Hace ya un tiempo, tuve una breve charla sobre periodismo a través de Twitter con dos colegas muy interesantes: el argentino Roberto Guareschi y el chileno Guillermo Culell.
Aquí os dejo lo escrito. Fue el 10 de marzo del 2012 y lo recupero en el blog, en las pruebas que estoy haciendo con Storify.
Etiqueta: periodismo
Todos los homenajes que se le están haciendo estos días a Orson Welles, genio y figura del cine, me ha recordado las tres paginitas que hace 20 años (sí, ¡20 años! ya) le dediqué en un librito que escribí sobre la historia del cine.
Era un pequeño libro, que me encargó el malogrado Ricardo Gil, el que fuera director de Marketing de la exhibidora Cinesa durante un montón de tiempo, coincidiendo con el centenario del séptimo arte y cuyo destino eran los niños que acudían a las salas de su empresa.
Visto con esa perspectiva, creo que el libro era útil para lo que se pretendía. Nada comparable a cualquier estudio de los colegas que se pasan meses y años para dar a luz nuevos textos sobre el cine y sus creadores.
Parir un libro no es fácil. No sé cómo se las apañan quienes escriben (y publican) tanto. Ahora mismo estoy metido en uno que empecé hace más de un año, y entre medio he acabado otro, que verá la luz dentro de unos días, de momento en formato digital, y que me ha llevado casi seis meses de trabajo intenso.
Ya os explicaré muy pronto de qué va y dónde lo podéis adquirir, si os interesara.
De momento, os dejo aquí aquellas tres páginas que le dediqué al maestro Welles.
Mientras paseamos junto al agua, jugando a escapar de las olas suaves que llegan frías hasta nuestros pies, vemos a un hombre a unos metros de distancia.
Tiene unos 70 años y está moreno, muy moreno.
Lleva una bolsita de plástico en la mano y observa la arena de la playa.
De vez en cuando se agacha y recoge algo.
-Qué hace usted?, le pregunto, curioso.
Me mira, con cierta sorna desde el purito apagado que lleva en la comisura de los labios.
-Conchas, caracolillos, piedrecitas…
-Y qué hace con todo eso?, insisto.
-Collares, colgantes, cosillas para entretenerme.
-Oh, qué bien!, le digo, asombrado de que un jubilado (al menos así parece), haga este tipo de artesanía.
-Y también hago cuadros con todo eso.
-Pues ya le dejamos tranquilo. Hasta luego!
Al cabo de un ratito, en la misma orilla, de vuelta hacia el punto de inicio, nos lo encontramos de nuevo.
-Bueno, que le vaya bien la recogida, le decimos al pasar a su lado.
-Esperen, esperen. Tomen, unos de estos caracolillos. Dan suerte cuando se regalan.
-Muchas gracias, hombre, pero son de usted, son muy bonitos.
-Por eso se los regalo.
-Cómo se llama usted? -Rafael.
-Pues muchas gracias, de nuevo, Rafael. Estamos encantados de haberle conocido.
Mentre passegem costat de l’aigua, jugant a escapar de les onades suaus que arriben fredes fins als nostres peus, veiem un home a uns metres de distància.
Té uns 70 anys i està moreno, molt moreno.
Porta una bosseta de plàstic a la mà i observa la sorra de la platja.
De tant en tant s’ajup i recull alguna cosa.
-Què fa vostè?, li pregunto, curiós.
Em mira, amb un aire mofeta des del puret apagat que porta a la comissura dels llavis.
– Petxines, cargolets, pedretes…
– I què fa amb tot això?, insiteixo.
-Collarets, penjolls, cosetes per entretenir-me.
-Oh, que bé!, li dic, sorprès que un jubilat (així ho sembla), faci aquest tipus d’artesania.
– I també faig quadres amb tot això.
-Doncs li deixem tranquil, li dic. Fins després!
