Esta mañana nos hemos ido a descubrir el Delta del Llobregat.
Su cercanía a Barcelona y al aeropuerto de El Prat de Llobregat, hacen que muchas veces nos olvidemos de este atractivo rincón, del que podéis encontrar información en la web de Consorcio del Delta y La puerta del Delta.
En cuanto a los aviones, verlos pasar a pocos metros sobre tu cabeza y aterrizar luego es una experiencia que nos devuelve a la infancia.
Mi vieja moto, una Yamaha SR 250, la rotonda junto a las pistas, la señal de ceda al paso y el propio aeroplano que se disponía a aterrizar eran una tentación… y un titular lógico, ¿no?
Eh! Trasteando con el RAW!
🙂
Solo un poquito de contraste 😉