El blog del periodista Txerra Cirbian

Categoría: Cine (Página 6 de 12)

Un Storify sobre 007

Hace unos días, en una clase de periodismo digital, el profesor citó como herramienta de trabajo en la web a Storify.

En Clasesdeperiodismo.com lo explican así:

«Es una manera de contar historias usando contenido de los llamados medios sociales. Permite compartir tuits, actualizaciones en Facebook, fotos (también de Flickr e Instagram), sonidos y videos. Las historias que se crean son interactivas y fáciles de compartir e insertar en sitios web»

En efecto, he hecho esta prueba y es fácil. No deja de ser un copiar-y-pegar que adquiere forma de imagen embebida en tu web o en tu blog. Bonito y barato. La originalidad está en lo que explican los otros en los recortes que incorporas a tu sitio.

Daniel Craig pasea por Venecia en Casino Royale

Esta noche, aprovechando que Spectre ya está en los cines, Antena 3 emite Casino Royale, la primera película con Daniel Craig como James Bond… y la última vez que 007 se paseó por Venecia.
En mi libro Venecia de cine hablo de los escenarios reales de la ciudad donde se rodó este filme. Os explicaré algunos lugares que podréis reconocer viendo las aventuras del personaje.

Para empezar, Bond, para no ser menos, entra a lo grande en la ciudad: ¡en velero! Su novia, Vesper, maneja el timón del barco, el Spirit, y deja Murano a estribor para encarar la Fondamenta Nuove por babor. El barco se desliza desde el puente de los Scalzi hacia el de puente de Rialto, en paralelo al Mercado, donde Vesper entrevé al malo de la película y prosigue en dirección al puente de la Academia a través del Gran Canal.

Inciso: ningún velero puede pasar por debajo de ningún puente veneciano, a no ser que corte, doble o abata el mástil…

Hagamos un corte, para no desvelar demasiado la trama.

Bond ha de perseguir a su chica desde el hotel donde estaban alojados hacia San Marcos. Por cierto: la de problemas que tuvieron para rodar esta escena, en pleno verano y con cientos de turistas en la famosa plaza.

007 mira a un lado y a otro de los soportales de la plaza y la cruza corriendo en busca de una sucursal bancaria: el Basel Bank.En realidad, es la Banca Commerciale Italiana, situada en la esquina noreste de la plaza y con un típico cajero automático en su interior.

Pero la chica se aleja con un maletín en la mano a través del Sotoportego del Cavalletto, subiendo las escaleras del puente homónimo. Nada ha cambiado en ese callejón, incluido un hotel de la cadena Best Western cuyo cartel anunciador puede verse perfectamente en la película.

Vesper se aleja de la zona, atraviesa el Sotoportego de le Colonne y el puente anexo y llega a las puertas de un vestusto palazzo, donde se desarrolla la escena culminante de la película, que ya no os explicaré.

Sólo os diré que el exterior del edificio tiene un parecido más que razonable con la fachada del Palazzo Pisani, sede del Conservatorio Estatal de Música Benedetto Marcello, levantado en 1876 en honor de ese compositor veneciano, contemporáneo de Antonio Vivaldi.

Si leer más cosas de esta y las 36 películas que integran el libro, podéis pasaros por la editorial Ecos o Amazon, y con sólo un clic bajará a vuestra tableta o smartphone.

Collage veneciano

Estas imágenes las tomamos hace justo un año, cuando estaba preparando el libro ‘Venecia de cine‘.
Muestran ese fenómeno tan molesto para los venecianos y los turistas que son las mareas altas extraordinarias.
En cambio, a mí me gustan…
En una de las películas del libro, la encantadora y triste a un tiempo La pequeña Venecia (Shun Li y el poeta), aparece claramente el fenómeno, que ahora os explico.
Las acqua alta son las mareas altas extraordinarias que afectan a Venecia, Chioggia y otras zonas de la laguna en algunas épocas del año, entre mediados de otoño y el inicio de la primavera.
Se considera acqua alta cuando la marea supera los 90 centímetros por encima del nivel normal. Pocas veces pasa de 120 centímetros, pero cuando ocurre provoca daños gravísimos. Con 135 centímetros, como en el 2004, se inunda el 80% de la capital.
Las autoridades avisan de la llegada del acqua alta al despuntar el alba mediante una alarma, una sirena que avisa de la crecida. Efectúan cierto número de toques en función de la altura prevista para la marea alta (100, 110, 120 centímetros y superiores).
Como solución tradicionalestán unas pasarelas de madera que permiten circular por encima del agua en las zonas inundadas. Los venecianos salen de sus casas con las botas de agua puestas y los turistas suelen optar por bolsas de plástico sobre los zapatos. Rara vez salen indemnes.

