He de confesar que he perdido una pequeña apuesta con un compañero de trabajo; una semana de cafés, no se asusten.
Fue más listo que yo. Yo aposté a que TVE utilizaría alguna artimaña para evitar que Rodolfo Chikilicuatre fuera el representante español en Eurovisión; y él, que Baila el Chiki chiki sería la canción ganadora de la noche del sábado. A la vista está mi miopía al respecto.
Y además, TVE acabará por forrarse con el invento: está logrando una buena audiencia y ha vuelto, quizá sin querer, a poner en boca de todos el nombre de un festival obsoleto.