Lluís Segura (Barcelona, 1973) es un cineasta surgido de la ESCAC, la prestigiosa Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Catalunya. En ella fue profesor de dirección y guión durante seis años, y coordinó y produjo dos de los primeros filmes colectivos de sus alumnos, la simpática ‘Puzzled love’ (2011) y ‘Los inocentes’ (2013), del género de terror.
Lo que se sabe menos es que Segura pertenece a la primera promoción del centro, la misma en la que se formaron JA Bayona, Kike Maíllo, Roser Aguilar y Guillem Morales, entre otros. Con los dos primeros colaboró en los guiones de sus cortometrajes ‘Mis vacaciones’ y ‘El hombre esponja’, de JA, y ‘Los perros de Pavlov’, de Kike. Director de varios cortos y un largometraje, realizador de anuncios publicitarios y guionista de otros trabajos, hace un par de años escribió un divertido ‘Diccionario sexual supremo’. Ahora se estrena en la literatura de ficción con ‘Contagiados de amor’, una novela “romántica y canalla en tiempos de la covid-19”, como asegura en su portada.
– Director de cine metido a escritor. ¡Vaya cambio!
– No, no. Yo hago lo que siempre he hecho: contar historias. Y puedes hacerlo con imágenes o con un texto. Y si supiera hacerlo de otra forma, con otras artes, lo haría. Si supiera hacer teatro, lo haría con una obra de teatro, por ejemplo. Me gusta ir cambiando, porque me aburro muy rápido. Siempre estoy escribiendo guiones, con lo que aquí tampoco hay mucha diferencia.
– Y una historia ¡romántica y canalla!
– Es que quería contar algo rápido. Tenía que actuar con urgencia, porque no me daba tiempo a convertirlo en algo audiovisual.
– Lo dice porque la centra en una convivencia durante los dos meses de confinamiento…
– Sí. La historia de amor que se desarrolla entre un soltero empedernido y una mujer por culpa del estado de alarma. Y lo que, en principio, era una relación ocasional se transforma en otra cosa.
– Utiliza el gancho de ‘basado en hechos reales’.
– La novela está dentro del apartado de ‘ficción biográfica’ de Amazon. Unir biografía y ficción parece un contrasentido, pero es así. El libro está basado en lo que nos ha pasado a mi pareja y a mí durante estos meses, algo de lo que yo iba tomando notas cada día. Los acontecimientos hicieron que la estancia de mi chica se alargara semanas cuando en principio sólo tenía que pasar la noche en casa. Hechos dramáticos y complicados, malas noticias que nos han ido uniendo más. Algo que también te muestra cómo son las personas realmente. Y al final, lo que era un rollo de una noche se convierte en muchas noches más, conoces más a la persona y te vas enamorando… o no. Si los lectores compran la novela, ya lo verán [ríe].
– ¿Dónde se puede encontrar la novela?
– En Amazon, tanto en su formato digital como en papel. En el primer caso, la novela cuesta 2,99€ y en el segundo, 10,38€. Ahora está de oferta, o sea, que se animen los lectores, porque pronto tendré que subir un poco el precio.
– ¿Cómo la ha editado?
– Pues me la he autoeditado, porque las editoriales estaban un poco remisas a hacerlo. Con una amiga, Esther Fernández, que me ayudó a publicar mi anterior libro, ‘Diccionario Sexual Supremo‘, hemos creado un sello, Le Book, y nos hemos lanzado a la piscina para autoeditar libros. Yo ya tengo tres más en marcha y hay amigos que se han interesado en la idea para que publiquemos los suyos.
– ¿Esther Fernández? ¿Procedente también de la ESCAC, como usted?
– Sí. Ella estudió en la ESCAC y me ha ayudado en la producción de varios cortos míos. Es muy creativa y hace muchas cosas.
– Usted también es director de cine y guionista. ¿Cómo lo lleva?
– El cine lo tengo un poco dejado de la mano de dios. He preferido ponerme a escribir, porque con todo este parón del virus y me he dedicado mucho a la escritura. Ya tengo preparadas tres o cuatro historias que se convertirán en libros, algunos más avanzados que otros, pero que van a salir ya.