Orson Welles y los libros

Todos los homenajes que se le están haciendo estos días a Orson Welles, genio y figura del cine, me ha recordado las tres paginitas que hace 20 años (sí, ¡20 años! ya) le dediqué en un librito que escribí sobre la historia del cine.
Era un pequeño libro, que me encargó el malogrado Ricardo Gil, el que fuera director de Marketing de la exhibidora Cinesa durante un montón de tiempo, coincidiendo con el centenario del séptimo arte y cuyo destino eran los niños que acudían a las salas de su empresa.
Visto con esa perspectiva, creo que el libro era útil para lo que se pretendía. Nada comparable a cualquier estudio de los colegas que se pasan meses y años para dar a luz nuevos textos sobre el cine y sus creadores.
Parir un libro no es fácil. No sé cómo se las apañan quienes escriben (y publican) tanto. Ahora mismo estoy metido en uno que empecé hace más de un año, y entre medio he acabado otro, que verá la luz dentro de unos días, de momento en formato digital, y que me ha llevado casi seis meses de trabajo intenso.
Ya os explicaré muy pronto de qué va y dónde lo podéis adquirir, si os interesara.
De momento, os dejo aquí aquellas tres páginas que le dediqué al maestro Welles.

La entrevista con Nosolocine

Y aquí va la segunda entrega, más cortita y concreta que la anterior, de la entrevista que me hizo José López Pérez para su web Nosolocine.net.

En ella hablamos de la época en que colaboré con Fotogramas, El Dominical de El Periódico y alguna pincelada más de la actualidad. Espero que os guste.

Nosolocine

José López Pérez, alma mater de la web Nosolocine.net, cinéfilo de pro y realizador del documental ‘Las 3 vidas de Pedro Burruezo‘ quiso hacerme una entrevista, aun sabiendo que estoy más bien del otro lado, de los que escuchan y no de los que hablan.


De izquierda a derecha, Carlos Mir, José López Pérez, Helena García Castaño y Oti Rodríguez Marchante, en la
celebracióndo del séptimo aniversario de www.nosolocine.net

Pero bueno. Accedí a ello y el fruto de esa conversación lo tenéis en su web, en una doble entrega (Entrevista a Txerra Cirbián, primera entrega) y también en el audio que os dejo sobre estas líneas.

Carlos Benpar

Me envía Carlos Benpar el anuncio de la octava proyección de Al final de la vida, una película documental en homenaje a su madre, Victorina Para, fallecida en 1993. Solo lo hace los días 26 de febrero.

A su nota, Benpar adjunta un texto de Àngels Piñol, publicado en el diario El País, en el 2006, que explica esa proyección insólita que realiza cada año.

«La fecha no es casual. Ese mismo día de 1964 Victorina y su hijo Carlos vieron juntos El proceso, de Orson Wells. El entonces adolescente no entendió nada pero le gustó tanto -Kafka no se prodigaba en las librerías y le enviaron un ejemplar desde Argentina- que por esa película decidió dedicarse al cine (…) Desde entonces, todos los 26 de febrero, madre e hijo tenían una cita fija con la pesadilla rodada por Wells hasta que ella murió en 1993.»

En el 2006, Benpar, «con un nudo en la garganta, se atrevió a mirar otra vez la cinta rodada con Victorina cuando él sabía que le quedaban meses de vida y montó Al final de la vida. La película es un emotivo homenaje a esa modista que enviudó muy pronto, y que, sin ser cinéfila ni futbolera, acompañó a su hijo en sus dos pasiones: el Barça y el cine. «Quiero que la película se vea una vez al año en una ciudad española, aunque sea en un centro cívico», decía Benpar a Piñol.

Este jueves, 26 de febrero, lo hace en Murcia, en la Filmoteca Regional Francisco Rabal.

Críticas de cine

A raíz de la emisión en Telecinco de la película ‘Lo imposible‘, de JA Bayona (aquí tenéis mi comentario en El Periódico), el amigo Gabriel Jaraba abrió un tema sobre gustos de cine en su muro del Facebook.
Yo lo aprovecho para ahondar en el tema de la crítica de cine, porque estaría bien recordar que se trata de un género de ‘opinión’ en el que se incorporan ‘elementos informativos’.
Yo recuerdo (y sé que algunos amigos y colegas podrían empezar a apedrearme) haber ‘pateado’ con media platea del teatro Victoria Eugenia donostiarra, durante la clausura del Festival de San Sebastián de 1986… ¡la película ‘Terciopelo azul’ de David Lynch!
Tal como lo oís… Y unas semanas más tarde ganó en el Festival de Sitges.
Mientras yo me la cargaba en mi crónica de Donosti, mi compañero Àlex Barnet la elevaba a categoría de obra maestra en Sitges.
No es contradictorio: simples puntos de vista, eso sí, razonados.
Toda película merece un segundo visionado. Y más cuando sabemos el esfuerzo humano y económico que hay detrás.
Como decía J.A. Bayona cuando recibió su segundo Goya, necesitamos películas grandes, medianas y pequeñas… y apoyo de todos para sacarlas adelante.

