Lo de negra y gorda podría sonar a provocación o a racismo. No es así.
Muchos africanos se mueren de hambre y están famélicos; muchos afroamericanos están mal alimentados, pero son enfermizamente gordos.
Todo esto viene a cuento de la protagonista de esta historia: una adolescente negra y gorda, pobre y casi analfabeta.
Ella es Claireece Precious Jones (interpretada por la joven actriz Gabourey Sidibe), el eje central de la película Precious. Es un filme basado en Push, la primera y hasta ahora única novela de la escritora y poeta estadounidense Ramona Lofton, más conocida como Sapphire, que ha ganado numerosos premios, como el del Festival de Sundance. Coproducida por la famosa Oprah Winfrey y dirigida por Lee Daniels, cuenta con colaboraciones de dos famosos cantantes: Lenny Kravitz y Mariah Carey, quien también canta.
Es una historia dura, terrible, que habla de abusos en el seno de una familia pobre y, en este caso, negra. ¿Pero cuántas veces ocurre esto en otras partes del mundo, donde los más pequeños y, en especial, las niñas y adolescentes, sufren abusos de todo tipo por parte de adultos, muchas veces familiares próximos?
La película, como la novela, son estadounidenses y su eco es global, pero denunciar estos hechos es cosa de todos, estemos donde estemos.
Anexo del 22 de noviembre: Elvira Lindo habla de este tema y explica un caso similar en el artículo Preciosa, en el diario El País.
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