Sólo cinco jugadores, Belletti, Gio, Iniesta, Oleguer y Thuram, además de otros miembros del equipo técnico del Barça, acudieron hace un par de días a una visita no oficial a Nelson Mandela, premio Nobel de la Paz. Un aplauso para ellos.
Es lamentable y, sobre todo, triste ver cómo un grupo de jóvenes futbolistas, niños mimados millonarios, dejan pasar la oportunidad de visitar a todo un símbolo de la lucha contra el racismo y por la libertad en Suráfrica y en todo el mundo.
Por extensión: ¿cuántos chicos y chicas prefieren jugar con la consola antes de ir a ver a sus abuelos?
Mandela es un abuelo de 89 años, de salud delicada. Una visita era sólo cuestión de imagen, de buena educación, de respeto hacia quien fuera héroes de este país africano. No daba ningún rédito, ningún beneficio económico.
No visitarlo supone mucho más que una falta de respeto, mala educación y pésima imagen.
This website uses cookies to improve your experience. We\'ll assume you\'re ok with this, but you can opt-out if you wish. Leer más