– Y que se pueden transformar en una película o en una serie, porque este ‘Contagiado de amor’ tiene todo para ser un guion de cine o de tele.
– Sí, sí. Estos libros son muy susceptibles de convertirse en una peli o una serie. Ojalá.
– Dice que tiene el cine algo abandonado, pero usted, que estuvo involucrado en los primeros guiones de los cortos de JA Bayona, sigue siendo uno de sus asesores.
– He sido el asesor creativo de un par de películas de JA, sí. De ‘Un monstruo viene a verme’ y de ‘Jurassic World: El reino caído’.
– ¿En qué consistía su trabajo?
– Es como un ayudante de dirección, pero antes del rodaje. Asesoras también sobre el guión y también sobre el montaje posterior. Es como una mano en la que se apoya el director para no estar solo en la preparación de una película y/o en la postproducción de la misma.
– ¿En la última?
– En ‘El señor de los anillos’ no he colaborado. Era un encargo de Amazon, empezó a rodar, tuvieron que para por la pandemia y hace una semana han vuelto a reiniciar el rodaje.
– Usted dirigió dos cortos, ‘Doroteah’ (1999) y ‘¡Nena!’ (2008) antes de debutar en el largometraje, con ‘El club de los buenos infieles’ (2017).
– En efecto. La podéis ver en Netflix.
– Hubo críticas que la tacharon de “machista”
– Cada uno puede interpretar lo que quiera de una obra, pero no es machista. Al revés. Critica a los hombres de una forma divertida y cómica. Expone sus debilidades, miedos y defectos, y eso no creo que se pueda definir como machista. Fue mal vista de manera injusta. En el equipo había muchas mujeres y gustó a muchas espectadoras. En ningún momento mi intención era hacer una película machista sino enseñar a todo el mundo que, a veces, los hombres tenemos actitudes ridículas y hay que cambiarlas. En la película, los hombres son inicialmente de una forma y acaban de otra manera; han evolucionado como personas. ¿Era una película sobre la infidelidad masculina? Sí, pero no era machista. Era un tema complicado y me metí en un lío. Pero yo necesito películas que toquen temas difíciles.
– ¿Algún proyecto nuevo?
– Escribí el guion de un cortometraje llamado ‘Beef’, dirigido por Ingride Santos, que ha tenido un montón de galardones nacionales e incluso ganó el premio al mejor corto del prestigioso Festival de Cine de Miami. Con su realizadora estamos escribiendo la versión largometraje de la historia, una trama muy realista sobre una adolescente que quiere triunfar en la música trap.
– ¿Y alguna película propia en mente?
– Tengo muchas en mente, pero ahora voy a escribir esos libros y luego intentaré que se conviertan en películas. Levantar proyectos cinematográficos hoy en día es muy complejo. Y he descubierto que escribir un libro es igual de difícil pero mucho más rápido… Y muchísimo más barato, y más asequible. Esto me permite ir sacando ideas de esta especie de embudo de proyectos que tengo en mi cerebro, porque si no serían cosas que no sacaría nunca. Son películas en formato libro. Y como suele decir que el libro siempre es mejor que la película, aquí ya tienen el libro.
– El amor (o el terror o el crimen) en los tiempos del… coronavirus.
– Creo que hay que hacer arte, cine, libros, sobre lo que estamos viviendo, la pandemia y todo lo que nos está pasando. Hay pocas cosas y hay que hacer mucho, porque de lo que pasa sólo sabemos lo que dicen los políticos, los médicos y los periodistas. Ahora mismo, del virus y la pandemia tenemos información de ese calibre. Pero, ¿y del amor? ¿Dónde lo hemos aprendido antes? En los libros, en las películas, en el teatro. ¿Y ahora? Nos falta el punto de vista artístico y deberíamos hacer más cosas sobre este tema. Me pongo a ver películas y está todo desactualizado. Y yo necesito que se actualice todo. Ya sé que se están rodando cosas, pero necesito que haya más. Por ejemplo, ves ‘Fiebre del sábado noche’ y la discoteca abarrotada y piensas, ¡¡pero qué hace toda esa gente bailando en sin mascarilla!!
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