La periodista Maite Gutiérrez explicaba ayer, en La Vanguardia, algo que ya sospechábamos: los buenos blogs son una excepción entre los políticos de partido. Entre los que abrieron uno para las elecciones del año pasado, la mayor parte los abandonó.

«Como remarca Antoni Gutiérrez-Rubí, asesor de comunicación y coautor del estudio La experiencia de las elecciones generales del 2008, el 60% de los cabeza de lista que lanzaron un blog de cara al 9 de marzo del 2008 abandonó la bitácora cuatro meses más tarde. Lo utilizaron como un mero «instrumento de marketing, no como una nueva herramienta de comunicación», dice. Mala idea, pues la creación y posterior abandono repentino de diarios digitales resta crédito al político».

Lo cierto es que si echas una ojeada, por ejemplo, al sitio catalán Poliblocs, puedes ver que hay 990 bitácoras censadas. Son muchas. Pero, en el fondo, es como si a los políticos les asustara el contacto directo con el elector, ¿no creen?