El día 7 de este mes de junio se cumplirán dos años del adiós del gran Chicho Ibáñez Serrador, y el 24 de abril, medio siglo del inicio de las emisiones de una de sus geniales creaciones, el mítico programa de televisión ‘Un, dos, tres, responda otra vez‘, un popular concurso que marcó toda una época en la pequeña pantalla.
Pero Chicho era muchas más cosas, y no lo digo por sus ‘Historias para no dormir’ (que ha tenido una reciente revisión actualizada), ni por sus dos estupendas películas: ‘La residencia’ (1969) y ‘¿Quién puede matar a un niño?’ (1976), sino por su personalidad. Por esta razón, en forma de homenaje, he querido recuperar una vieja entrevista que le hice hace ahora cuatro décadas, cuando él tenía 46 años y llevaba diez de éxito televisivo, mientras yo era un pipiolo de 24 primaveras. El texto se publicó el 14 de marzo de 1982 en El Dominical de El Periódico.
Seguir leyendo