Dentro de unos días llega a España Roger Waters, el que fuera líder de los Pink Floyd, con su espectáculo The Wall (El muro).
Supongo que aprovechando la circunstancia, los responsables de la revista Sin permiso publican esta semana unas reflexiones del músico sobre otros muros, más tangibles y crueles, como el de Palestina.
Es una carta abierta, en la que dice, entre otras cosas:

«En mi opinión, el control repugnante y draconiano que ejerce Israel sobre los palestinos de Gaza cercados y los palestinos de la Cisjordania ocupada (incluyendo Jerusalén oriental), así como la negación del derecho de los refugiados de regresar a sus casas en Israel, exige que las personas con sentido de justicia en todo el mundo apoyen a los palestinos en su resistencia civil, no violenta.
Allá donde los gobiernos se niegan a actuar, las personas deben hacerlo, con los medios pacíficos que tuvieren a su disposición. Para algunos esto significó unirse a la Marcha de la Libertad de Gaza; para otros, esto significó unirse a la flotilla humanitaria que intentó llevar a Gaza la muy necesitada ayuda humanitaria.»