La vida de Paul Potts, un tímido, algo grueso y más bien patoso vendedor de teléfonos móviles galés con voz de tenor, que ganó el concurso Got Talent del Reino Unido del 2007, daba para tanto, que el director de cine David Frankel la convirtió en ‘One Chance‘, una película protagonizada por James Corden, actualmente convertido en un popular presentador nocturno de televisión.
Para que este filme aparezca en este blog tenía que haber sido rodado en la ciudad de los canales, como en efecto así fue: nada menos que en el mes de octubre de 2012, hace ahora 10 años. En una entrevista para la revista digital Groucho Reviews, Frankel explicó que le encanta Venecia, entre otras cosas porque se casó allí, en 1998, con Jennifer Beber (en la sinagoga española, nada menos) y que le gusta compartir sus sentimientos hacia la ciudad, como hago yo con vosotros.
La película se estrenó en 2013 con el título de ‘Un talento increíble’, si bien a veces aparece como ‘Mi gran oportunidad: la verdadera historia de Paul Potts’. La trama, escrita por Justin Zackham, tenía ecos de un ‘Billy Elliot’. Era un chaval de familia humilde, hijo de un conductor de autobús (encarnado por Colm Meaney) y la cajera de un supermercado (la efectiva Julie Walters), que sufría palizas a manos de otros críos. Apasionado de la música y con una gran voz, se integró en coros infantiles y luego estudió canto para eludir el acoso escolar.
Pero no lo tuvo fácil. Fue trabajando en empleos de subsistencia, interrumpidos varias veces por sus problemas de salud, causados por caídas (su extraña sonrisa se debe a un diente roto), atropellos y enfermedades varias, incluido un tumor, ya superado. Si bien acudió a varios concursos desde 1999, no fue hasta 2007, cuando ya tenía 37 años, cuando le surgió la oportunidad de presentarse a las pruebas de selección del Britain’s Got Talent, donde interpretó de manera soberbia el aria ‘Nessun Dorma‘, incluida en la ópera ‘Turandot’, de Giacomo Puccini, sorprendiendo al jurado y al público del programa.
Los hermanos Weinstein, Bob y Harvey (este último, condenado y en prisión por delitos de abuso sexual), compraron los derechos de las memorias de Potts, editaron un libro y, al mismo tiempo, encargaron la dirección del biopic a Frankel, responsable de ‘El diablo se viste de Prada‘. Para interpretar el papel de Potts contrataron a James Corden, un actor secundario inglés con cierto parecido al cantante que, gracias al éxito de la película, fue fichado por la cadena CBS de EEUU para presentar desde 2015 el espacio de madrugada ‘The Late Late Show‘.
Esta entretenida historia de superación con final feliz incluye unas pocas escenas en Venecia, pero el mejor cartel anunciador del filme fue, precisamente, Potts cantando a bordo de una góndola en el Gran Canal. Esta parte se rodó en la ciudad ahora hace diez años, entre el 14 y el 17 de octubre de 2012, e incluyó a bastantes figurantes locales, entre ellos muchos niños, que fueron contratados un mes antes.
La primera escena en Venecia se produce hacia el minuto 27, cuando el protagonista llama por teléfono a su novia, Julz (Alexandra Roach) después de varios días sin hacerlo. Ella está mirando un documental sobre osos pandas en su casa de Inglaterra mientras la cámara abre el plano sobre la cara de Paul y le muestra en un ‘vaporetto’, en el Gran Canal, acercándose al Puente de Rialto.
Paul le explica a Julz que vive en una casa con balcón veneciano (un pisito minúsculo) y después sale corriendo hacia donde estudia canto: «La escuela es brillante. Es un antiguo palacio del siglo XVI, justo en el corazón de la ciudad», le explica. Y le vemos llegar a la puerta del Conservatorio Estatal de Música Benedetto Marcello, cuya fachada también fue utilizada en ‘Casino Royale’.
La escuela ocupa el Palazzo Pisani y, como dice Potts en la película, es un lugar bastante céntrico: se encuentra en el Campiello Pisani, junto al Campo Santo Stefano y a un paso del Puente de la Academia, no muy lejos de San Marco. El filme muestra su característica fachada y algunas de sus aulas. Con un poco de suerte y pidiendo permiso, el viajero puede acceder a algunas de estas localizaciones, como el patio interior donde habla por primera vez con Alessandra.
Hasta conocer a Alessandra, papel que interpreta la actriz italiana Valeria Bilello (‘Una villa en la Toscana’, ‘Sense8’, ‘Lejos de ti’), Potts es casi incapaz de hacer amistades, dada su timidez. Pasea por Venecia y acude a exposiciones. Por ejemplo, tras zamparse un bocadillo junto a las escaleras de Santa Maria della Salute, visita un museo lleno de cuadros de Tintoretto. Por su aspecto y los artesonados del techo, parece ser la Gallerie dell’Accademia.
Cuando le preseleccionan para cantar ante Pavarotti, Alessandra insiste en que han de hacerlo muy bien, que de esa audición dependerá su futuro, y le propone practicar juntos. Poco a poco, su amistad se afianza, pasean por los canales y Alessandra le invita a comer con su familia. Y ahí se ve el tímido Paul comiendo tagliatelle entre ruidosos italianos y con la típica ‘mamma’ echándole más tallarines en su plato, en un bonito jardín que –creo– es el del Palazzo Malipiero.
En una progresiva compenetración musical, Paul y Alessandra preparan la pieza que han de interpretar en diferentes lugares, como el Campo Santo Stefano (donde toman una cerveza con otras amigas en una terraza de los bares de la plaza), una azotea (probablemente la terraza Settimo Cielo del Hotel Bauer) y la Plaza San Marco, donde, esa noche, su amiga le besa… pero el buenazo de Paul le dice que tiene novia. ¡Ay, este hombre!
Al día siguiente en el auditorio del conservatorio, Alessandra canta genial y logra el aplauso y el piropo de Luciano Pavarotti. En cambio, Paul Potts, muy nervioso e intentando poner alguna gota de humor, fracasa en su intento y cosecha unas duras palabras del famoso tenor: “Puedo escucharlo en tu voz. Te falta mucha confianza. Rodolfo nunca podría quedarse sin aliento como en este che giova. Para cantar ópera, es necesario robar el corazón de la audiencia, y no se puede robar a menos que tengas nervios de ladrón. Para mí, todavía no eres cantante de ópera”. Cruda realidad, que devuelve al personaje a la gris Inglaterra.
En la vida real, el cantante está casado desde 2003 con Julie-Ann Cooper, una simpática y regordeta joven a quien él llama Julz, a quien había conocido dos años antes a través de internet. En cuanto a Luciano Pavarotti, Potts recibió al menos una ‘masterclass’ del propio tenor, sin que podamos juzgar el grado de frustración del encuentro, plasmado de forma ‘más dramática’ en la ficción. Al parecer, en esa época, Potts recorrió el norte de Italia con una compañía de ópera de aficionados.
Os dejo aquí el vídeo de la actuación del verdadero Paul Potts el día en que sorprendió con su voz a los tres jurados del concurso de talentos y que en YouTube ha sido visto y oído por más de 100 millones de personas. Se le aprecia sus problemas dentales, que solucionó con posterioridad gracias al premio.
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