Esta tarde, mientras en una asamblea informativa oíamos hablar de algunos aspectos de nuestro probable futuro personal y profesional, un par de compañeras han pasado a mi lado, fugaces, con los ojos brillantes por lágrimas contenidas.
«¡Ha muerto Mercè!», me han susurrado.
En ese momento, la tristeza del presente pasó por delante de cualquier negro futuro.
Mercè era, es,  Mercè Conesa, una mujer valiente, comprometida con el periodismo y con los más débiles, con aquellos que normalmente no tienen voz.
Hace unas semanas, en  diciembre, sus compañeros de profesión la premiamos por su labor de años y la hicimos un pequeño homenaje en el Colegio de Periodistas de Catalunya. Era, también, una forma de despedirnos si las cosas iban mal dadas, si el último tratamiento contra el cáncer no funcionaba.
Así ha sido.  Se nos ha ido. Tenía 55 años.

 Quien quiera leer más cosas sobre ella, puede hacerlo en estos enlaces de El Periodico, de La Vanguardia, del Avui… así como la noticia que se publicó de aquel homenaje (Los periodistas premian el tesón y el oficio de Mercè Conesa) y unas palabras que le ha dedicado ahora Arcadi Oliveres (Periodista con personal oficio y social beneficio), como ya hizo entonces.
Le hemos dejado muchas palabras en un libro de condolencias virtual que los compañeros del on-line colgaron minutos después de conocerse la noticia. 

«Incluso en tu reciente homenaje, querida Mercè, seguiste siendo tan humilde y generosa como siempre fuiste, sabiendo poner el acento en lo que realmente es importante: vivir la vida hasta el último suspiro pensando en los demás. Te echaremos de menos. «