Rodajes

Desde que era muy jovencito, me gustaba acercarme a los lugares donde había rodajes de cine y curiosear, cuando me dejaban, entre cables, focos y cámaras. Aún ahora, cuando veo a un grupo de gente rodando, me suelo acercar para preguntar. Muchas veces es publicidad, algunas, televisión, y las menos, cine.

Otro lugar que me encanta visitar son los platós. Saber que aquellas paredes de tramoya, de cartón-piedra, serán ‘de verdad’ en pantalla tiene su magia. Durante muchos años (y aún, cuando puedo) he visitado los platós donde se ruedan películas, series y programas, para hablar con quienes transforman esa apariencia en la ‘realidad’ de la ficción.

Por ejemplo, los decorados de ‘Gavilanes‘, serie que dirigía el amigo Jesús Font, representaban una gran hacienda entre olivares.

Espiando a Spielberg (y 3)

Bueno, hoy os dejo el último capítulo de esta historia y os dejo de dar la vara con Spielberg.
Os explicaba ayer que habíamos intentado ver cómo rodaban una parte de la escena de la moto con sidecar en la sierra de la Alfaguara, dentro del Parque Natural de Huétor, en un caminito que partía de la carretera nacional (la N-342, creo) que iba de Granada a Guadix.
En la película, es toda esa escena de una serie de senderos por donde unos soldados alemanes persiguen en moto el sidecar donde van Indiana Jones y su padre, que tras descabalgarlos se paran en un cruce de caminos para discutir sobre el dietario perdido.
Os aseguro que llegamos a oír el sonido de las motos, pero he de confesar que no vimos nada de esa escena. Eso sí: había guardias controlando el tráfico, que no dejaron que nos acercáramos con el coche. Al cabo de un rato, vimos marchar varios vehículos. Dejamos el nuestro aparcado en la cuneta y nos aproximamos caminando al lugar donde habían estado rodando. Pudimos husmear los restos del falso puesto fronterizo, y poco más.
Así que volvimos a la carretera en dirección a Guadix, a ver si teníamos más suerte.
Cuando llegamos a las proximidades de la estación de tren, había decenas de extras esperando a que les dieran indicaciones.
Ahí sí que pudimos trabajar un poco: Pere, haciendo fotos, y yo, preguntando a los figurantes, algunos de ellos actores aficionados. También había algunos propietarios de gallinas y otros animales que luego aparecerían en la película. Y creo recordar que un par de ayudantes de dirección españoles que coordinaban con megáfonos la coreografía. Llegué a colarme discretamente en el interior de la estación, donde un par de rótulos indicaban Iskenderun, porque Steven Spielberg aún no había llegado. Pero poco después nos echarían de la zona.
Hicimos lo único posible en aquel momento: dimos un rodeo y nos acercamos a unas casitas que estan justo enfrente de la plaza de la estación.

Llamamos a una puerta y le explicamos a una vecina si podía dejarnos ver el rodaje desde su balcón. La mujer fue tan amable, que nos permitió estar en su salón hasta que terminaron de rodar varias escenas, pasada ya la hora de comer. Y nada de abrir de par en par las ventanas para hacer fotos: con la persiana bajada y tirados en el suelo, espiando.
Fue entonces cuando pudimos ver a Spielberg. Dejó en manos de sus ayudantes los movimientos de los figurantes y se limitó a dirigir a los actores principales, el gran Denholm Elliott, que hacía de Marcus Brody y que fallecería en 1992, y el no menos grande John Rhys-Davies como Sallah. Habló con ellos, les dio instrucciones, le explicó al segundo cómo pegar al tipo de la Gestapo que le pide los papeles, y al primero hacia dónde correr.
Todo eso lo vimos escondidos, espiando desde la ventana de esa casita que se ve en la captura de pantalla que tenéis más arriba. Y con el teleobjetivo pudimos tomar esta y otras muchas fotos que sirvieron, por fin, para ilustrar el reportaje que os citaba y convencer a nuestros jefes de que habíamos estado trabajando en aquel viaje, y no gastando alegremente el dinero de la empresa, una sospecha eterna cuando un periodista sale de viaje.

