Sobre el desastre de Nueva Orleans se ha dicho casi de todo. Pero se ha de reconocer que la nota que acaba publicar la federación catalana de ONG supone un punto de vista crítico a tener muy en cuenta, sobre todo por parte de un Gobierno que se dice de izquierdas.

Resumo aquí algunos párrafos del texto de la misma.

La FCONGD se solidariza con el sufrimiento de las víctimas, la procedencia étnica y social de las cuales revela que se trata de personas pobres y mayoritariamente negras. Denunciamos el abandono de la población por parte de las autoridades competentes que deja a la vista las nefastas consecuencias de una estrategia (la liberal) basada en el recorte constante de los recursos públicos y de los programas de ayuda social básica, que se materializa en un incremento progresivo de la pobreza.
(…)
Aun cuando la asistencia a las víctimas es perfectamente legítima independientemente del lugar dónde se produzca una catástrofe y de la procedencia geográfica de la ayuda, sí que es necesario esclarecer que estos fondos no pueden salir de la Ayuda Oficial al Desarrollo. Estados Unidos ocupa el número 10 en el índice de desarrollo humano (…), lo cual no nos permite calificar este país precisamente de pobre ni de receptor de esas ayudas. Por lo tanto, no es ético que los gobiernos donantes y sus instituciones y organismos públicos especializados (…) desvíen partidas de las mismas por atender las necesidades de la población afectada por el huracán.
La imprevisión e incapacidad mostradas por el Gobierno de EEUU por gestionar la crisis contrastan con el volumen de las inversiones que destina a (…) la guerra y la ocupación de Irak. (…)
[Todo ello] da suficientes pistas para constatar que el desastre humanitario se podía haber evitado y que se ha desencadenado de forma nefasta a consecuencia de la imprevisión y la mala gestión gubernamental.