Justo hoy, pasada la noche de verbenas, cuando ya estamos en el día de San Juan y acaba de empezar el verano, me ha dado por pensar en el tipo que ganó el famoso mejor trabajo del mundo, aquel concurso que se montaron en el Estado australiano de Queensland para promocionar su turismo.
La idea no estaba nada mal: darle un curro de seis meses a alguien para que hiciera de guardián de la Isla Hamilton, una de esas paradisíacas islas situadas en la gran barrera de coral, cuyo coste era relativamente ínfimo, a cambio de una de las mejores campañas publicitarias de todos los tiempos, que ha dado la vuelta al mundo y ha sido hasta premiada en Cannes. Claro, que se ha de incluir el sueldo del agraciado, unos 70.000 euros, cifra que no está nada mal, la verdad…
Pues eso, que me he acordado del tema y he buscado al ganador, un chico inglés llamado Ben Southall, de Petersfield (Hampshire), que ya ha empezado a escribir alguna cosilla en el blog que le han montado para hablar de su aventura: El mejor trabajo de Ben (Best job Ben), continuación de The life and times of Ben Southall.
Y como ahora empezamos vacaciones, tampoco olvidemos el sitio de la propia isla, claro, por si alguien tiene suficiente dinero para irse allí de viaje.
Yo, la verdad, no lo tengo, así que opto por paraísos más cercanos, como las playitas españolas… Aquí, cerquita, tenemos la Costa Brava y la Costa Dorada, por ejemplo.
Y si se tercia, pues una escapadita a las Baleares, sin ir más lejos…
(Si queréis echarle una ojeada, recordad que estas páginas están en inglés. Si no os importa leer una traducción a pelo, la página del Instituto Cervantes y Google tienen un par de buenos traductores en línea.)
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