Dentro de una semanita empieza el Salón del Cómic de Barcelona, que este año, entre otras muchas cosas, dedica una exposición a los 20 años de autor profesional de Cels Piñol, quizá el único dibujante que ha conseguido seguir siendo un fan (o tal vez un fancazador) y vivir de ello.
Y no tan solo eso, sino que hasido capaz de escribir una novelita semiautobiográfica y hacerme sonreír con sus aventuras de aprendiz de padre.