Hace unos días me crucé con una sombra vestida de negro y alzacuellos y caí en la cuenta que se trataba del padre Apeles, el famoso, famosísimo sacerdote que copó ciertos programas televisivos durante toda una época, en los años 90 del siglo pasado.
La curiosidad me pudo y, cómo no, googleando llegué a su blog.

¡Qué bonito! ¡Qué fotos más chulas! Sobre todo las de Navidad…
En su perfil aparece esta autodescripción:

«José-Apeles Santolaria de Puey y Cruells. Barcelona, Cataluña, Spain. Abogado, periodista, presentador de televisión, detective, traductor jurado, P.R., escritor y conferenciante.»

Impresionante. Pero… ¿qué será P.R.?
Luego sigue con algunas cosas sobre sus gustos:

«Me encanta el champagne, los pasteles, los vinos y los quesos franceses, el whisky escocés, las naranjas sicilianas, la horchata y la paella valencianas, la pasta italiana (fettucine ai funghi porcini), la ternera argentina (bife de lomo), el jamón extremeño, la torta del Casar, el salmón noruego, el caviar ruso, las fritelas venecianas, el chocolate suizo, los waffen, las fresas recubiertas con salsa de chocolate, las cerezas picotas, la nata muy repujada, el «bloody Mary», el Cacaolat frío con ron, la ironía y el buen humor.»

Y añade:

«Soy católico, apostólico, romano y monárquico» (como Salvador Dalí). También, florentino, renacentista, aristotélico-tomista y pesimista. Además, epicúreo y del Barça. Ecologista no fanático, vegetariano no practicante, flâneur infatigable, anarquista de derechas y «frívolo, pero no superficial».

Ahí es nada. ¿Lo de P.R. quizá se refiera a public relations? Sin duda.