Ya se sabe que la entrevista es una herramienta periodística que nos permite conocer a otra persona. Por eso siempre me ha apasionado como género.

No lo tienen fácil los entrevistadores de la tele, como el El Loco de la Colina o Juan Ramon Lucas, porque es complicado lograr la intimidad necesaria con tanta cámara, foco e intereses. Algunos periodistas de radio lo logran sobre todo en horas nocturnas. Prefiero a los de papel, que transcriben una charla sin más testigos que la grabadora o la libreta.
El segundo canal de TV-3, El 33, tiene un programa pequeñito, titulado Singulares, situado en la tranquilidad de la medianoche y que dirige un periodista que peina canas, Jaume Barberà, veterano de la tele autonómica catalana, que pasito a pasito, nos está descubriendo personajes poco conocidos, pero cuya trayectoria vital y profesional son apasionantes.
Este jueves, por ejemplo, entrevistó a Maha Akhtar, la nieta de la legendaria Anita Delgado, que también tiene una biografía apasionante.
En este género, cuando el entrevistado es interesante y se abre, no hay problema: todas sus declaraciones te sirven.
Cuando no lo hace, el periodista ha de hacer de suave abrelatas para extraer algo con lo que escribir, radiar o televisar las respuestas.
Barberà logró hacerme quedar frente a la tele oyendo sus preguntas y escuchando las respuestas de su invitada. Y disfruté con la breve clase de baile del final del encuentro.