Doña Espe se ha situado a la sombra de don Mariano y apuesta, como su líder, por la teoría negacionista del cambio climático.
Vamos, como Bush, hasta hace poco. Pero es que el señor Rajoy estaba frente a unos cuantos empresarios, en Baleares, y era cuestión de decir algo así como «¡Señores, no se preocupen, que no es para tanto, que la cosa va para largo!».
Y todo por no perder unos cuantos votos cuando lo que toca es reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Sánchez Dragó, al menos, se autocolocó unas orejas de burro.