Hacía días que no os hablaba de Venecia pero quiero aprovechar que Eva García Sáenz de Urturi acaba de publicar un nuevo libro, titulado ‘El ángel de la ciudad‘ (Editorial Planeta) y ambientado en la ciudad de los canales, para daros de nuevo la turra con algunos escenarios venecianos, en este caso literarios.
En todo caso, seguro que os suena el nombre de esta escritora vasca, todo un fenómeno literario gracias en buena parte a su trilogía de la Ciudad Blanca, unas muy entretenidas novelas policiacas ambientadas en su Vitoria natal y protagonizadas por el inspector Unai López de Ayala, alias Kraken.
También, naturalmente, recordaréis que ganó el Premio Planeta en 2020 con ‘Aquitania‘, novelón histórico y de intriga centrado en Leonor de Aquitania, una noble francesa del siglo XII. El colega Carles Geli escribió este texto sobre ella en El País, que os situará mucho mejor que yo ahora. En todo caso, a mí me gustan sus novelas, la enorme documentación que maneja y los numerosos agradecimientos que cita en las páginas finales, que parecen sinceros.
Pero volvamos a ‘El ángel de la ciudad‘, novela que se ha situado ya entre los títulos más vendidos en Amazon y que seguramente será uno de los ‘top ten’ de la próxima jornada de Sant Jordi. Os aviso que no voy a destripar su trama, dado que aún no he leído la novela, cosa que espero hacer muy pronto.
Pero sí he querido situaros en cuatro puntos de la ciudad de los canales presentes en la obra y que la propia escritora cita en su entrevista con Berna González Harbour para El País Semanal, hace unos días, con fotos de Caterina Barjau. La mayoría de ellos son visitables, pero el último no lo conocía y no es fácilmente accesible.
El primer lugar que podéis visitar no está descrito en la entrevista, sino que aparece reflejado, sin citarlo, en un pie de foto. Pero curiosamente, ese punto lo descubrió la propia editorial en un tuit: el Campo San Vidal, a los pies del Puente de la Academia, donde está el taller de Ítaca, la madre de Unai. «Allí, empezará su vida en la ciudad, en un jardín inexpugnable que será su hogar y su refugio. Desde ese lugar, radiante de luz, le dará la espalda al mundo mientras pinta».
Muy cerca también de ese puente está el segundo escenario: el museo que acoge la Colección Peggy Guggenheim, en cuya terraza se encuentra la escultura que da nombre al nuevo libro de la autora vasca: ‘El ángel de la ciudad’, de Marino Marini, un jinete desnudo sobre un caballo que, desde 1948, muestra su pene erecto a todos los que navegan por delante del palacete en el Gran Canal.
El tercer punto es el famoso Puente de Rialto, el más bello de los cuatro que permiten atravesar el Gran Canal. Y a través de este se llega al Mercado de Rialto, a donde el personaje de Ítaca acude a menudo para hablar con Nicola, un amigo pescadero. Pasear por este colorido mercado es casi obligado para los visitantes. Escenario de numerosas películas, ‘The Tourist‘ supo sacarle bastante partido.
El cuarto escenario es la isla de Santa Cristina, donde la autora sitúa el misterioso incendio de un palacio al inicio de su novela. Como no conozco ni he podido visitar este lugar, he decidido localizarlo a través de Google Maps. Así he podido ver que que se trata de un pequeño islote de la laguna veneciana, situado al noreste del Aeropuerto Marco Polo, más allá de Burano y Torcello.
Es una isla privada, sólo accesible mediante una embarcación, cuya edificación principal es una villa con piscina que se alquila entero a precios prohibitivos: a partir de 25.000 euros el alquiler de una semana, según la época del año. Podéis encontrar más detalles en la web que la publicita.
En todo caso, rodeado de agua y un amplio jardín con árboles frutales, el caserón consta de un lujoso y moderno interior con sala de estar, un amplio comedor para 15 personas y nueve habitaciones (siete dobles y dos individuales) con baño privado cada una, además de cocina equipada por si te traes a un chef contigo.
Ignoro si Eva García Sáenz de Urturi visitó la isla y se alojó en la villa para ambientarse. Quizá sí. Otras veces no es necesario y la imaginación suple a lo que nuestra economía no llega. Este es mi caso.
Perdonadme una nota final sobre la palabra Kraken: además de ser el apodo juvenil por el que se conoce al policía protagonista y ser un ser mitológico (probablemente un calamar gigante) de las profundidades marinas, los amantes de la historieta solemos asociar ese nombre a la estupenda serie de cómics escritos por Antonio Segura y dibujados por Jordi Bernet
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