El regreso de Andreu Buenafuente a las noches televisivas, me permitió hacerle una pequeña entrevista para el suplemento TeleTodo de El Periódico, que os reproduzco a continuación.

Andreu Buenafuente: «Tenía mono de tele»

El popular humorista y presentador vuelve a la tele este lunes para ocupar la última hora de la noche de La Sexta. El programa ‘En el aire’ cuenta con Berto Romero y tres caras nuevas, Bob Pop, Belén Cuesta y Jorge Ponce.
No ha podido resistirlo: el popular humorista y presentador vuelve a la tele este lunes, 18, para ocupar la última hora de la noche de La Sexta, con ‘En el aire’, un programa que lleva la marca de Andreu Buenafuente, pero con suficientes novedades como para atraer a nuevos públicos.
Estará ‘En el aire‘ cada noche, de lunes a jueves, al filo de la medianoche, en La Sexta, la cadena de Atresmedia donde triunfó durante años y en la que también está su amigo Jordi Évole, su ‘Follonero’. Empieza el día 18.

–No ha podido resistir el año sabático. ¿Tenía mono? 
–Efectivamente, no he podido. Soy un tonto integral para estas cosas. Y sí, tengo mono de tele, pero es que, además, el mundo que me he creado, empresarialmente hablando, para poder hacer toda esta tele, me ha tenido ocupado cuando no tenía tele. Así que siempre estoy atrapado por algún lado. Pero bueno, finalmente estoy contento porque voy a hacer lo que a mí me gusta.

El retorn d’Andreu Buenafuente a les nits televisives, em va permetre fer-li una petita entrevista per al suplement Teletodo d’El Periódico, que us reprodueixo a continuació.

Andreu Buenafuente: «Tenia mono de tele»

El popular humorista i presentador torna a la tele aquest dilluns per ocupar l’última hora de la nit de La Sexta.
El programa ‘En el aire’ compta amb Berto Romero i tres cares noves, Bob Pop, Belén Cuesta i Jorge Ponce.

No ho ha pogut resistir: el popular humorista i presentador torna a la tele aquest dilluns, dia 18, per ocupar l’última hora de la nit de La Sexta, amb ‘En el aire’, un programa que porta la marca d’Andreu Buenafuente, però amb prou novetats per atraure nous públics. Farà ‘En el aire‘ cada nit, de dilluns a dijous, poc després de la mitjanit, a La Sexta, la cadena d’Atresmedia on va triomfar durant anys i en què també hi ha el seu amic Jordi Évole, el seu ‘Follonero’. Comença el dia 18.

–No ha pogut resistir l’any sabàtic. Tenia mono?

–Efectivament, no he pogut. Sóc un tonto integral per a aquestes coses. I sí, tinc mono de tele, però és que, a més, el món que m’he creat, empresarialment parlant, per poder fer tota aquesta tele, m’ha tingut ocupat quan no tenia tele. Així que sempre estic atrapat per algun costat. Però bé, finalment estic content perquè faré el que a mi m’agrada.

–Pero usted no ha parado en todo este tiempo: teatro, radio… 
–Pasó algo curioso. Al no tener programa diario, pensaba atender todos aquellos proyectos que no podía a causa de esa disciplina diaria.

–¿Como cuáles? 
–Por ejemplo, un documental muy potente para el año que viene, con el que celebrar los 30 años que llevo en la profesión, que es una especie de autoterapia y de viaje al corazón de la comedia, y que, por supuesto, con programa diario era imposible… En efecto, estaba ocupado, pero agradablemente ocupado…

–¿Qué le ha impulsado a volver? 
–Algo tan sencillo como la propia necesidad artística personal. A mí todavía me sigue gustando mucho hacer televisión. Así de simple: amo mi profesión. Ojo: que esto ya lo sentía cuando acabamos el programa diario [Buenafuente / BFN], antes del semanal. Nunca tuvimos la sensación de «bueno, ya está; esto acabó y hay que buscarse otros territorios». Era un descanso, pero no era un hartazgo. Y lo que tengo claro es que esto es mi profesión.

–Pero, tras la cancelación de Buenas noches y Buenafuente, quizá se llega a la conclusión que le va mejopr La Sexta que Antena 3…
–Quizá porque sacamos conclusiones, todos, yo el primero, a partir de un solo programa, con lo complicado que es esto de la televisión. Si hubiera más años, probando otros formatos… Lo cierto es que donde estoy cómodo es en la noche, en la madrugada, donde se respira más buen rollo, una mayor comodidad en la que llevo trabajando muchos años. Aunque también reconozco que no hay ningún campo seguro y que hay que ganarse el puesto, como en el fútbol.

–¿Y volverá a competir con Gran Wyoming? 
–Jajaja… Con Wyoming me llevo muy bien. Nuestras peleas eran una gran farsa, consentida y trabajada por los dos. Y si nos sirve para divertirnos, fantástico. Es un gran compañero que está por encima de rivalidades.

