En esa locura llamada NBA, un virus que les pasa por la cabeza y el bolsillo a los grandes jugadores españoles de baloncesto de vez en cuando, acaban de dar calabazas a medias a Ricky Rubio, el joven jugador de la Penya.
Por eso, me ha gustado leer las cuatro verdades que Luis Mendiola, uno de los mejores periodistas españoles especializados en baloncesto, le canta al aún jugador del DKV Joventut de Badalona en un artículo de El Periódico de Catalunya, apropiadamente titulado «Minnesota… ¿y por qué no la Penya?»
«Es un buen momento para que él y los suyos puedan restablecer los puentes de diálogo con la Penya. No tendría sentido que Ricky y su familia acabaran tirándose los trastos a la cabeza con la directiva del club que aman. Y, deportivamente, posiblemente esa salida le convenga más que ninguna.»
Veremos a ver qué hace. En su página web, de momento, parece que no lo tiene nada claro.
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