No sé si os ha pasado alguna vez que tras comprar un diario o una revista, ésta se ha quedado en el revistero porque no tuvistes tiempo de leerla.
Y llega un día en que, a punto de hacer limpieza, descubres un suplemento dominical, no reconoces la portada, echas una ojeada a su interior y descubres algo interesante qué leer.
Siempre hay algún artículo, una entrevista o un reportaje que te hace pensar. Y aunque quizá sea una forma de miranos el ombligo, lo cierto es que me preocupa profundamente el futuro del periodismo, la profesión que elegí hace más de 30 años y que me sigue entusiamando día a día. Este blog es un ejemplo de ello, más allá del trabajo diario en una redacción.
Hablando con un familiar, que tiene dudas sobre la supervivencia del periodismo, recordé un magnífico artículo de José Luis Barbería, que había dejado aparcado, entre otros papeles…
Se titula Elogio del periodista, lo podéis encontrar en la web de El País y, entre otras cosas, llega a esta conclusión, que comparto:
«El problema no estaría entre el nuevo y viejo periodismo, sino entre el bueno y el malo, en la urgencia de restablecer la relación perdida con el público.»
Ofrece un cita de Bill Keller, editor de The New York Times:
«Pese a nuestras desgracias, creo con todo mi corazón que los periódicos, ya lleguen a la puerta de casa, a su portátil, a su iPhone o a un chip implantado en su corteza cerebral, estarán con nosotros durante tiempo».
Y concluye:
«Así que, asfixiados y desconcertados, pero no acabados, todavía. Se busca información rigurosa y honesta de lo que pasa en la calle; o sea: la receta clásica del periodismo.»
Y en eso estamos.
«La sociedad demanda un periodismo serio», diu en Barbería. Aquí està la clau d’una llarga vida per al periodisme i els periodistes. Hem de ser seriosos i rigurosos amb la informació i, de vegades, les pròpies empreses són les que desvirtuen la professió. Potser, entre tots els que estem en actiu, hauríem de reivindicar seriositat i rigurositat per a la nostra feina. La precarietat també la desvirtua.