El American Film Institute ha hecho públicas las frases más famosas de la historia de «su» cine, el de Hollywood. Pero los colegas norteamericanos –unos 1.500 críticos y especialistas– son listos: hablan de ellos. Al enemigo, llámese cine europeo u oriental, ni agua.
Pero, críticas al margen, hay que reconocerles la labor de recordarnos diálogos que han hecho historia … como la ganadora, la frase usada por Clark Gable para despedirse de Vivien Leigh en Lo que el viento se llevó: esa «Frankly, my dear, I don’t give a damn» y no la suavizada «Francamente, querida, me importa un bledo», aunque ésta pueda sonar mejor que la otra.
Una sugerencia: visiten su espacio web. Es un placer para cualquier cinéfilo: podrán ver las listas de años anteriores, como la dedicada a las 100 canciones más famosas, el año pasado, y los 100 mejores héroes y villanos, del año anterior…