Tengo un compañero que acostumbra a aporrear el teclado del ordenador cuando la máquina se cuelga, ese término que indica que tarda más de lo habitual en desarrollar las funciones habituales para las que está programado.
Es una forma de desahogarse.
En estos casos, como comentaba con un amigo informático, lo mejor es tener paciencia y esperar a que el aparato acabe de realizar alguno de los procesos que está realizando.
Aún recuerdo la lentitud de los viejos procesadores (los pentium, en sus diversos grados, por ejemplo).
Por todo ello me gusta una frase que el amigo Ermengol Bota suele acompañar a todos sus mensajes:
«Los ordenadores no resuelven problemas, ejecutan soluciones».
Pertenece, creo, a Laurent Gasser, que fue uno de los responsables de la firma francesa Microcost y fundador y director general, desde hace tres años, de Revevol, empresa que ayuda a crear empresas 2.0.
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