Como ya habréis visto en las entradas anteriores, cuando escribo en ‘Venecia de cine’ intento hacerlo siempre sobre aquellas películas que han sido rodadas íntegra o parcialmente en la ciudad de los canales. De vez en cuando hago alguna excepción, sobre todo cuando alguien me asegura que tal o cual filme incluye imágenes venecianas e intento comprobar si es cierto.
Ahora es mucho más fácil, ya que suelo encontrar el título en cuestion en alguna de las numerosas plataformas de streaming que hay en el mercado. Y si no la encuentro, intento alquilarla o comprarla. Esto me acaba de pasar con una adaptación de ‘Los tres mosqueteros‘ estrenada en el año 2011, ¡en 3D!, y que he comprado en Blu-ray, si bien después de hacerlo he descubierto que también estaba en Amazon Prime Video (en 2D, claro).
Vayamos al lío. La novela original de ‘Los tres mosqueteros‘ fue escrita en 1844 por Alejandro Dumas, pero está ambientada dos siglos antes, en el año 1625. Narra las aventuras de D’Artagnan, un joven gascón de familia noble venida a menos que, a sus 18 años, es enviado por su padre, un antiguo mosquetero, a París para que el chico siga sus pasos y se convierta en uno de aquellos afamados soldados franceses, al servicio del rey Luis XIII.
Tanto en la obra original como en las numerosas adaptaciones que se han realizado en el cine o la televisión, D’Artagnan sufre un par de peripecias en el camino y, tras llegar a la capital francesa, se topa con los tres mosqueteros más famosos y que dan título a la novela: Athos, Porthos y Aramis. Un primer encuentro que se inicia con tres retos a duelo pero que más tarde acaba convirtiéndose en amistad entre los cuatro personajes.
Su fidelidad al rey, el intento de salvaguardar el honor de la reina Ana de Austria, comprometido a causa de un collar y su relación con el duque de Buckingham, y su constante enfrentamiento con el intrigante cardenal Richelieu y los malvados de la hitoria, Milady de Winter y el conde de Rochefort, marcan el desarrollo de todas las tramas… hasta ahora.
Y digo hasta ahora, porque yo no recordaba ninguna versión de la obra de Dumas en la que apareciera la ciudad de Venecia. En ninguna, menos en esta adaptación, firmada por Paul W. S. Anderson, el taquillero director de las sagas de ‘Resident Evil’ (cinco títulos) y ‘Death Race’ (cuatro cintas), entre otras entretenidas películas.
Anderson no es ni gota de tonto y, por eso, la película es espectacular, muy al gusto del público juvenil: acción y aventuras por doquier y hasta unos barcos voladores supuestamente diseñados por Leonardo da Vinci.
Y un inicio para dejar boquiabierto al personal: en una Venecia nocturna y con fuegos artificiales. La cámara desciende hasta cerca del Gran Canal y se detiene junto a un canal y la entrada de un palacio donde hay un soldado de guardia.
Cubierto por una especie de máscara de submarinismo y traje negro, Athos sale del agua, con un par de espadas tipo ninja a la espalda, para deshacerse del primer vigilante y, luego, de un grupo de soldados.
Y allí, una dama bien vestida parece amenazarle, sin éxito. Ella es Milady de Winter, con el rostro de la bella Milla Jovovich, esposa del director desde 2009, madre de sus tres hijos y protagonista de los citados Resident Evil. Y lleva una llave en la mano que se introduce en el escote y a quien veremos convertida en una especie de Lara Croft vestida con con bonitos vestidos de época.
Además de ella y Athos (Matthew Macfadyen, ahora de moda gracias a la serie ‘Succession’ de HBO), también entran en acción sus colegas Aramis (Luke Evans, popular gracias a ‘Furia de titanes’, ‘Fast & Furious’, ‘El hobbit’ y ‘La bella y la bestia’) y el forzudo Porthos (Ray Stevenson, visto en las series ‘Roma’, ‘Black Sails’ y ‘Dexter’) para conseguir otras dos llaves.
Con ellas pretenden acceder a los sótanos de un palacio veneciano donde se guardan planos de algunas de las máquinas de Leonardo da Vinci. En concreto, los diseños de unas primitivas naves voladoras. La entrada de un puñado de soldados que pretenden impedir que el cuarteto robe los susodichos planos hará que, en su huida, el subsuelo del palacete salte por los aires y las aguas del canal hagan el efecto de un maremotos sobre los mosqueteros y la bella Milady.
Como veis, ese trepidante inicio se sitúa en un momento previo al de la novela original, que era la partida de D’Artagnan hacia París, personaje interpretado por Logan Lerman, el joven protagonista de la saga de películas de Percy Jackson. A destacar los malvados de la función: Mads Mikkelsen como Rochefort y Christoph Waltz como Richelieu. Completan el reparto Orlando Bloom, como Duque de Buckingham; James Corden como Planchet; Gabriella Wilde, como Constanza Bonacieux; Juno Temple, como la reina Ana, y Freddie Fox, como el rey Luis XIII.
¿La Venecia de verdad tiene algo que ver con la de esta versión de ‘Los tres mosqueteros’? ¡Naturalmente que no! La visión aérea de la ciudad y los fuegos artificiales son pura magia digital y la parte inicial del palacio se filmó en los famosos Estudios Babelsberg de Potsdam, situados al suroeste de Berlín. El canal veneciano y la entrada al palacio fueron recreados en un enorme tanque acuático de 500.000 litros de capacidad y cuatro metros de profundidad.
En cuanto a la gran sala que oculta la supuesta bóveda de Da Vinci esta corresponde a una localización real, el Antiquarium renacentista de la Residencia de Múnich, una de las magníficas salas del antiguo palacio de los reyes de Baviera, situado en el centro de esta ciudad alemana.
Y explicado todo esto, os preguntaréis por qué la incluyo aquí. Bueno, pues por puro afán completista. Pero, como hice con ‘Sombrero de copa‘, dejaré este y algún otro título en un capítulo aparte de la nueva edición de mi libro ‘Venecia de cine’.
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