asturiana, en què coincidim uns quants bojos enamorats del setè art. Alguns d’ells segueixen lligats a diferents aspectes de la indústria.
Allà vaig conèixer dos tipus que em van ensenyar algunes coses pràctiques sobre el cinema: l’escriptor i guionista  Paco García i el realitzador Mario Menéndez, director del llargmetratge El vivo retrato (1986), que va morir a Barcelona el 2005.
En aquells dies d’animades nits a Oviedo crec haver coincidit, i xerrat, amb Juan Cueto en presència de Paco García. El primer era l’asturià més famós després de Gonzalo Suárez i la seva columna al diari El País el feia més admirat encara, si és possible. El primer tenia uns 40 i tants anys, García, passava dels 30, i jo era el més jove, que els sentia embadalit.
Dic tot això per tornar al meu despertat interès pel llibre de Cueto, i fer com Espinosa: acabar amb el iniciat, però després de recórrer un camí intermedi. Diu Cueto en el seu llibre que va començar a fer crítica de tele a finals dels 60, quan només existien alguns articulistes que disparaven contra els programes i personatges de televisió:

«Calia donar-li la volta al mitjó, o la truita. Calia utilitzar les resplendors de la tele per parlar de la vida, i no parlar de la vida (política, clar) per acabar comentant les imatges i sons de TVE».

Hi ha pocs crítics de tele que facin això. Ferran Monegal és un d’ells. La tele és només una excusa per parlar de la vida (política, és clar).

Malta: cine y televisión

Anoche, mientras veía el primer capítulo de la serie Juego de Tronos, en Antena 3 (ya, ya sé que se había emitido antes en canales de pago, pero yo no tengo) y me escandalizaba (sólo un poco, no hay que exagerar) con los niveles de violencia y sexo de esta producción de la cadena estadounidense HBO, de repente surgió un arco de piedra en la pantalla.
Era el momento de la boda de uno de los personajes principales, y el escenario me resultó tan conocido que pegué un salto en el sofá mientras le decía a mi mujer: «Eh, eso es la Azure Window de Gozo!».
En efecto, era el precioso arco natural de la isla maltesa, uno de los lugares más visitados por los turistas, situado en el término de Dwejra, y complementado por el llamado Mar Interior y la Roca Fungus. Y justo al lado y bajo ese arco están el Agujero Azul y la Chimenea, cita obligada para los amantes del buceo.
Digo todo esto, porque Malta es y ha sido plató natural de unos cuantos rodajes, y un motivo o excusa para que los aficionados al cine viajen unos días a este archipiélago.
Recuerdo que en mi primer viaje a la isla, hace ya más de 20 años, visité el semiabandonado plató de Popeye, la película de Robert Altman de 1980, con Robin Williams de protagonista. En el recorte de aquí abajo está la foto que hice del mismo. Actualmente es una especie de parque temático de pago.

A lo que iba: que si echáis un a ojeada a la página que la Wikipedia dedica a la Azure Window, se citan las películas Furia de Titanes (1981) y La venganza del conde de Monte Cristo (2002), así como la miniserie La Odisea, en la versión que Andrei Konchalovsky rodó en 1997.
Con respecto a Juego de Tronos, en esa misma página web se citan algunos daños en el ecosistema causados durante el rodaje. Nosotros no supimos verlo durante nuestra visita, hace sólo un mes, pero en efecto, todo parecía más limpito y aplanado, para facilitar el acceso a los turistas.

Ahir a la nit, mentre veia el primer capítol de la sèrie Juego de Tronos, a Antena 3 (ja, ja sé que s’havia emès abans a canals de pagament, però jo no en tinc) i em escandalitzava (només una mica, no cal exagerar) amb els nivells de violència i sexe d’aquesta producció de la  cadena nord-americana HBO, de sobte hi va aparèixer un arc de pedra a la pantalla.
Era el moment del casament d’un dels personatges principals, i l’escenari em va resultar tan conegut Vaig pegar un bot al sofà mentre li deia a la meva dona: «Ei, això és la Azure Window de Gozo!».
En efecte, era el preciós arc natural de l’illa maltesa, un dels llocs més visitats pels turistes, situat al terme de Dwejra, i complementat per l’anomenat Mar Interior i la Roca Fungus. I just al costat i sota aquest arc hi ha el Forat Blau i la Llar de Foc, cita obligada per als amants del busseig.
Dic tot això, perquè Malta és i ha estat plató natural d’uns quants rodatges, i un motiu o excusa perquè els aficionats al cinema viatgin uns dies a aquest arxipèlag.
Recordo que en el meu primer viatge a l’illa, fa ja més de 20 anys, vaig visitar el semiabandonat plató de Popeye, la pel·lícula de Robert Altman de 1980, amb Robin Williams de protagonista. En la retallada d’aquí baix hi ha la foto que vaig fer d’aquest. Actualment és una espècie de parc temàtic de pagament.

