El otro día os dejé con Vesper llegando al palacete donde se desarrolla la escena culminante de ‘Casino Royale’. Atentos, que hay detalles que destripan la película. El exterior de ese edificio tiene un razonable parecido con la fachada del Palazzo Pisani, sede del Conservatorio Estatal de Música Benedetto Marcello.
Este caserón, levantado en 1876 en honor de ese compositor veneciano, está situado al lado del Campo Santo Stefano y muy cerca del Puente de la Academia, y ha contado con alumnos tan diferentes como la soprano Katia Ricciarelli y los cantantes Pino Donaggio y Patty Pravo. También se rodaron allí escenas de ‘One Chance‘ (‘Mi gran oportunidad: la verdadera historia de Paul Potts’. 2013).
En el interior del palacete, Bond se deshace de un tipo armado, mientras observa a Vesper que se encuentra con el hombre que vislumbró en Rialto: se trata del terrorista Adolph Gettler, a quien interpreta el actor alemán Richard Sammel.
Este descubre a 007 y un secuaz intenta ametrallar al agente desde una ventana, mientras el villano se hace con el maletín y amenaza con matar a la chica, mientras se bate en retirada a través de un patio en obras con el típico pozo veneciano y entran en el edificio, que está en proceso de reforma.
En Venecia, las casas están construidas sobre un auténtico bosque de pilares de madera sumergidos e introducidos a martillazo limpio en el subsuelo arcilloso de la ciudad. De ahí que toda la estructura del edificio en el que entra Daniel Craig en busca de Eva Green está apoyada sobre un sinfín de enormes dispositivos de flotación que sostienen los cimientos e impiden que todo el conjunto se hunda. Así que, cuando James Bond dispara a esos flotadores, todo el edificio empieza a hundirse en el Gran Canal.
Pero en toda esa maniobra, 007 no ha tenido en cuenta que Vesper se encuentra encerrada en el ascensor de la finca y, arrastrada en la caída, queda atrapada bajo el agua, sin que los esfuerzos de Bond para abrir la puerta logren salvar a su amada. Mientras el edificio acaba de hundirse ante la mirada atónita de la gente, el misterioso señor White recoge el maletín del dinero y desaparece discretamente.
Si hacemos caso de la posición de los curiosos que aparecen justo en la otra orilla, levantándose de las sillas de los restaurantes que hay justo enfrente para mirar asombrados lo que sucede, tal edificio debería estar justo enfrente del Campo Erberia y de la Fondamenta Riva Olio, entre el Mercado y el Puente de Rialto. Y en efecto, allí están las casas que quedan intactas, como el Palazzo Dolfin y el Palazzo Remer, asomados al Gran Canal, a los que se puede acceder desde la Salizada San Giovanni Grisostomo y el Campiello del Remer.
Pero no hay que asustarse. Ningún edificio fue derruido de verdad para esta escena. De nuevo fueron los estudios Pinewood, ubicados cerca de Uxbridge, una población al oeste de Londres, los que albergaron varios platós necesarios para rodar esas escenas: el patio veneciano en obras con su pozo, la caja del ascensor que se hunde en el agua y el edificio de tres pisos que acaba en ruinas en el agua.
Además, un modelo a escala de un tercio fue incrustrado digitalmente entre el resto de palacios del Gran Canal, como muestra el video. Por desgracia, la mayor parte de los decorados utilizados para recrear el palacete en obras desaparecieron pasto de las llamas el 30 de julio de 2006 al desencadenarse un incendio sin víctimas. Y por suerte, todas las escenas de esos platós ya habían sido rodadas.
Los últimos planos de 007 en Venecia son con Bond en el velero, mientras habla con M y descubre quién es el responsable de sus desgracias gracias a un último mensaje enviado por Vesper antes de morir y aquí llegamos a lo que será el desenlace de la historia, en un caserón junto al lago Como.
Para complementar esta entrada, nada mejor que un ‘cómo se hizo‘ de esa parte de la destrucción del palacio veneciano que podéis ver en un cortometraje de casi 24 minutos.
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