Dos señores de mediana edad hablaban esta mañana en el vestuario de un gimnasio del Eixample.
Uno le decía al otro: «Es una verguenza. Telecinco le paga una millonada a ese ladrón de Roldán para que salga en pantalla y le entrevisten».
El segundo le mira y le responde: «La culpa la tenemos nosotros, que miramos esa porquería».