Bé, avui us deixo l’últim capítol d’aquesta història i us deixo de donar la vara amb Spielberg.
Us explicava ahir que havíem intentat veure com rodaven una part de l’escena de la moto amb sidecar a la serra de l’Alfaguara, dins del Parc Natural de Huétor, en un caminet que partia de la carretera nacional (la N-342, crec) que anava de Granada a Guadix.
A la pel.lícula, és tota aquesta escena d’una sèrie de senders per on uns soldats alemanys persegueixen en moto el sidecar on van Indiana Jones i el seu pare, que després descabalgarlos s’aturen en una cruïlla de camins per discutir sobre el dietari perdut.
Us asseguro que vam arribar a sentir el so de les motos, però he de confessar que no vam veure res d’aquesta escena. Això sí: hi havia guàrdies controlant el trànsit, que no van deixar que ens acostéssim amb el cotxe. Al cap d’una estona, vam veure marxar diversos vehicles. Deixem el nostre aparcat a la cuneta i ens aproximem caminant al lloc on havien estat rodant. Vam poder ensumar les restes del fals lloc fronterer, i poc més.
Així que vam tornar a la carretera en direcció a Guadix, a veure si teníem més sort.
Quan vam arribar a les proximitats de l’estació de tren, hi havia desenes d’extres esperant que els donessin indicacions.
Aquí sí que vam poder treballar una mica: Pere, fent fotos, i jo, preguntant als figurants, alguns d’ells actors aficionats. També hi havia alguns propietaris de gallines i altres animals que després apareixerien en la pel · lícula. I crec recordar que un parell d’ajudants de direcció espanyols que coordinaven amb megàfons la coreografia. Vaig arribar a colar-me discretament a l’interior de l’estació, on un parell de rètols indicaven Iskenderun, perquè Spielberg encara no havia arribat. Però poc després ens farien fora de la zona.
Vam fer l’únic possible en aquell moment: vam donar un tomb i ens vam acostar a unes casetes que estan just davant de la plaça de l’estació.

Vam trucar una porta i li vam explicar a una veïna si podia deixar-nos veure el rodatge des del balcó. La dona va ser tan amable, que ens va permetre estar en el seu saló fins que van acabar de rodar diverses escenes, passada ja l’hora de dinar. I res d’obrir de bat a bat les finestres per fer fotos: amb la persiana baixada i tirats a terra, espiant.
Va ser llavors quan vam poder veure a Steven Spielberg. Va deixar en mans dels seus ajudants els moviments dels figurants i es va limitar a dirigir als actors principals, el gran Denholm Elliott, que feia de Marcus Brody i que moriria el 1992, i el no menys gran John Rhys-Davies com Sallah. Va parlar amb ells, els va donar instruccions, va explicar al segon com enganxar al tipus de la Gestapo que li demana els papers, i al primer cap a on córrer.
Tot això ho vam veure amagats, espiant des de la finestra d’aquesta caseta que es veu en la captura de pantalla que teniu més amunt. I amb el teleobjectiu vam poder prendre aquesta i altres moltes fotos que van servir, per fi, per il · lustrar el reportatge que us citava i convèncer els nostres caps i que havíem estat treballant en aquell viatge, i no gastant alegrement els diners de l’empresa, una sospita eterna quan un periodista surt de viatge.

Espiando a Spielberg (2)

El reportaje sobre Steven Spielberg del que os hablaba ayer mismo lo publicamos en El Periódico el 5 de junio de 1988. Tenía dos páginas, unificadas bajo el epígrafe de «El rey Midas del cine, en Andalucía«. La primera era «Spielberg finaliza el rodaje español de Indiana Jones» y la segunda, «Guadix se transforma en la ciudad turca de lskenderun», que podéis leer tranquilamente en PDFs.
Os había dejado ayer con Sean Connery a mi lado, en la recepción del Parador de Mojácar. Ni Pere Monés, el fotógrafo, ni yo nos habíamos dado cuenta hasta ese momento en que comenzaron a entrar todos los miembros del equipo alojados en el hotel.
Al cabo de unos instantes llegó Harrison Ford y al rato, el propio Steven Spielberg.
No recuerdo muy bien cómo fue la cosa, pero la gente del Parador nos dejó campar a nuestras anchas por la parte de acceso común, siempre y cuando no molestáramos a sus clientes y no entráramos en la zona de habitaciones.
Y así lo hicimos. Al poco rato vimos a mismísimo Indiana Jones duchado y vestido con ropa informal, paseando con la que entonces era su esposa, Melissa Mathison, amiga de Spielberg y guionista de ET.
Ford era también un tipo alto, como Connery, y también estaba cuadrado. Se le veía feliz con su mujer y ambos empujaban un cochecito. Supongo que se trataba de su hijo Malcolm, que había nacido el año anterior.
La gente del cine, cuando trabaja, no está para muchas fiestas. Por el bar del hotel no vimos aparecer ni a Connery ni a Spielberg. Al día siguiente todo el mundo se levantaba pronto.
En nuestro caso, teníamos que volver al hotel de Granada en que estábamos alojados y recuerdo que estábamos tan cansados que, conduciendo, tuve un despiste y casi nos empotramos con un camión. Pere tiró del volante y volvimos a nuestro carril. Uf.
Caímos dormidos a las tantas con la idea de regresar a primera hora de la mañana a Guadix, donde nos habían soplado que se iba a rodar una de las escenas de extras más importantes: la de la llegada a Iskenderun del el doctor Marcus Brody, el amigo de Indiana Jones, para encontrarse con Sallah y reunirse después con el aventurero.
Unas semanas antes ya había fotografiado la máquina de tren que veis en esta entrada, que Renfe le alquiló al cineasta para dar ambiente de época.
De paso, queríamos ver el supuesto puesto fronterizo centroeuropeas por donde cruzan Indiana Jones y su padre en moto con sidecar (van hacia Berlín para recuperar el diario), y que se rodaba a pocos kilómetros, en las montañas de Granada.
Cuando llegamos, ya se había marchado todo el equipo… y nos dijeron que aquello lo había rodado una segunda unidad, que la principal estaba en una playa, filmando la escena de Connery y los pájaros. No me encajan las fechas, pero nos quedamos con un palmo de narices.
Teníamos que llegar a Guadix e intentar aprovechar el tiempo. Hasta ese momento no teníamos nada importante entre manos y nuestros jefes estaban impacientes. Además, teníamos el vuelo previsto para última hora de la tarde y no podíamos perderlo.

