Estos días andaba buscando un libro de viajes de Jan Morris titulado ‘Venecia’, que es quizá lo mejor que se ha escrito sobre sobre la ciudad de los canales en este género viajero. En la búsqueda, estuve deambulando el pasado domingo por entre los puestos del Mercat de Sant Antoni de Barcelona.
De tanto en tanto, me acercaba al vendedor de un puesto con textos de viajes, historia o arquitectura, y le preguntaba si tenía algún libro de esos temas sobre Venecia. Pero nada. No había suerte. En un tenderete localicé uno, bastante ilustrado, sobre música veneciana, pero lo deseché por ser muy sencillo.
De repente, en uno de los pasillos de entrada al mercado, pregunté sin demasiada esperanza al encargado. Para mi sorpresa, me aseguró que tenía varios, pero en Premià de Mar. Vaya, pensé. Qué mala suerte. Pero el hombre, que se me identificó como Àlex Pons, me pasó su tarjeta y su correo electrónico, para que le escribiera y recordara mi petición. Estaba un poco desilusionado, pero al ver el nombre de su librería, abierta en 2019, pensé que era una señal: L’Illa del Tresor.
Cuando llegué a casa y me conecté al ordenador, eché una ojeada a su web. Me gustó mucho la frase “Un espacio, muchos tesoros” sobre una foto en blanco y negro con la portada del cuento ilustrado ‘Mil abrazos y un pellizco largo’ (Lumen), de Albert Arrayás. También la forma de presentarse: “Documentalistas de formación y libreros de vocación. Ofrecemos un espacio para curiosear, descubrir y disfrutar con nosotros de libros con muchas historias que contar”. Y su lema: “Creemos en el valor de los libros y disfrutamos dándoles otra oportunidad”.
Pues nada, al día siguiente escribí a Àlex recordándole mi petición y me respondió al poco rato que no tenía el libro que yo estaba buscando (¡lástima!), pero sí otro: “Tengo a mano un ejemplar de ‘Historia de Venecia’ (Almed editorial, 2009), de John Julius Norwich. Es de tapa dura y en perfecto estado, cosido, descatalogado en este formato”. Me decía el precio (muy correcto) y que también “debo tener un par más, antiguos, en inglés”.
Hijo de un vizconde, título nobiliario que también heredaría, Norwich (1929-2018) fue un diplomático inglés y uno de los mejores y más populares historiadores británicos recientes, siendo autor de numerosos libros, programas de radio (presentó hasta un concurso de la BBC, ‘My Word!’) y unos 30 documentales para televisión. Durante unos años, a inicios de los años 70, fue presidente de la fundación sin ánimo de lucro Venecia en Peligro, dedicada a recaudar fondos para diferentes proyectos de restauración en la ciudad italiana.
Yo ya había usado esta ‘Historia de Venecia’ (“una obra fundamental e indispensable”, en palabras de mi admirada Jam Morris) como referencia en mis guías, ya que la red de bibliotecas de Barcelona me ha permitido consultarla cuando la necesité, pero mi glotonería de coleccionista bibliófilo me empujó a pedirle a Àlex Pons que me la trajera este domingo a Barcelona. Y esta mañana, puntual, me he acercado a su puesto en el Mercat de Sant Antoni para recoger la obra: más de 700 páginas de amena erudición histórica.
Mientras le pedía el libro, Àlex me ha comentado que el cliente con el que estaba hablando también era un gran fan veneciano. Ha echado un vistazo al volumen y, con un “ah, sí, Norwich”, ha asegurado tenerlo en su biblioteca. Luego hemos intercambiado unas palabras: él también ha visitado Venecia en más de 15 ocasiones, desde que tenía 19 años, cuando viajó allí por primera vez.
Era el momento de identificarme, pensé, y explicarles que había escrito una reciente guía veneciana y mi ‘Venecia de cine’, que espero actualizar pronto. El hombre, algunos años mayor que yo, se ha presentado como abogado y profesor universitario, de nombre Joan Ramón Rodoreda. Y en efecto, el señor es, ni más ni menos, que director honorífico del Máster en Empresa Internacional y Comercio Exterior del Instituto de Formación Continua de la Universidad de Barcelona. Toda una agradable sorpresa.
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