El domingo, por razones profesionales, estuve inmerso en la emisión televisiva del maratón solidario de la cadena autonómica catalana, TV-3, en favor de los enfermos con lesiones medulares adquiridas. El resultado ha sido una impresionante recaudación, que habla mucho en favor del pueblo catalán.
Curiosamente, hasta ayer mismo no leí una muy interesante carta sobre el tema que hace referencia el titular.
Se titula «La cadena de la solidaridad» y la firma Aritz Cirbián (es mi hijo, pero ese dato no es lo importante en este caso).
Os la traslado tal cual, porque es una cuestión que me había pasado desapercibida y que él ha sabido encajar en estos momentos en que se nos llena la boca de la palabra solidaridad.
Se ha publicado en un diario, originalmente en catalán, y también en su propia web.

Este pasado domingo, la cadena Intereconomía realizó su propia maratón solidaria contra el paro con una recaudación de unos 700.000€, y les llenó de orgullo solidario.
El mismo día los catalanes donamos más de diez veces la cifra de Intereconomía (más de 7 millones de euros) para que la Fundació de la Marató de la televisión pública catalana los invirtiera en investigar las enfermedades y lesiones medulares y cerebrales. Y esto nos llenó de orgullo solidario.
Hasta este año 2010, porque puede que el nuevo parlamento la derogue, gracias al impuesto de sucesiones en Catalunya se recaudaban al menos 100 veces más de lo recaudado en la Marató de TV3. Sí, han entendido bien: 700 millones de euros.
Y yo me pregunto dónde está el orgullo solidario de ese 5% más rico de nuestra sociedad, que desde este año 2010 son los únicos que pagan dicho impuesto, y que tienen tantas ganas de hacerlo desaparecer.
¿Se dan cuenta de cuánta ayuda social, cuánta investigación y desarrollo, cuánta cultura, cuánta inversión podríamos mantener si cada año recaudáramos cien veces lo que se recauda en la Marató de TV3?
Yo me he dado cuenta, y no quiero ver cómo desaparece.