El reportatge sobre Steven Spielberg del que us parlava ahir mateix el publiquem a El Periódico el 5 de juny de 1988. Tenia dues pàgines, unificades sota l’epígraf de «El rei Mides del cinema, a Andalusia». La primera era «Spielberg  finalitza el rodatge espanyol d’Indiana Jones» i la segona, «Guadix es transforma en la ciutat turca d’Iskenderun», que podeu llegir tranquil·lament als PDFs.
Us havia deixat ahir amb Sean Connery al meu costat, a la recepció del Parador de Mojácar. Ni Pere Monés, el fotògraf, ni jo ens havíem adonat fins aquell moment en què van començar a entrar tots els membres de l’equip allotjats a l’hotel. Al cap d’uns instants va arribar Harrison Ford i l’estona, el mateix Steven Spielberg.
No recordo molt bé com va anar la cosa, però la gent del Parador ens va deixar campar a gust per la part d’accés comú, sempre que no molestéssim als seus clients i no entréssim a la zona d’habitacions.
I així ho vam fer. A la poca estona vam veure mateix Indiana Jones dutxat i vestit amb roba informal, passejant amb la que llavors era la seva dona, Melissa Mathison, amiga de Spielberg i guionista d’ET.
Ford era també un tipus alt, com Connery, i també estava quadrat. Se’l veia feliç amb la seva dona i dos empenyien un cotxet. Suposo que es tractava del seu fill Malcolm, que havia nascut l’any anterior.
La gent del cinema, quan treballa, no està per a moltes festes. Per al bar no vam veure aparèixer ni a Connery ni a Spielberg. Al dia següent tothom s’aixecava aviat.
En el nostre cas, havíem de tornar a l’hotel de Granada en què estàvem allotjats i recordo que estàvem tan cansats que, conduint, vaig tenir una distracció i gairebé ens empotramos amb un camió. Pere va tirar del volant i vam tornar al nostre carril. Uf.
Vam caure adormits a les tantes amb la idea de tornar a primera hora del matí a Guadix, on ens havien bufat que s’anava a rodar una de les escenes d’extres més importants: la de l’arribada a Iskenderun del doctor Marcus Brody, el amic d’Indiana Jones, per trobar-se amb Sallah i reunir-se després amb l’aventurer.
Unes setmanes abans ja havia fotografiat la màquina de tren que veieu en aquesta entrada, que Renfe li va llogar al cineasta per donar ambient d’època.
De passada, volíem veure el suposat lloc fronterer centreeuropees per on creuen Indiana Jones i el seu pare en moto amb sidecar (van cap a Berlín per recuperar el diari), i que es rodava a pocs quilòmetres, a les muntanyes de Granada.
Quan vam arribar, ja havia marxat tot l’equip … i ens van dir que allò ho havia rodat una segona unitat, que la principal estava en una platja, filmant l’escena de Connery i els ocells. No em encaixen les dates, però ens vam quedar amb un pam de nas.
Havíem d’arribar a Guadix i intentar aprofitar el temps. Fins aquell moment no teníem res important entre mans i els nostres caps estaven impacients. A més, teníem el vol previst per a última hora de la tarda i no podíem perdre.

