El verano tiene algunas peculiaridades en los medios de comunicación: a falta de grandes noticias, que en general suelen ser las de carácter político, cualquier nimiedad puede convertirse en una gran noticia.
Por ejemplo, el pobre tiburón de la playa del Miracle, en Tarragona, convertido en protagonista de los últimos días. ¡Si casi ha tenido más minutos en televisión que el terremoto de Perú! Por no citar el cuentagotas de la sangría iraquí, que ya parece una rutina. Es la vieja máxima periodística: un muerto en la calle de al lado es noticia de portada; cien en un atentado con coche bomba en Irak, es una nota a pie de página.
Volviendo al tiburón. Acaba de morir en el Aquarium de Barcelona. Pobre.
Sólo por comparar: ¿saben que en un país como Argentina matan a más de un millón de vacas al mes para alimentar a la población? Y sin ir más lejos: ¿saben que en España matamos miles y miles de cerdos al día para hacer jamones, chorizos, butifarras y otros filetes que luego nos zampamos?
Lo dicho… Pobre tiburón.