Doña Espe se ha situado a la sombra de don Mariano y apuesta, como su líder, por la teoría negacionista del cambio climático.

«Mariano Rajoy restó ayer importancia al cambio climático aludiendo a un primo suyo, catedrático de Física de la Universidad de Sevilla. «Yo de este asunto sé poco, pero mi primo supongo que sabrá». Y añadió: «‘Oiga, he traído aquí a diez de los más importantes científicos del mundo y ninguno me ha garantizado el tiempo que iba a hacer mañana en Sevilla. ¿Cómo alguien puede decir lo que va a pasar en el mundo dentro de 300 años?», se preguntó el líder de la oposición. Y acabó con un «no podemos convertir esta cuestión en el gran problema mundial».

Vamos, como Bush, hasta hace poco. Pero es que el señor Rajoy estaba frente a unos cuantos empresarios, en Baleares, y era cuestión de decir algo así como «¡Señores, no se preocupen, que no es para tanto, que la cosa va para largo!».
Y todo por no perder unos cuantos votos cuando lo que toca es reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Sánchez Dragó, al menos, se autocolocó unas orejas de burro.