Al cap d’ una estoneta, a la mateixa vora, de tornada cap al punt d’inici, ens el trobem de nou.
-Bé, que li vagi bé la recollida, diem al passar al seu costat.
-Esperin , esperin. Agafin uns d’aquests cargolets. Donen sort quan es regalen. -Moltes gràcies, home, però són de vostè, i són molt bonics.
-Per això se’ls regalo.
-Com es diu vostè?
-Rafael.
-Doncs moltes gràcies, de nou, Rafael. No deixi de ser com és. Encantats d’haver-lo congut!
La semana pasada, una de las protagonistas del Festival de San Sebastián ha sido Carmen Maura.
Mis colegas de profesión han alabado la forma en que la actriz ha agradecido la labor de los periodistas… algo no demasiado habitual últimamente, donde jóvenes actrices y actores se piensan que son la leche por haber aparecido en cuatro capítulos de una serie de televisión.
No es la primera vez que Carmen habla de nuestro trabajo y no sabe ella cómo la apreciamos el gesto. Un buen amigo me decía ayer mismo que esta mujer encantadora te hace sentir como si la entrevistasen por primera vez… aunque seas el enésimo de la lista.
En mi caso,fue uno de los primeros personajes a los que entrevisté, hace más de 30 años.
Ella era una guapa treintañera, en pleno subidón Tola (ahora os lo explico) y yo un chaval de veintipocos.
Fui a TVE, en Prado del Rey, y la esperé. Cuando salió, bastante tarde, propuso ir a cenar algo a una céntrica tortillería de Madrid.
Total, a ella la llevaban en taxi y yo había ido en transporte público…
Me hubiera gustado tener el dinero suficiente para invitar, y en mi fuero interno calculaba cómo hacerlo. Al menos, llevaba una tarjeta de débito.
Lo cierto es que Carmen Maura se disculpó por el retraso y anunció que ella invitaba: la tortilla de patatas me supo a gloria.
Encantadora como pocas mujeres he conocido en su profesión, tras charlar sobre ella y su trabajo, me preguntó por mi estatus dentro del diario (freelance a tanto la pieza, que se pagaba muy barata; casi como ahora). Tras escuchar mi relato, anunció solemnemente: «No te preocupes. Yo escribo a tu jefa y le digo lo majo que eres».
Se me subieron los colores y no pude dejar de agradecérselo. No terminaba de creerme que lo fuera a hacer, pero Carmen Maura me tenía rendido a sus pies.
Días más tarde, llegó una carta con una nota manuscrita a manos de Margarita Riviere, mi querida jefa de entonces, de quien guardo un recuerdo entrañable.
Era de Carmen Maura y me volvió a sacar los colores.
Ah… aquella entrevista la podéis leer en formato pdf (página 1, página 2, página 3 y página 4), por si os pica la curiosidad.
La setmana passada, una de les protagonistes del Festival de San Sebastián ha estat Carmen Maura.
Els meus col·legues de professió han lloat la forma en què l’actriu ha agraït la tasca dels periodistes … alguna cosa no massa habitual últimament , on joves actrius i actors es pensen que són la llet per haver aparegut en quatre capítols d’una sèrie de televisió.
No és la primera vegada que Carmen parla del nostre treball i no sap ella com l’apreciem el gest . Un bon amic em deia ahir mateix que aquesta dona encantadora et fa sentir com si la s’entrevistessin per primera vegada … encara que siguis l’enèsim de la llista.
En el meu cas, va ser un dels primers personatges als quals vaig entrevistar, fa més de 30 anys.
Ella era una dona ben maca en mig dels trenta i jo un xaval de vint.
Vaig anar a TVE, a Prado del Rey, i hi vaig esperar-la. Quan va sortir, bastant tard , va proposar anar a sopar alguna cosa a un cèntric cargols de Madrid .
Total, a ella la portaven en taxi i jo havia anat a transport públic…
M’hauria agradat tenir els diners suficients per convidar , i en el meu fur intern calculava com fer-ho. Almenys portava una targeta de dèbit.
