Quienes ejercemos el periodismo con seriedad repudiamos ciertas formas de trabajar de presuntos colegas que actúan en nombre de no se sabe qué interés público.
El penúltimo ejemplo, porque seguramente habrá más, es el del tratamiento informativo del asesinato de la joven Marta del Castillo. Pero unos días atrás lo fue un joven que mató a sus padres… ¡hace 15 años!
Mi compañero Ferran Monegal escribía ayer (publicaba hoy, en El Periódico) sobre la increíble, intolerable, entrevista que Nacho Abad había llevado a cabo a una adolescente, novia del presunto homicida, en el programa Rojo y negro de Telecinco. El diario El Caso, a su lado, era una hoja parroquial.
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