–¿Por qué el título de ‘En el aire’? 
–El título es nuestro homenaje a la radio, que es de donde salimos y en donde siempre hemos estado. Cada programa tiene su estética y este remite a un gran programa de radio televisado. Y recuperamos aquella nomenclatura tan anglosajona de On the air, aunque aún existen algunas emisoras donde aparece la palabra aire.

–Recuerda al programa de radio que ha hecho para la SER… 
–Sí que va un poco por ahí, en la línea de Nadie sabe nada, que, por cierto, seguiremos haciendo, porque la SER ha quedado muy contenta.

–Ya solo queda usted en las madrugadas de las teles…
–Por lo que veo, y a la vista está, nuestra franja está muy poco trabajada en nuestros términos. Hay tertulias deportivas y políticas, pero humor y entretenimiento de este tipo, a esas horas, no veo a nadie. Yo recuerdo que cuando empecé a hacer el late en Antena 3, en el año 2004, había una buena actividad, que no cesó: ‘Crónicas marcianas’, ‘Eva Hache’… Había mucha gente y confieso que me gustaría que hubiera muchos más.

–¿Qué novedades incorpora ‘En el aire’ con respecto a las etapas anteriores?
–Abre mucho más sus puertas de acceso en todos los sentidos. Por ejemplo, en los colaboradores: entran tres nuevos, fijos, que son Jorge Ponce, que viene del mundo de la radio; Belén Cuesta, que viene a hacer lo que sea, además de ser actriz, y Bob Pop, un hombre muy conocido en las redes, que viene de la crítica televisiva, de blogs sobre tele, que será algo así como el tuitero en el plató, pero que será mucho más que eso. Tendrá un espacio para él solo en el plató, como una especie de cabina de radio equipada tecnológicamente. Como ves, todo son cambios formales muy potentes. Y todo ello bascula sobre una enorme mesa redonda.

–¿Cómo dice? ¿Redonda?
–Lo de la mesa tipo escritorio que teníamos ya pasó y entramos en otra dimensión. Será un escenario retratable los 360º, de manera que se aprovecha completamente todo, con esa mesa como centro. Pero luego, por nuestras características, que ahora me disfrazo, que ahora hay una actuación musical, hay diversos espacios que en cualquier momento pueden entrar en juego.

–¿Pero mantiene la estructura? 
–No. Todos estos cambios ya generan otra estructura. Sí que hay un primer momento que puede recordar el monólogo, en el que repaso cinco puntos más pegados a la actualidad, para luego ir a la mesa donde haya muchas secciones pero que todo parezca una sola sección. La pelota rodará muy rápida y con un lenguaje televisivo más fluido que en otras épocas.

–¿Cuánto tiempo dura el espacio?
–Unos 80 minutos diarios y, esto es importante, en directo. Vamos a gozar…, y a sufrir. Pero creo que el cuerpo nos pedía esto.

–Confiese: ¿cuántos guionistas tiene para ayudarles?
–Del orden de nueve o diez. Este es un programa modesto. Antes las teles tenían muchos más medios.

–¿Sigue con Berto Romero como su mano derecha?
–Sí. Es que ya estamos como adosados. Creo que he encontrado en Berto a mi compañero ideal, sin desmerecer a todos los que han estado a mi lado a lo largo de todos estos años. Cuando tienes una buena comunicación con alguien, no quieres que acabe nunca.

–¿Mantiene las entrevistas?
– Sí, pero en esta etapa no tienen aquel peso monolítico de antes. Ahora, los invitados (como David Trueba y Javier Cámara, este lunes) se integran en nuestra mesa y les vamos a pedir que opinen sobre los temas del día. Más que acción va a haber palabra. También es la hora de hablar un poquito más, aunque sea en broma. Es el estilo de programa, del sketch. No creo que podamos hacer entrar un elefante en el plató, aunque si está a tiro, igual lo metemos.

–Però vostè no ha parat en tot aquest temps: teatre, ràdio…

–Va passar una cosa curiosa. Al no tenir programa diari, pensava atendre tots els projectes que no podia a causa d’aquella disciplina diària.

–Com quins?

–Per exemple, un documental molt potent per a l’any que ve, per celebrar els meus 30 anys en la professió, que és una espècie d’autoteràpia i de viatge al cor de la comèdia, i que, evidentment, amb programa diari era impossible… En efecte, estava ocupat, però agradablement ocupat…

–Què l’ha impulsat a tornar?

–Una cosa tan senzilla com la necessitat artística personal. A mi encara em segueix agradant molt fer televisió. Així de simple: m’agrada la meva professió. Atenció: que això ja ho sentia quan vam acabar el programa diari [‘Buenafuente / BFN’], abans del setmanal. No vam tenir mai la sensació de «bé, ja està; això s’ha acabat i s’han de buscar altres territoris». Era un descans, però no era que n’estiguéssim tips. I el que tinc clar és que això és la meva professió.