Espiando a Spielberg (1)

El reportaje sobre Steven Spielberg del que os escribía el otro día tuvo su continuación en tres noticias y un reportaje: la primera, «Spielberg adelantará a finales de abril su rodaje en España», publicada el 2 de abril; la segunda se refería al alquiler del antiguo tren que aparece en la película, «Renfe rebajará a Spielberg el alquiler de todo un tren», y la tercera,  «Steven Spielberg rueda ya en Almería Indiana Jones 3», publicada el 18 de mayo. Y ahora hace justo 25 años, el 5 de junio de 1988, publicamos un amplio reportaje del rodaje, en dos páginas, unificadas bajo un epígrafe que decía «El rey Midas del cine, en Andalucía«. Hoy os explicaré algunas cosas más.
Seguir una noticia a lo largo de los meses es algo que sólo los grandes medios puede permitirse. La frase es cierta a medias, porque hay noticias más próximas que son seguidas con resultados espectaculares por compañeros de ámbito local y que afectan a nuestras vidas y a las de nuestros lectores de forma más directa.
Lo de Spielberg era fruto de mi cabezonería y de la visión popular de mi diario. El director norteamericano siempre ha sido uno de mis favoritos y mi propia dedicación al cine me impulsaba a seguir todo lo que hacía, a ver si se me pegaba algo…
Bromas aparte: tenía un buen tema entre manos y no quería soltarlo. Y el diario también había enviado un par de años antes a un compañero al rodaje de El imperio del sol en Trebujena (Cádiz), con lo que ahora repetía la apuesta.
Lo cierto es que un buen fotógrafo, Pere Monès, y yo mismo fuimos enviados a intentar captar algún momento del rodaje de Indiana Jones 3 en las localizaciones previstas en Almería y Granada.
Llegamos al aeropuerto de Granada una mañana, tomamos un coche de alquiler y fuimos lo más rápido que pudimos hacia Mojácar, a unos 200 kilómetros, pero con parada previa en Tabernas.
Preguntamos a quien pudimos dónde estaban rodando la película y fuimos a desembocar en un pequeño aeródromo donde se filmaban las escenas del avión que atacaba a Indiana Jones y a su padre, o sea, a Harrison Ford y a Sean Connery.
No nos dejaron acercarnos lo suficiente y tuvimos que dar un enorme rodeo antes de poder ver algo. Y era poco.
Cuando nos cansamos, decidimos esperar al equipo en el Parador de Mojácar, donde nos habían soplado que se alojaban el director y los actores principales.
Recuerdo que mientras preguntaba al conserje por el tema, oí una voz profunda a mi lado pidiendo la llave de su habitación. Y entonces me di cuenta que el tiarrón con los brazos como mis piernas, que me sacaba más de un palmo, era Sean Connery.
Bueno… mañana os sigo explicando más cosas.

El reportatge sobre Steven Spielberg del que us vaig escriure l’altre dia va tenir la seva continuació en tres notícies i un reportatge: la primera, «Spielberg  avançarà a final d’abril el seu rodatge a Espanya», publicada el 2 d’abril, la segona es referia al lloguer l’antic tren que apareix a la pel·lícula, «Renfe rebaixarà a Spielberg el lloguer de tot un tren», i la tercera, «Steven Spielberg roda ja a Almeria Indiana Jones 3», publicada el 18 de maig. I ara fa just 25 anys, el 5 de juny de 1988, publiquem un ampli reportatge del rodatge, en dues pàgines, unificades sota un epígraf que deia «El rei Mides del cinema, a Andalusia». Avui us explicaré algunes coses més.
Seguir una notícia al llarg dels mesos és una cosa que només els grans mitjans es pot permetre. La frase és certa a mitges, perquè hi ha notícies més properes que són seguides amb resultats espectaculars per companys d’àmbit local i que afecten les nostres vides ia les dels nostres lectors de forma més directa.
El de Spielberg era fruit de la meva tossuderia i de la visió popular del meu diari. El director nord-americà sempre ha estat un dels meus favorits i la meva pròpia dedicació al cinema m’impulsava a seguir tot el que feia, a veure si se m’enganxava alguna cosa …
Bromes a part: tenia un bon tema entre mans i no volia deixar-lo anar. I el diari també havia enviat un parell d’anys abans a un company al rodatge de L’imperi del sol a Trebujena (Cadis), amb el que ara repetia l’aposta.
La veritat és que un bon fotògraf, Pere Monès, i jo mateix vam ser enviats a intentar captar algun moment del rodatge d’Indiana Jones 3 en les localitzacions previstes a Almeria i Granada.
Arribem a l’aeroport de Granada un matí, agafem un cotxe de lloguer i vam anar el més ràpid que vam poder cap a Mojácar, a uns 200 quilòmetres, però amb parada prèvia a Tavernes.
Preguntem a qui vam poder on estaven rodant la pel·lícula i vam anar a desembocar en un petit aeròdrom on es filmaven les escenes de l’avió que atacava a Sean Connery i Harrison Ford.
No ens van deixar apropar prou i vam haver de donar un enorme marrada abans de poder veure alguna cosa. I era poc.
Quan ens cansem, vam decidir esperar a l’equip al Parador de Mojácar, on ens havien bufat que s’allotjaven el director i els actors principals.
Recordo que mentre preguntava al conserge pel tema, vaig sentir una veu profunda al meu costat demanant la clau de la seva habitació. I llavors em vaig adonar que el tiarrón amb els braços com les cames, que em treia més d’un pam, era Sean Connery.
Bé… demà us segueixo explicant més coses.

