Me llega un mensajito desde Cannes: «Echa una ojeada a este ‘link‘.»
El enlace en cuestión me lleva a la imagen que estáis viendo: «10 Talents To Watch In Spanish Cinema».
Sí, sí, ahí están los diez jóvenes talentos del cine español a vigilar, a tener en cuenta.
Y en segundo lugar, estrictamente en orden alfabético, Aritz Cirbián es uno de esos diez, para Emilio Mayorga, el corresponsal de la famosa revista Variety.
La lista entera es esta: Eduardo Casanova, Aritz Cirbián, Mayi Gutiérrez Cobo, Laia Costa, Leticia Dolera, Irene Escolar, Belén Funes, Juanjo Giménez, Jose Luis Montesinos y Clara Roquet.
Por lo que veo, sólo otra chica y él son del ramo de la producción. ¡Uau!
Salto de alegría y empiezo a enviar el enlace a los amigos.
Toca abrir una segunda caja de baberos…
Etiqueta: aritz cirbian
Es domingo y me he decidido a aportar una pequeña cantidad en calidad de micromecenas de ‘Metamorphosis‘, que ya ha sido seleccionado para participar en el Festival de Cine de Málaga y en el Docs Barcelona.
Diréis que para qué quieren la pasta. Muy fácil: «Aunque está prácticamente acabada, si esta película no llega a la gente, el trabajo hecho será en balde». Nuestras aportaciones son para hacerlo posible.
De hecho, cada día hay más películas americanas que pasan por las salas y copan las proyecciones. Ver otro tipo de cine es posible, si logra nuestro apoyo.
El documental ‘Metamorphosis’ está dirigido por Manuel Pérez, el realizador de la interesante película ‘Frontera‘ (podéis ver la ficha en Filmaffinity, por ejemplo), y retrata la construcción de la candidatura ciudadana de Barcelona en Comú desde abajo, a través de Laia, una de las personas que se integraron en la candidatura barcelonesa.
En ese sentido, se aleja del retrato de Ada Colau Ballano, que es la protagonista de otro documental, para ser un retrato de la gente que empuja desde abajo. Eso es lo que más me ha interesado a la hora de aportar unos euros al #crowdfunding del equipo, en cuya producción aparece Mikel Mas, que ya había estado en la citada ‘Frontera’, y mi hijo, Aritz Cirbián.
Los tres son los productores de la película, o sea, los que arriesgan su dinero, aunque los mecenas les echemos una mano.
Yo lo he hecho de forma humilde. Quien pueda y quiera más, aquí tenéis el enlace de Verkami para clicar, leer y quizá aportar.
Anexo del día 17
Por los pelos, pero el equipo de ‘Metamorphosis’ lo ha logrado en las últimas horas de crowdfunding: 12.850€ logrados sobre los 12.000€ necesarios para hacer más visible este documental.
Enhorabuena.
Este lunes, día habitualmente horroroso, por aquello de volver al curro (y aquí soy aún afortunado de tenerlo), es especialmente feliz para mi, como padre.
Mi hijo, Aritz Cirbián, forma parte del equipo que ha sacado adelante el filme que acaba de ganar el premio Gaudí a la mejor película catalana del 2015.
Su título, ‘El camino más largo para volver a casa’, es también una metáfora de lo que ha costado realizar esta pequeña obra independiente, en la que ha trabajado mucha gente a lo largo de muchos meses y en cuya financiación también han participado cientos de micromecenas.
En el enlace de la gala emitida por TV-3, podéis ver el discurso de Sergi Pérez y de Aritz Cirbián, hacia el minuto 18 de la segunda hora.
En este enlace de Fotogramas podéis leer una entrevista con el director, Sergi Pérez.
Y en este otro, de Jot Down, un análisis muy interesante del filme.
