Parece, amigos, que ya hay acuerdo para mantener el sistema público de pensiones. O sea, que para salvaguardarlas y que no las borren de un plumazo, los sindicatos han pactado con el Gobierno el mal menor.
Lo cierto es que tendrán que explicarnos muy bien el asunto, porque en estos momentos, sobre todo quienes nos acercamos a la edad de jubilación, tenemos la sensación de que se nos pone la meta mucho más allá que a otros en plena carrera. Vamos, que se nos hace trampa.
No entiendo que habiendo el paro juvenil que hay en estos momentos, se alargue nuestra vida laboral, salvo que sea algo voluntario.
De la misma forma que no entiendo las prejubilaciones (despidos maquillados, en realidad) de compañeros de 50 y pocos años en Televisión Española, Radio Nacional y otros medios.
Y eso lo traslado a otras profesiones y empresas, donde se prescinde de personas con experiencia en sus lugares de trabajo para contratar a otras, sin ella, con la excusa de abaratar costes.
Estoy tan confundido como enfadado y necesito que alguien me lo explique alto y claro.
¿No os pasa lo mismo?