Paseando con Spielberg

Estos días que se pasea por Cannes Steven Spielberg, como presidente del jurado del festival, me ha venido a la cabeza que, hace justo 25 años, Félix Flores, un buen colega del diario La Vanguardia, y yo, como reportero de El Periódico, pudimos charlar tranquilamente con él durante su corta visita a Granada.
El realizador ya había triunfado con Tiburón, ET, El color púrpura y las dos primeras aventuras de Indiana Jones. Confieso que era mi ídolo y en el diario tuvieron a bien enviarme a cubrir su presencia en la capital andaluza.
Antes, queridos lectores, era más fácil hablar con los famosos, con los deportistas o con los políticos, no como ahora, que has de superar un montón de filtros y barreras, o que directamente te dan un comunicado y ya está.
La gente de Spielberg había previsto visitar La Alhambra de Granada  el 23 de marzo de 1988.
No sabíamos cuándo lo haría, pero Félix y yo nos enteramos de que sería justo tras el cierre del lugar al público y allí nos plantamos, poco antes de las seis de la tarde. Esa visita no era un secreto, pero por alguna razón sólo estábamos allí un colega del Ideal de Granada, un diario local, y nosotros. La foto en que aparecemos con él nos la envió amablemente ese compañero.
Al filo de las seis de la tarde, un par de enormes coches aparcaron junto a una de las entradas. Allí estaba Steven Spielberg, su director de fotografía, el gran  Douglas Slocombe, y otros miembros de su equipo que no conocía.

Nos colamos con la comitiva, gracias a la gentileza del entonces presidente del Patronato de la Alhambra, Mateo Revilla, y empezamos el recorrido. Paseamos junto a Spielberg por los rincones más conocidos de la Alhambra. Le hice algunas fotos. Malas, muy malas. no había cámaras digitales entonces y no nos permitieron usar flash allí dentro. Tomé un par en el patio de los leones y otra, en el mirador. Ambas saldrían publicadas (podéis echar una ojeada a este pdf o a este texto plano).
Durante el recorrido, Félix y yo le hicimos un montón de preguntas sobre el proyecto de lo que sería Indiana Jones 3 y otras más genéricas, tipo «le ha gustado», «qué le parece». Y el director siempre nos respondió de forma correcta y educada. Añoro esos tiempos.

También aproveché para comentar, en un tono más personal, no destinado a la publicación, por su reciente paternidad. Su entonces esposa, Amy Irving, ya había tenido a su primer hijo, Max, y creo que estaba embarazada del segundo, Theo. Yo también había sido padre y había empatizaba con Spielberg, con quien intercambié frases sobre horas de insomnio y las típicas preocupaciones de papás primerizos.
Luego, siguió adelante con su recorrido hasta llegar a los jardines y estanque del Partal, donde Spielberg pronunció unas frases, en respuesta a otras frases de Mateo Revilla.
Un rato más tarde se celebró una rueda de prensa en la que el director anunció casi todo lo que nos había explicado antes a nosotros. La ventaja es que un traductor aclaraba algunas dudas que nuestro flojito dominio del inglés había dejado en el purgatorio de las dudas.
Hubo muchos compañeros en esa sala y seguro que en alguna hemeroteca debe estar el contenido de esa rueda de prensa.
Un segundo encuentro con el director norteamericano se produjo semanas más tarde, en mayo de 1988, cuando me enviaron a cubrir el rodaje de la película, que os explicaré otro día (para los impacientes, echar una ojeada a este otro pdf o en texto plano).
Los fans de Indiana Jones 3 ya saben que nunca se llegó a rodar en la Alhambra, pero yo me quedo con el recuerdo del paseo por su interior junto a Steven Spielberg.