Aún tengo por casa, mal encuadernados, los primeros números de El Víbora, revista de cómics que reunió en sus páginas gente como Nazario, Mariscal y Gilbert Shelton. Y también a Max, Beá, Sento, Ceesepe, Pàmies, Montesol y hasta un primerizo Daniel Torres pre-línea clara, incrustrado entre los dibujantes de la entonces llamada línea chunga.
Unos amantes de la historieta, que llevan por nombre Guillermo A. Chaia y Javier R. Cortés (guión y dirección, a partir de una idea del primero), con Aritz Cirbián en la producción, han parido Sólo para supervivientes, un estupendo documental sobre aquella revista rompedora y transgresora, que se presentará muy pronto en sociedad.
Encara tinc per casa, mal enquadernats, els primers números de El Víbora, revista de còmics que va reunir a les seves pàgines gent com Nazario, Mariscal i Gilbert Shelton. I també a Max, Beá, Sento, Ceesepe, Pàmies, Montesol i fins a un primerenc Daniel Torres pre-línia clara, incrustrado entre els dibuixants de la llavors anomenada línia xunga.
Uns amants de la historieta, que porten per nom Guillem A. Chaia i Javier R. Cortés (guió i direcció, a partir d’una idea del primer), amb Aritz Cirbián a la producció, han parit Sólo para supervivientes, un magnífic documental sobre aquella revista trencadora i transgressora, que es presentarà ben aviat en societat.
Hace unos días os explicaba que mi hijo, Aritz Cirbián, joven director de producción surgido de las filas de la ESCAC, ha puesto en marcha el proyecto Tots els camins de Déu (Todos los caminos de Dios), junto a compañeros de escuela como la directora Gemma Ferraté y el guionista Eduard Solà, con Oriol Vila (foto) como posible protagonista.
Como hay pocos productores que quieran arriesgar su dinero y necesitan financiación para poder rodar la película, han puesto en marcha una campaña de crowdfunding (en inglés, microfinanciación colectiva). Necesitan llegar a 32.670 euros para poder empezar a rodar en septiembre. El global de la producción no supera los 100.000 euros, una vigésima parte de una peli española normal.
¿Por qué es tan barata? Porque tienen la experiencia del rodaje previo, por ejemplo, de Puzzled love, largometraje colectivo que tanto interés despertó entre el público y la crítica del Festival de San Sebastián, al ser realizado con muy poquito presupuesto y la ilusión de sus 13 jóvenes realizadores.
¿Qué pasaría si no llegaran a esa cifra? Pues que os devolverían el dinero: de hecho, cuando hacéis una aportación (desde 2 euros en adelante), esta no se cobra, no se hace efectiva hasta la fecha tope del 6 de septiembre.
Pero yo estoy seguro de que lo conseguirán con nuestra ayuda, porque ahí estamos la familia, los amigos, los conocidos y todos los que creéis en el cine: somos pequeños mecenas.
Merece la pena invertir. Yo lo he hecho: confío en ellos.
Fa uns dies us explicava que el meu fill, Aritz Cirbián, jove director de producció sorgit de les files de l’ESCAC, ha posat en marxa el projecte Tots els camins de Déu, al costat de companys d’escola com la directora Gemma Ferraté i el guionista Eduard Solà, amb l’Oriol Vila (foto) com possible protagonista.
Com que hi ha pocs productors que vulguin arriscar els seus diners i necessiten finançament per poder rodar la pel·lícula, han posat en marxa una campanya de crowdfunding (en anglès, microfinançament col·lectiva). Necessiten arribar a 32.670 euros per poder començar a rodar al setembre. El global de la producció no supera els 100.000 euros, una vintena part d’una pel·li espanyola normal.
Per què és tan barata? Perquè tenen l’experiència del rodatge previ, per exemple, de Puzzled love, llargmetratge col·lectiu que tant interès va despertar entre el públic i la crítica del Festival de Sant Sebastià, en ser realitzat amb molt poc pressupost i la il·lusió dels seus 13 joves realitzadors.
