Cuando ya tienes el billete de avión en tus manos no te queda más remedio que empezar a pensar en qué ciudades vas a estar y dónde vas a dormir.
Es en ese momento, al revisar las fechas de los vuelos, cuando te das cuenta de que has cometido el típico error de cálculo: ese billete más barato para un martes con regreso también más barato para un jueves puede suponer muchos más días de estancia en el destino de lo que habías pensado y así, en lugar de una semanita o 10 días, te has de quedar allí cuatro o cinco más… y cuyas pernoctaciones has de pagar.
En nuestro caso también nos pasó, aunque ese exceso de días nos sirvió para visitar Irlanda con más tranquilidad.
Como yo soy un enamorado de las guías de viajes, no dudo nunca en comprar dos o tres de los lugares a los que voy: la Lonely Planet, la Michelin verde o la del Trotamundos son las opciones que suelo barajar, complementadas con las informaciones de las oficinas de Turismo del país en cuestión y webs especializadas en viajes.
Con las fechas en la mano y provistos de un folio en el que mi mujer había indicado en grande los días que teníamos que permanecer en el país, empezamos a diseñar el mapa de la ruta y los días que precisábamos en cada lugar.
Después de varios viajes largos de estas características, si es posible y se tiene tiempo y dinero, yo sugiero pasar dos noches en cada punto estratégico es más descansado y permite un turismo relajado. Supongamos que sales de Dublín con destino a Belfast, por ejemplo. Puedes ir visitando diferentes lugares entre ambas ciudades hasta media tarde, momento en que puedes llegar al hotel o el B&B de Belfast para descansar y cenar. Así, al día siguiente, ya estás en la capital del Ulster y puedes recorrerla con tranquilidad. Tras pasar la noche en ella, puedes reemprender el itinerario otra vez, hasta otro punto clave.
En nuestro caso, como nos fallaron algunas reservas, fuimos combinando este método con el de pasar una sola noche en algunas ciudades, que tampoco es malo, aunque descansas menos.
Nuestro itinerario final fue el siguiente: Cork (2), Lisburn (1), Belfast (1), Derry (1), Sligo (2), Clifden (1), Galway (2), Tralee (2) y Cork (2). En total 14 días, de los que cuatro estuvimos en Cork, donde permanecimos más días para estar junto a un familiar nuestro. En una vuelta a la isla yo no reduciría esas dos semanas.