–Però, després de la cancel·lació de Buenas noches y Buenafuente, potser s’arriba a la conclusió que li va millor La Sexta que Antena 3…

–Potser perquè traiem conclu­sions, tots, jo el primer, a partir d’un sol programa, i en aquest món tan complicat que és la televisió. Si hi hagués més anys, provant altres formats… El cert és que on estic còmode és a la nit, a la matinada, on es respira més bon rotllo, una comoditat més gran en què fa molts anys que treballo. Encara que també reconec que no hi ha cap camp segur i que ens hem de guanyar el lloc, com en el futbol.

–I tornarà a competir amb Gran Wyoming?

–¡Ha!, ¡ha!, ¡ha!… Amb Wyoming em porto molt bé. Les nostres baralles eren una gran farsa, consentida i treballada per tots dos. I si ens serveix per divertir-nos, fantàstic. És un gran company que està per sobre de rivalitats.

–Per què el títol d»En el aire’?

–El títol és el nostre homenatge a la ràdio, que és d’on hem sortit i on sempre hem estat. Cada programa té la seva estètica i aquest remet a un gran programa de ràdio televisat. I recuperem aquella nomenclatura tan anglosaxona d’On the air, tot i que encara hi ha algunes emissores on apareix la paraula aire.

–Recorda el programa de ràdio que ha fet per a la SER…

–Sí que va una mica per aquí, en la línia de Nadie sabe nada, que, per cert, seguirem fent, perquè la SER n’ha quedat molt contenta.

–Ja només queda vostè en les matinades de les televisions…

–Pel que veig, i ho tenim a la vista, la nostra franja està molt poc treballada en els nostres termes. Hi ha tertúlies esportives i polítiques, però humor i entreteniment d’aquesta mena, a aquelles hores, no en veig. Jo recordo que quan vaig començar a fer el late a Antena 3, l’any 2004, hi havia una bona activitat, que no va parar: ‘Crónicas marcianas’, Eva Hache… Hi havia molta gent i confesso que m’agradaria que n’hi hagués molts més.

–¿Quines novetats incorpora ‘En el aire’ respecte a les etapes anteriors?

–Obre molt més les seves portes d’accés en tots els sentits. Per exemple, en els col·laboradors: n’entren tres de nous, fixos, que són Jorge Ponce, que ve del món de la ràdio; Belén Cuesta, que ve a fer el que sigui, a més de ser actriu, i Bob Pop, un home molt conegut a les xarxes, que ve de la crítica televisiva, de blogs sobre tele, que serà una cosa així com el tuiter al plató, però que serà molt més que això. Tindrà un espai per a ell sol al plató, com una mena de cabina de ràdio equipada tecnològicament. Com veus, tot són canvis formals molt potents. I tot això bascula sobre una enorme taula rodona.

–¿Com diu? ¿Rodona?

–La taula tipus escriptori que teníem ja ha passat i entrem en una altra dimensió. Serà un escenari retratable els 360º, de manera que s’aprofita completament tot, amb aquesta taula com a centre. Però després, per les nostres característiques, que ara em disfresso, que ara hi ha una actuació musical, hi ha diversos espais que en qualsevol moment poden entrar en joc.

–Però manté l’estructura?

–No. Tots aquests canvis ja generen una altra estructura. Sí que hi ha un primer moment que pot recordar el monòleg, en què repasso cinc punts més enganxats a l’actualitat, i després vaig a la taula on hi ha moltes seccions però que tot sembli una sola secció. La pilota rodarà molt ràpida i amb un llenguatge televisiu més fluid que en altres èpoques.

–Quant temps dura l’espai?

–Uns 80 minuts diaris i, això és important, en directe. Disfrutarem…, i patirem. Però crec que el cos ens demanava això.

–Confessi: quants guionistes té per ajudar-los?

–Uns nou o deu. Aquest és un programa modest. Abans les televisions tenien molts més mitjans.

–Segueix amb Berto Romero com la seva mà dreta?

–Sí. És que ja estem més o menys ‘adossats’. Crec que he trobat en Berto el meu company ideal, sense desmerèixer tots els que han estat al meu costat al llarg de tots aquests anys. Quan tens una bona comunicació amb algú, no vols que s’acabi mai.

–Manté les entrevistes?

–Sí, però en aquesta etapa no tenen aquell pes monolític que tenien abans. Ara, els convidats (com David Trueba i Javier Cámara, aquest dilluns) s’integren a la nostra taula i els demanarem que opinin sobre els temes del dia. Més que acció hi haurà paraula. També és l’hora de parlar una miqueta més, encara que sigui de broma. És l’estil de programa, de l’esquetx. No crec que puguem fer entrar un elefant al plató, encara que si el tenim a l’abast, potser l’hi fiquem.