Què passaria si no arriben a aquesta xifra? Doncs que us tornarien els diners: de fet, quan feu una aportació (des de 2 euros i superiors), aquesta no es cobra, no es fa efectiva fins la data límit del 6 de setembre.
Però jo estic segur que ho aconseguiran amb la nostra ajuda, perquè aquí estem la família, els amics, els coneguts i tots els que creieu en el cinema: som petits mecenes.
Val la pena invertir. Jo ho he fet: confio en ells.
Hace unos 25 años, cuando un director y productor de cine me dejó con el culo al aire una semana antes de empezar el rodaje de un corto, la respuesta fue arriesgar lo que teníamos ahorrado para unas obras y tirar para adelante con las ilusiones que un amplio equipo de personas (más de 25 técnicos, un puñado de actores y un sinfín de amigos) habíamos puesto en un proyecto.
El resultado fue el cortometraje Quizá no sea demasiado tarde, del que ya os hablaré otro día.
He querido citar este hecho porque, aunque dirigida por mí, aquella película la hicimos entre todos los que participamos en ella sin cobrar nada o perdiendo pasta (al final, al cabo de tres años, logramos casi-casi cubrir los gastos).
Al margen de la calidad final del producto, que uno siempre se cuestiona, nunca me he arrepentido de ello.
Por ello, os invito a leer y, si os apetece, a participar de un proyecto que impulsa mi hijo, Aritz Cirbián, un joven director de producción, surgido de las filas de la ESCAC, responsable de, por ejemplo, Puzzled love, ese largo colectivo que tanto interés despertó entre el público y la crítica, al ser realizado con muy poquito presupuesto y la ilusión de sus 13 jóvenes realizadores.
Con el nombre de Niu d’Indi, Aritz y varios compañeros de la escuela, como la directora Gemma Ferraté, el guionista Eduard Solà, el director de fotografía Daniel Fernández-Abelló, y los responsables de la dirección artística Víctor Santacana, y sonido, Marc Bech, entre otros, han puesto en marcha un guión arriesgado, y más en estos tiempos que corren.
Se trata de Tots els camins de Déu (Todos los caminos de Dios), una historia que toma como eje, modernizado, actualizado, al personaje más innombrable de la Tierra desde hace 21 siglos: Judas, el tipo que traicionó a Jesucristo. En principio, Oriol Vila sería su protagonista.
Aritz y sus amigos citan el cine inclasificable de Albert Serra y Gus Van Sant (Last days, por ejemplo) como referentes. Cine indie.
Sí, amigos, hacer cine independiente es casi un suicidio.
Pero ahí están estos jóvenes que ponen sobre la mesa un proyecto que no supera los 100.000 euros:
Nota: os recuerdo que una peli española normalita no baja de los dos o tres millones de euros y que cualquier actor de Hollywood no se quita las gafas de sol por menos de diez millones de dólares.
Acaban de poner en marcha lo que en inglés llaman una campaña de crowdfunding, de microfinanciación colectiva, y quieren llegar a 32.000 euros para poder empezar a rodar en septiembre.
Estoy seguro que lo conseguirán. Con vuestra ayuda, la de todos nosotros. Merece la pena invertir en ellos. Son nuestro futuro, amigos.
Fa uns 25 anys, quan un director i productor de cinema em va deixar amb el cul a l’aire una setmana abans de començar el rodatge d’un curt, la resposta va ser arriscar el que havíem estalviat per unes obres i tirar endavant amb les il·lusions que un ampli equip de persones (més de 25 tècnics, un grapat d’actors i una infinitat d’amics) havíem posat en un projecte.
El resultat va ser el curtmetratge Potser no sigui massa tard, que ja us en parlaré un altre dia.
He volgut citar aquest fet perquè, tot i dirigida per mi, aquella pel·lícula la vam fer entre tots els que participàrem en ella sense cobrar res o perdent diners (al final, al cap de tres anys, vam aconseguir gairebé-gairebé cobrir les despeses).
Al marge de la qualitat final del producte, que un sempre es qüestiona, mai m’he penedit d’això.
