Ginger Rogers y Fred Astaire, en la película (imagen del Norton Simon Museum).

Como ya os he contado en entradas anteriores, al empezar a escribir ‘Venecia de cine‘ decidí abrirlo con ‘El ladrón de Venecia‘ (1950), el primer filme que supo aprovechar mejor los escenarios naturales de la ciudad de los canales y, en especial, el interior de Palacio Ducal. ¡Y con María Montez como protagonista!

Pero, evidentemente, hubo otras películas anteriores con pocas (ninguna o muy breves) escenas venecianas que deseché. Una de ellas fue ‘Sombrero de copa‘ (1935), pese a que mis editores me habían sugerido incluir en el libro este clásico de la comedia musical. Una lástima. Os explico la razón.

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