Siempre he admirado la agudeza e ironía de Elvira Lindo, a veces lindante con cierto humor absurdo. Pero otras veces, las menos, me sorprende gratamente con dardos acerados y directos, como hoy mismo en la contra de El País. Habla, en La percha, de desfiles y modelos, con una frase inicial cargada de mala uva: «Quisiera asistir a un desfile de modelos pero sólo consigo asistir a un desfile de perchas». Entre otras cosas, Lindo se pregunta, cual Manolito Gafotas, por qué el mundo de la moda desprecia «el natural encanto del cuerpo femenino, sus curvas». Y llega, al final, al «caso» Kate Moss. La perversión moral de ese mundillo al que «le gustan las mujeres de imagen enfermiza, apartan a las viciosas y saben de sobra que muchas veces una cosa y otra van de la mano».