Hace un par de días, el Tribunal Supremo condenó al portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, a un año de prisión por un delito de injurias graves al Rey. Otegi dijo en una rueda de prensa, hace un par de años, que Juan Carlos I era «el responsable de los torturadores». El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco le había absuelto al considerar que sus declaraciones estaban amparadas por el derecho a la libertad de expresión. La sentencia del Supremo dice que esas frases «expresan un evidente menosprecio al Rey y a la institución que encarna, afectando al núcleo último de su dignidad».
Y yo me pregunto, como me ha hecho ver un compañero de la lista del Internauta: ¿cómo se han de interpretar y juzgar lo que hoy mismo dice Federico Jiménez Losantos sobre el Rey en Libertad digital?
Frases como éstas, escritas para atacar el proyecto de Estatuto de Catalunya: «Este Golpe de Estado cuenta también, como el de entonces, con el respaldo del Rey, al que los socialistas echaron luego la culpa de la implantación de un régimen dictatorial del que ellos mismos se apresuraron a formar parte».
¿Intervendrá la justicia o es su derecho a la libertad de expresión?