Como os decía el otro día, para poder escribir el capítulo sobre ‘The Italian Job‘ en mi libro ‘Venecia de cine‘ tuve que armarme de paciencia y ver, una y otra vez, la secuencia del robo del oro y la posterior huida de la lancha que conduce Jason Statham para averiguar la localización del palacete donde acontece.
Como recordaréis, la motora en cuestión era la barca en la que también estaba Mos Def y Seth Green, que se acercaba a un muelle para recoger a Mark Wahlberg y Donald Sutherland. Los cinco hombres se dirigían por un canal relativamente estrecho hasta llegar a la altura de un garaje acuático, donde atracan.
En esta captura de pantalla se ve la verja que se abre, a la izquierda. Al fondo aparece el Gran Canal y, en la otra orilla, un ‘palazzo’ con un jardín a la derecha. No hay muchos edificios así en Venecia. La confirmación viene cuando, cometido el robo, la motora sale pitando de debajo del palacete y entra en la mayor vía acuática de la ciudad.
Después de haber viajado allí varias veces y haber recorrido el Gran Canal en el vaporetto número 1, un paseo que recomiendo siempre a quienes visiten Venecia, además de echar una ojeada a las estupendas imágenes grabadas por Google Street View pronto me confirmaron que el edificio en cuestión era el Palazzo Malipiero y su jardín anexo.
Sólo me quedaba ver qué había delante de este último. El plano en el que aparecen los bomberos y la policía veneciana para ver qué ha pasado en el párking acuático me ratificaron la sensación inicial: el lugar del robo del oro es el Palazzetto Stern, un coqueto hotelito del barrio de Dorsoduro, situado junto a la parada de Ca’ Rezzonico.
Si bien su estructura original véneto-bizantina de dos pisos es de inicios del siglo XV, el tiempo se encargó de deteriorarla. Comprado por la familia del banquero francés Louis Stern (1840-1900), que reparó el edificio, su aspecto neogótico data de inicios del siglo XX. Tras una nueva y cuidada restauración, la que fuera residencia privada de los Stern pasó a ser el hotel de lujo actual.
Para ver el hotel desde el exterior, el Campo San Samuele justo enfrente, en la otra orilla del canal, ofrece un plano panorámico muy bonito. Además, tenéis al lado mismo el Palazzo Grassi, el último de los edificio monumentales de la República de Venecia antes de su caída.
Proyectado por el famoso arquitecto Giorgio Massari y levantado entre 1748 y 1772, ahora es un lugar emblemático de exposiciones, ya que alberga la colección de arte moderno y contemporáneo de François-Henri Pinault, famoso empresario francés de firmas de lujo y marido de la actriz mexicana Salma Hayek.
Volviendo al palacete Stern, si el lector quiere verlo de cerca, lo mejor es descender en la parada de Ca’ Rezzonico de la línea 1 del vaporetto y llegar hasta la entrada del hotel por la calle del Traghetto Vecchio. Normalmente la entrada lateral está abierta y nadie impide que echéis una ojeada a la bonita terraza del hotel y a su fachada, en la que destaca una pequeña escultura situada en un extremo. La misma figura que puede verse en esta captura de pantalla.
Ver el estrecho canal por donde se mueve la motora, el Rio di Malpaga, es algo más difícil, pero lo podéis lograr desde un poquito más lejos, en cualquiera de los dos pequeños puentes que lo cruzan.
Recordaréis que, tras lograr hacerse con el botín, una parte del grupo efectúa una maniobra de despiste mientras el resto, con trajes de submarinistas, espera para cargar el oro y huir tranquilamente.
La motora, con solo dos tripulantes a bordo (Statham al volante, como acostumbra, y Green), sale del embarcadero y entra en el Gran Canal, dejando que los mafiosos vean desde la ventana (del hotel), que llevan una caja de caudales a bordo.
Uno de los delincuentes salta a su propia lancha e inicia la persecución a toda velocidad –que no fue tanta, porque la policía veneciana no les dejó pasarse de la raya–. La carrera prosigue: la primera motora salta por los aires y rodea una góndola junto al Rio del Ognissanti, mientras que los malos destrozan otra góndola por la mitad junto al famoso Squero di San Trovaso, el astillero allí situado.
La huida en lancha es trepidante y concluye junto a unos canales que pasan bajo las vías del tren y el Ponte della Libertà, en una zona portuaria a la entrada de la ciudad. Los malos quedan varados en un montón de arena, mientras los buenos logran escapar su camino. Finalmente, la cámara se alza de nuevo sobre el Gran Canal y la Basílica de la Salute para despedirse de Venecia.
Una aclaración, que quizá no sea necesaria: los responsables de la película no se cargaron el suelo del Palazzo Stern, naturalmente. El edificio veneciano fue recreado en unos estudios de la ciudad californiana de Downey, en una zona que había sido propiedad de la compañía de aviación Boeing.
Y un par de curiosidades para finalizar esta entrada. La primera: Donald Sutherland volvía a Venecia después de 30 años, ya que había protagonizado su atormentado personaje en la mítica ‘Amenaza en la sombra’, de Nicolas Roeg, en 1973. De ella también hablaremos en ‘Venecia de cine’.
Y la segunda: ‘The Italian Job’ fue la segunda vez y última, por ahora, en la que compartieron protagonismo Mark Wahlberg y Charlize Theron, quienes ya habían actuado juntos en el filme ‘La otra cara del crimen’ (2000), tres años antes. La imagen del final feliz con la parejita en Venecia se rodó al mismo tiempo que el inicio de la película para aprovechar la presencia del equipo en la ciudad.
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