La veritat és que Carmen Maura es va disculpar pel retard i va anunciar que ella convidava : la truita de patates em va saber a glòria.
Encantadora com poques dones he conegut en la seva professió, després xerrar sobre ella i el seu treball, em va preguntar pel meu estatus dins del diari (freelance a tant la peça , que es pagava molt barata , gairebé com ara). Després d’escoltar el meu relat , va anunciar solemnement : «No et preocupis . Jo escric al teu cap i li dic lo maco que ets».
Em van pujar tots els colors i no vaig poder deixar d’agrair-li. No acabava de creure que ho fos a fer, però Carmen Maura m’havia rendit als seus peus.
Dies més tard, va arribar una carta amb una nota manuscrita a les mans de Margarita Riviere, la meva estimada cap de llavors, de qui guardo un record entranyable.
Era de Carmen Maura i em va tornar a treure els colors.
Ah … aquella entrevista la podeu llegir en format pdf pdf (pàgina 1, pàgina 2, pàgina 3 i pàgina 4), per si us pica la curiositat.
El pasado domingo fallecía en Madrid Enrique Meneses, uno de esos reporteros de raza, famoso, entre otras muchas cosas, por haber sido el primer periodista en pisar Sierra Maestra, cuando Fidel Castro y Che Guevara aún se preparaban para echar a patadas de Cuba a Fulgencio Batista.
El amor por el periodismo de este hombre ha sido tal, pese a su edad avanzada y su delicado estado de salud, fue capaz de crear y mantener un blog en el que escribía casi a diario, hasta unos días antes de morir. Y es que él decía que el futuro de los periodistas está en los blogs. Veremos.
Esta noche, La 2 de TVE le rinde tributo con el estreno (23.00 horas) del documental Oxígeno para vivir, de Georgina Cisquella:
«Un viaje por la historia, el periodismo y los hechos que han marcado las últimas décadas a través del relato del propio Meneses y de otros profesionales».
Georgina nos recuerda también el momento en que conoció a Meneses y que plasmó en un reportaje de aquel Cámara abierta 2.0 que ella creo y dirigió.
Diumenge passat <a title="La noticia, en el diario El País» href=»http://cultura.elpais.com/cultura/2013/01/07/actualidad/1357523916_636723.html» target=»_blank»>va morir a Madrid Enrique Meneses, un d’aquests reporters de raça, famós, entre moltes coses, per haver estat el primer periodista a trepitjar Serra Mestra, quan Fidel Castro i Che Guevara encara es preparaven per fer fora puntades de Cuba a Fulgencio Batista.
L’amor pel periodisme d’aquest home ha estat tan gran, malgrat la seva edat avançada i el seu delicat estat de salut, va ser capaç de crear i mantenir un blog on hi escrivia gairebé cada dia, fins uns dies abans de morir. I és que ell deia que el futur dels periodistes està en els blocs. S’ha de veure.
Aquesta nit, La 2 de TVE li rendeix tribut amb l’estrena (23.00 hores) del documental Oxígeno para vivir, de Georgina Cisquella:
«Un viatge per la història, el periodisme i els fets que han marcat les últimes dècades a través del relat del propi Meneses i d’altres professionals».
Georgina ens recorda també el moment en què va conèixer a Meneses i que va plasmar en un reportatge de Cámara abierta 2.0, un programa que ella va crear i dirigir.
Me llega el boletín de Difusión, periódico del sector editorial, en el que explican el plan de ajustes que está a punto de caerles encima a los colegas del diario El País.
Y leo la noticia con cierto temor, porque la prensa escrita está sufriendo la crisis de forma especialmente cruda.
Leyendo el mismo boletín, veo un comentario de un artículo aparecido en el blog estadounidense 10.000 palabras hace un par de meses.
