Escribir es un placer y un sufrir…
Hoy he leído en el suplemento Babelia, del diario El País, una crítica literaria de «El turno del escriba«, novela de las escritoras argentinas Graciela Montes y Ema Wolf.
¡La han escrito a cuatro manos! Qué maravilla poderlo hacer.
No sé si la novela será buena o no, porque aún no la he leido, pero me atrae su chup-chup interno, su juego metaliterario: un copista que quiere dar forma literaria a los recuerdos de su compañero de celda en la prisión… ni más ni menos que Marco Polo.