El que us deia abans: que si feu un cop d’ull a la pàgina que la Wikipedia dedica a la Azure Window, hi citen les pel·lícules Fúria de Titanes (1981) i La venjança del comte de Monte Cristo (2002), així com la minisèrie La odissea, en la versió que l’Andrei Konchalovsky va rodar el 1997.
Pel que fa a Joc de Trons, en aquesta mateixa pàgina web es citen alguns danys en l’ecosistema causats durant el rodatge. Nosaltres no vam saber veure-ho durant la nostra visita, fa només un mes, però en efecte, tot semblava més netet i aplanat, per facilitar l’accés als turistes.

Estos días, en la tele…

Estos días, en la tele, abundan ofertas de todo tipo. Una parte de mi trabajo, en el diario El Periódico, es escribir algunos artículos de opinión sobre aquello que es criticable en las diferentes cadenas, públicas o privadas.
Por ejemplo, ayer publiqué el titulado Cosas que merecen la pena (ver estos días en la tele), y que también se puede leer en este enlace del blog.
Me gustó tanto el documental En la mirada d’un home comú, que emitió El 33 (el segundo canal de la televisión catalanaTV-3), que la noche pasada estuve buscando algún dato más del autor del filme.
He averiguado que José Domingo Rivera y un compañero, Diogo Costa, han rodado otro documental, En enero quizás, que ya se ha podido ver en algunos festivales, como este de Santiago de Chile, país de Rivera.
Ha sido un placer descubrir que en la tele se pueden ver estas cosas. Otras cosas…

Una ‘pizquita’ de tele

Explica la RAE en la entrada relativa a pizca, que se trata de la «porción mínima o muy pequeña de algo».
Los responsables del sitio sobre televisión Pizquita.com gozan de una saludable humildad, porque sin hacer ningún alarde, van aportando con regularidad noticias sobre series, episodios piloto, audiencias, DVD, bandas sonoras y actores de todas estas producciones. Un esfuerzo notable si, como parece, son sólo unos aficionados (para profesional, ya está Vertele, por ejemplo).
Es cierto que a veces se les nota que la traducción de la noticia original es algo googlecera, como en esta del jueves, 12, sobre Robin Williams y 24, pero no por ello deja de ser una web televisiva realmente interesante.

Bombos y condones

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=CHKJ_wdz96k[/youtube]

El lenguaje, las rimas hiphoperas, la filmación… Todo parece modernillo en el anuncio Yo pongo condón que el Ministerio de Sanidad ha lanzado para convencer a los jóvenes de que usen preservativo antes de.
Pero… ¿no suena a viejo todo eso del polvo y el bombo?

Y cierre…

Txerra, desenfocadoNo, no… aún no he decidido cerrar esta bitácora.
Y cierre es el nombre del apartado de la sección de televisión donde varios periodistas, incluido yo mismo, solemos publicar artículos de opinión, en lugar (sólo físico) de Ferran Monegal, el crítico oficial de mi diario, El Periódico de Catalunya, cuando está de vacaciones.
Así, este mes de agosto he ido publicando un artículo semanal.

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Rafa Nadal

Pensaba ayer, a mediodía, lo mal que deben estar los chicos de ETA: siguen ahí, tocando las narices, pero nadie les hace puñetero caso.
Sí, es cierto que aún pueden hacer mucho daño, que lograron que las playas de la Costa del Sol se vaciaran durante unas horas, porque ellos se empeñan en que la gente no tome el sol a esas horas, no vaya a ser que una de sus bombas les ahorre pillar un cáncer de piel.
Pero ayer a mediodía, este país no estaba pendiente de ellos. Miraba la tele.

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Guionistas

Sin unos buenos guionistas no hay buenas películas, series o programas. Véase la gala de los Oscar de este año, escrita deprisa y corriendo.
Por eso, estoy absolutamente convencido de que la calidad y el humor que destilan Polònia –atención al especial postelectoral de mañana, jueves–, Buenafuente –anoche, de nuevo con Jordi Évole, montaron una llamada telefónica a ZP, que respondio al teléfono y bien– y Sé lo que hicísteis… no serían posibles sin ellos.

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