Por estas fechas, las ONG nos recuerdan que si hemos de consumir y comprar regalos, podemos echar una mano y recurrir al comercio justo. Este año, además, le han añadido una G y han dejado un divertido lema: «consumo justo, con sumo gusto».
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Etiqueta: comercio justo
Olvidada aquella tontería de algunos comerciantes de querer retrasar las rebajas, mira por donde que estamos metidos de lleno en ellas…
Y como siempre que llegan me asaltan unas dudas terribles sobre su misterio: ¿cómo es posible que algo que cuesta 180 euros al inicio de temporada, pase a 100 al inicio de las rebajas y a 60 al final de las mismas?
Porque estoy seguro, de que los tenderos no son tontos y que, tanto al inicio como al final, algo ganan… No van a estar trabajando por nada.
Quizá, como dice mi apreciado amigo Lo Vilot, «uno de los secretos –que no lo es– que tenemos los comerciales en el momento de aumentar precios –la primera fase– es subirlo más de la cuenta para después, una vez recibes la queja –quién compra tiene la obligación de hacerlo–, bajarlos y hacer ver que quien compra te ha ganado la partida: es el descuento, el rappel, la bonificación… Es así de sencillo y, en realidad, mucho más complicado. Pues eso es lo que pasa en las rebajas».
De ahí, la pregunta del millón: ¿Si a 100 o incluso a 60 euros el producto en cuestión se pueden ganar la vida, por qué lo venden a 180? ¿No sería más fácil poner el precio más bajo desde el inicio? Los comerciantes , venderían muchos más productos a lo largo de más meses, sin tener que rebajarlos, y los consumidores quizá compraríamos sólo lo que necesitamos.
Pero, claro, seguro que, como ironiza Lo Vilot, siempre habrá alguien que encuentre caros los 60 euros y pretenda una rebaja… ¿Será nuestro pasado árabe el que nos obliga a regatear por todo?
No havia pensat tornar a parlar d’aquest tema, però quan en Benjamí Villoslada m’ha contestat a una felicitació prèvia amb una referència a l’associació Finestra al Sud, m’he posat a reflexionar.
Es tracta d’una associació que va néixer l’octubre de 1999 de la mà de S’Altra Senalla, agrupació de botigues solidàries de comerç just de les Illes Balears. Des de llavors, en duu a terme una tasca de difusió a Inca i voltants.
Aquest any han volgut donar «un to més crític» a la seva Nadala: «S’ofereix cooperativa de pagesos i artesans d’un país del sud per fer feina sota les condicions següents: salari digne, no acceptar mà d’obra infantil, igualtat entre homes i dones, respecte al medi ambient, funcionament democràtic i projectes de desenvolupament en benefici de la comunitat local».
Un missatge que, com ells mateixos diuen, «lluny de voler ser pessimista, vol recordar que la solució està en les mans de cada persona».
(si voleu sentir una entrevista, en Benjamí va parlar amb ells el divendres, 22, a Ona Mallorca)
No había pensado en volver a este tema, pero cuando Benjamí Villoslada me ha respondido a una felicitación previa con una referencia a la asociación Finestra al Sud, me he puesto a reflexionar.
Esta Ventana al Sur es una asociación que nació en octubre de 1999 de la mano de S’Altra Senalla, agrupación de tiendas de comercio justo de las islas Baleares. Desde esa fecha, lleva a término una tarea de difusión de este tipo de comercio solidario en la localidad de Inca y sus alrededores.
Este año han querido dar «un tono más crítico» a su postal de Navidad: «Se ofrece cooperativa de campesinos y artesanos de un país del sur para trabajar bajo las condiciones siguientes: salario digno, no aceptar mano de obra infantil, igualdad entre hombres y mujeres, respeto al medio ambiente, funcionamiento democrático y proyectos de desarrollo en beneficio de la comunidad local».
Un mensaje que, como ellos mismos dicen, «lejos de querer ser pesimista quiere recordar que la solución está en las manos de cada persona».
(si queréis oír una entrevista, Benjamí charló con ellos el viernes en Ona Mallorca)