Acabo de leer en mi diario esta noticia de agencia que dice lo siguiente:

«La Policía Nacional ha desarticulado en Sabadell (Vallès Occidental) una banda internacional dedicada a falsificar tarjetas de crédito que posteriormente usaban para comprar artículos de lujo o pagar astronómicas cuentas, entre ellas una noche de fiesta en un club de alterne que costó cerca de 5.000 euros.»

Aunque parezca una tontería y provoque nuestras sonrisas, imaginad por un momento la tragedia del pobre hombre a quien le han clonado su visa. No sólo le han esquilmado la cuenta sino… ¿cómo le explica a su mujer que él no ha sido, que él no ha ido a ningún puticlub? Lo dicho: un drama…