Lo escribía Mark S. Luckie, autor también del libro El manual del periodista digital y del blog personal Get Luckie.net. Vamos, uno de esos jóvenes periodistas de EEUU al que hay que seguir para saber por dónde van los tiros en este mundillo digital.
El artículo que os mencionaba se titula Cinco mitos sobre el periodismo digital. En realidad, la palabra mitos se puede utilizar aquí como falacias o falsas verdades. Luckie los desarrollaba mediante estos cinco ítems, con los que se puede (o no) estar de acuerdo:
1. Los periodistas deben saber de todo: no es necesario, pero ha de estar bien informado y saber usar las herramientas adecuadas en cada momento.
2. Las redes o medios de comunicación sociales son la respuesta: no sabemos si son nuestro futuro, pero es cierto que ayudan a aumentar y mejorar el proceso de distribución de noticias.
3. Los periodistas deben tener habilidades de desarrollo de base de datos: pues no; no somos informáticos ni programadores o desarrolladores de webs, con los que sí hemos de colaborar para desarrollar nuestro trabajo.
4. Los comentarios a nuestro trabajo son o no necesarios: la participación en las webs de noticias es importante, pero con algún tipo de moderación.
5. No hay trabajo en periodismo: los existentes hace años ya no son los disponibles actualmente, pero sí hay trabajos para un periodista; eso sí, cada vez es más necesario tener algunos conocimientos en temas multimedia, blogs, redes sociales…
En todo caso, a título personal y citando a Iñaki Gabilondo, yo creo que el periodismo sigue siendo necesario. Es esa necesidad imperiosa de intentar entender lo que pasa a nuestro alrededor, buscar la causa de las noticias y explicárselas al resto de la sociedad. En qué soporte y cómo lo hacemos es algo en lo que estamos involucrados todos los periodistasen estos momentos.
Aquesta tarda, mentre en una assemblea informativa sentíem parlar d’alguns aspectes del nostre probable futur personal i professional, un parell de companyes han passat al meu costat, lleugeres, amb els ulls brillants per llàgrimes contingudes.
«Ha mort la Mercè!», m’han xiuxiujeat.
En aquell moment, la tristesa del present va passar per davant de qualsevol negre futur.
La Mercè era, és, Mercè Conesa, una dona valenta, compromesa amb el periodisme i amb els més febles, amb aquells que normalment no tenen veu.
Fa unes setmanes, el desembre, els seus companys de professió la vam premiar per la seva tasca d’anys i la vam fer un petit homenatge al Col·legi de Periodistes de Catalunya. Era, també, una forma d’acomiadar-nos si les coses anaven mal dades, si l’últim tractament contra el càncer no funcionava.
Així ha estat. Se’ns ha anat. Tenia 55 anys.
Esta tarde, mientras en una asamblea informativa oíamos hablar de algunos aspectos de nuestro probable futuro personal y profesional, un par de compañeras han pasado a mi lado, fugaces, con los ojos brillantes por lágrimas contenidas.
«¡Ha muerto Mercè!», me han susurrado.
En ese momento, la tristeza del presente pasó por delante de cualquier negro futuro.
Mercè era, es, Mercè Conesa, una mujer valiente, comprometida con el periodismo y con los más débiles, con aquellos que normalmente no tienen voz.
Hace unas semanas, en diciembre, sus compañeros de profesión la premiamos por su labor de años y la hicimos un pequeño homenaje en el Colegio de Periodistas de Catalunya. Era, también, una forma de despedirnos si las cosas iban mal dadas, si el último tratamiento contra el cáncer no funcionaba.
Así ha sido. Se nos ha ido. Tenía 55 años.
Hoy es un día en que periodistas de toda Europa reclaman sus derechos.
En España, sindicatos y asociaciones darán a conocer una declaración pública común sobre la situación precaria de muchos profesionales y en defensa de un periodismo de la calidad, que será entregado al Gobierno y a las patronales.
Como señalan los colegas franceses: «No existe democracia sin libertad de prensa».