A medianoche, lo más normal es estar de juerga, si se tiene cuerpo y edad. Si no se cumplen estas premisas, lo habitual es sestear en el sofá, a la espera de que el calor amaine para hacer fosbury hacia las sábanas.
A esa hora del martes, TVE-1 emitía otra vez Peligrosamente juntos, con un Robert Redford 20 años menos arrugado que ahora, a la espera de ofrecer la continuación de Conexión Pekín, que en aquellos momentos acababa en La 2. Era el momento de dejar de zapear y pinchar La 2. Era la hora del espacio más esperado de la jornada: ¡Gomaespuma nius!, el mismo informativo que el lunes nos había deleitado con una divertida –única por sus características– entrevista con el príncipe Felipe y Letizia.
Y apareció el trío calavera: la presentadora Carmen Opausia, su compañero Felipe Luquín y el malhumorado opinador Aitor Tilla. Estos dos últimos ocultaban, bajo el indisimulado peluquín del primero y el pelucón rubio del segundo, a Juan Luis Cano y Guillermo Fesser, el dúo cómico Gomaespuma.
Llegaron las nius y un enviado especial a la Expo de Zaragoza presentó una original iniciativa antisequía: los aljibes humanos –un embudo en la cabeza y un par de garrafas en las caderas–, antes de que Opausia conectara con el equipo de corresponsales en Pekín. O sea, Cano y Fesser de paisano, en un plató de la capital china. Era Pasando olímpicamente, un programa para quedarse.
La copresentadora oriental, Yue Yang, nos explicó el secreto de la ausencia de ancianos en nuestros restaurantes chinos: los abuelos, en cuanto pueden, endosan a los jóvenes sus trabajos, se jubilan y vuelven a su país. Como lo intentamos todos. Luego, la pareja dio paso a Rubén Amón, que nos descubrió que en estos JJOO hay mucha tercera edad: una corredora cuarentona, una ciclista cerca de los 50 y hasta un jinete de 71 años que participó en los Juegos Olímpicos de Tokio de 1964.
Finalmente, en el apartado de nuestros posibles medallistas, nos presentaron al hispanodominicano José Kelvin de la Nieve, «un tipo más negro que un tizón», el único boxeador español en los Juegos, eliminado finalmente ayer. Le preguntaron al pequeño púgil cuál era su secreto para ganar un combate. Respondió: «Dar rápido y que no te den». Como en la vida misma.