Per això, us convido a llegir i, si voleu, a participar d’un projecte que impulsa el meu fill, Aritz Cirbián, un jove director de producció, sorgit de les files de l’ESCAC, responsable de, per exemple, Puzzled love, un llarg col·lectiu que tant interès va despertar entre el públic i la crítica, en ser realitzat amb molt poc pressupost i la il·lusió dels seus 13 joves realitzadors.
Amb el nom de Niu d’Indi, Aritz i diversos companys de l’escola, com la directora Gemma Ferraté, el guionista Eduard Solà, el director de fotografia Daniel Fernández-Abelló, i els responsables de la direcció artística Víctor Santacana, i so, Marc Bech, entre d’altres, han posat en marxa un guió arriscat, i més en aquests temps que corren.
Es tracta de Tots els camins de Déu, una història que pren com a eix, modernitzat, actualitzat, el personatge més innombrable de la Terra des de fa 21 segles: Judes, l’home que va trair a Jesucrist. En principi, Oriol Vila seria el seu protagonista.
Aritz i els seus amics citen el cinema inclassificable d’Albert Serra i Gus Van Sant (Last days, per exemple) com a referents. Cinema indie.
I fer cinema independent és quasi un suïcidi.
Però aquí estan aquests joves que posen sobre la taula un projecte que no supera els 100.000 euros:
Nota: us recordo que una pel·li espanyola normaleta no baixa dels dos o tres milions d’euros i que qualsevol actor de Hollywood no es treu les ulleres de sol per menys de deu milions de dòlars.
Acaben de posar en marxa el que en anglès anomenen una campanya de crowdfunding, de microfinanciació col·lectiva, i volen arribar a 32.000 euros per poder començar a rodar al setembre.
Estic segur que ho aconseguiran. Amb la vostra ajuda, la de tots nosaltres. Val la pena invertir-hi. Són el nostre futur, amics.
Aquest diumenge, per raons professionals, vaig estar immers en l’emissió televisiva de La Marató solidària de TV-3, en favor dels malalts amb lesions medul·lars adquirides. El resultat ha estat una impressionant recaptació, que parla molt de com és el poble català.
Curiosament, fins ahir mateix no vaig llegir una molt interessant carta sobre el tema que fa referència el titular.
Es titula «La cadena de la solidaritat» i la signa Aritz Cirbián (és el meu fill, però aquesta dada no és l’important en aquest cas).
Us la deixo aquí tal qual, perquè és una qüestió que m’havia passat desapercebuda i que ell ha sabut encaixar en aquests moments en que se’ns omple la boca de la paraula solidaritat.
S’ha publicat en un diari català i també al seu propi web .
Aquest darrer diumenge, la cadena Intereconomía va fer la seva pròpia marató solidària contra l’atur amb una recaptació d’uns 700.000 €, i això els va omplir d’orgull solidari.
El mateix dia els catalans vam donar més de deu vegades la xifra d’Intereconomía (més de 7 milions d’euros) per a que la Fundació de la Marató de TV3, la televisió pública de Catalunya, els invertís en investigar les malalties i lesions medulars i cerebrals. I això ens va omplir d’orgull solidari.
Fins aquest any 2010, perquè és possible que el nou parlament la derogui, gràcies a l’Impost de Successions, a Catalunya es recaptaven almenys 100 vegades més del que va recaptar la Marató de TV3. Sí, ho han entès bé: 700 milions d’euros.
I jo em pregunto on és l’orgull solidari d’aquest 5% més ric de la nostra societat, que des d’aquest any 2010 són els únics que paguen aquest impost, i que tantes ganes tenen de fer-lo desaparèixer.
Se n’adonen de quantes polítiques socials, quanta investigació i desenvolupament, quanta cultura, quanta inversió podríem mantenir si cada any recaptéssim 100 vegades el que va recaptar la Marató de TV3?
Jo me n’he adonat, i no vull veure com desapareix.