Como ya os he contado en entradas anteriores, al empezar a escribir ‘Venecia de cine‘ decidí abrirlo con ‘El ladrón de Venecia‘ (1950), el primer filme que supo aprovechar mejor los escenarios naturales de la ciudad de los canales y, en especial, el interior de Palacio Ducal. ¡Y con María Montez como protagonista!
Pero, evidentemente, hubo otras películas anteriores con pocas (ninguna o muy breves) escenas venecianas que deseché. Una de ellas fue ‘Sombrero de copa‘ (1935), pese a que mis editores me habían sugerido incluir en el libro este clásico de la comedia musical. Una lástima. Os explico la razón.
Dirigida por Mark Sandrich, con música y letra de Irving Berlin, ‘Sombrero de copa’ se estrenó en España en abril de 1936, unos meses antes del inicio de la guerra civil. Es una cinta deliciosa, con letra y música de Irving Berlin, pero… filmada enteramente en estudio, en el que Fred Astaire y Ginger Rogers se deslizaban bailando la inolvidable ‘Cheek to cheek’: «Heaven, I’m in heaven / and my heart beats so that I can hardly speak / and I seem to find the happiness I seek / when we’re out together dancing cheek to cheek” («Cielo, estoy en el cielo / y mi corazón late de manera que casi no puedo hablar / y me parece encontrar la felicidad que busco / cuando estamos juntos bailando mejilla con mejilla)”.
Aunque esta circunstancia es lo de menos, a nivel cinematográfico, sí que contaba para que yo no la pudiera incluir en mi libro. De hecho, también decidí excluir algunas de las primeras películas ambientadas en Venecia, pero no filmadas in situ. Fue el caso de un ‘mercader de Venecia’ del director inglés Walter West, datado en 1916, o de un título homónimo del alemán Peter Paul Felner, de 1923, si bien este último incluyó algunos planos del Puente de Rialto, de un canal y de una góndola con San Giorgio al fondo.
La Venecia real no tenía nada que ver con los enormes decorados art decó que Van Nest Polglase creó para ‘Sombrero de copa’, con unos puentes de opereta y unas góndolas que, si no fueran tan maravillosos, muy bien podrían pasar por las barquitas de la atracción infantil ‘El Pequeño Mundo’ de los parque temáticos de Disney.
Y ojo, que este hombre trabajó en 333 películas para la RKO Pictures entre 1925 y 1957 y fue candidato al Oscar en seis ocasiones, la última de ellas para el impresionante debut de Orson Welles: ‘La alegre divorciada’ (1934), ‘Sombrero de copa’ (1935), ‘Carefree’ (1938), ‘Tú y yo’ (1939), ‘Mi mujer favorita’ (1940) y ‘Ciudadano Kane’ (1941).
Por supuesto que si hubiera sido posible, seguro que Astaire y Rogers hubieran viajado a Venecia y montado en una góndola veneciana real. Pero los decorados de estudio estaban para eso: para que el frac del actor y el elegante vestido de la actriz estuvieran perfectamente iluminados y su baile destacara en la pantalla.
El puente veneciano, el agua del canal y las góndolas de cartón piedra eran lo de menos. También pasó con uno de los James Bond iniciales, pero esa es otra historia.
Ah… la película se puede ver actualmente en algunas plataformas, creo recordar que en Amazon Prime Video y FlixOlé, por ejemplo.
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