El periodismo y los periodistas aparecen hoy de dos formas diferentes, pero no divergentes, en una entrevista con Sebastián Álvaro, en El Periódico de Catalunya, y un reportaje sobre un puñado de reporteros freelance en el Ciberpaís.
La primera, escrita por un periodista de largo recorrido, Antonio Gómez, recoge las amargas palabras del veterano aventurero y director de Al filo de lo imposible. El ERE de RTVE le obliga a dejar el programa en el que estaba desde 1981. Tiene 58 años y muchas cosas aún que explicar, eso sí, de otra forma que hasta ahora.
El suplemento tecnológico del diario El País, en cambio, muestra el presente de muchos periodistas freelance o independientes (autónomos, en el sentido laboral del término). Su autor, Fernando García, titula: «Su lugar de trabajo está donde haya conexión a Internet. Con un portátil, una cámara y un teléfono son autosuficientes».
Mientras a algunos de los mejores se les prejubila a la fuerza a otros se les contrata, siempre y cuando no pisen una redacción.
Curiosa, dolorosa contradicción, sobre la que quizá se edifica el futuro del periodismo.