Aquests dies que es passeja per Cannes l’Steven Spielberg, com a president del jurat del festival, m’ha vingut al cap que, fa just 25 anys, Félix Flores, un bon col·lega del diari La Vanguardia, i jo, com a reporter d’El Periódico, vam poder xerrar tranquil·lament amb ell durant la seva curta visita a Granada.
El realitzador ja havia triomfat amb Tiburón, ET, El color porpra i les dues primeres aventures d’Indiana Jones. Confesso que era el meu ídol i al diari van tenir a bé enviar-me a cobrir la seva presència a la capital andalusa.
Abans, benvolguts lectors, era més fàcil parlar amb els famosos, amb els esportistes o amb els polítics, no com ara, que has de superar un munt de filtres i barreres, o que directament et donen un comunicat i ja està.
La gent de Spielberg havia previst visitar La Alhambra de Granada  el 23 de març de 1988.
No sabíem quan ho faria, però Félix i jo ens vam assabentar que seria just després del tancament del lloc al públic i allà ens vam plantar, poc abans de les sis de la tarda. Aquesta visita no era un secret, però per alguna raó només hi érem un col·lega de l’Ideal de Granada, un diari local, i nosaltres. La foto en la qual som al seu costat ens la va enviar amablement aquest company.
A punt de les sis de la tarda, un parell d’enormes cotxes van aparcar al costat d’una de les entrades. Allà hi havia Steven Spielberg, el seu director de fotografia, el gran Douglas Slocombe, i altres membres del seu equip que no coneixia.

Ens vam colar amb la comitiva, gràcies a la gentilesa del llavors president del Patronat de l’Alhambra, Mateu Revilla, i vam començar el recorregut. Vam passejar al costat de l’Spielberg pels racons més coneguts de l’Alhambra. Li vaig fer algunes fotos. Males, molt dolentes. no hi havia càmeres digitals llavors i no ens van permetre utilitzar flash allà dins. Vaig prendre un parell al pati dels lleons i una altra, al mirador. Ambdues sortirien publicades (podeu fer una ullada a aquest pdf o aquest text pla).
Durant el recorregut, Félix i jo li vam fer un munt de preguntes sobre el projecte del que seria l’Indiana Jones 3 i altres més genèriques, tipus «li ha agradat», «què li sembla». I el director sempre ens va respondre de forma correcta i educada. Enyoro aquells temps.

També vaig aprofitar per comentar, en un to més personal, no destinat a la publicació, per la seva recent paternitat. La seva llavors esposa, Amy Irving, ja havia tingut el seu primer fill, Max, i crec que estava embarassada del segon, Theo. Jo també havia estat pare i havia empatitzava amb Spielberg, amb qui vaig intercanviar frases sobre hores d’insomni i les típiques preocupacions pares primerencs.
Després, va seguir endavant amb el seu recorregut fins arribar als jardins i estany del Partal, on Spielberg va pronunciar unes frases, en resposta a altres frases de Mateu Revilla.
Una estona més tard es va celebrar una roda de premsa en què el director va anunciar gairebé tot el que ens havia explicat abans a nosaltres. L’avantatge és que un traductor aclaria alguns dubtes que el nostre fluixet domini de l’anglès havia deixat al purgatori dels dubtes.
Hi va haver molts companys en aquesta sala i segur que en alguna hemeroteca ha d’haver el contingut d’aquesta roda de premsa.
Un segon trobada amb el director nord-americà es va produir setmanes més tard, al maig de 1988, quan em van enviar a cobrir el rodatge de la pel · lícula, que us explicaré un altre dia (per als impacients, fer una ullada a aquest altre pdf o en text pla).
Els fans d’Indiana Jones 3 ja saben que mai es va arribar a rodar a l’Alhambra, però jo em quedo amb el record del passeig pel seu interior al costat de Steven Spielberg.

Montserrat Carulla

Montserrat Carulla en la película ‘Orson West’

Fran Ruvira, director de la pelicula Orson West, me explica que el próximo martes, día 5, han programado un homenaje en el cine Alexandra de Barcelona a la veterana actriz Montserrat Carulla, recién galardonada con el Premio Gaudí de Honor de la Academia de Cine Catalán.

Haremos un pase especial de la película Orson West para homenajearla, porque es la última en la que la actriz ha participado de una manera especial.
El filme es un ejercicio de cine dentro de cine, de homenaje a la profesión, al trabajo de las actrices y actores, de sueños truncados e historias inacabadas, a partir del wéstern que Orson Welles quiso rodar en Carxe, considerada la última frontera de la lengua catalana.

El Colegio de Directores y Directoras de Cine de Catalunya ha galardonado a Ruvira con el Premio Opera Prima, que destaca el mejor director de cine novel del año y que otorga «con el fin de promocionar el talento emergente y los nuevos creadores». Orson West también está nominada a los Premios Gaudí por la banda sonora de Marc Vaillo.

Montserrat Carulla a la pel·lícula ‘Orson West’

Fran Ruvira, director de la pel·lícula Orson West, m’explica que dimarts que ve, dia 5, han programat un homenatge al cinema Alexandra de Barcelona a la veterana actriu Montserrat Carulla, recentment guardonada amb el Premi Gaudí d’Honor de l’Acadèmia de Cinema català.

Farem un passi especial d’Orson West per homenatjar-la, perquè és l’última en la qual l’actriu hi ha participat d’una manera especial.
El film és un exercici de cinema dins del cinema, d’homenatge a la professió, a la feina de les actrius i actors, de somnis truncats i històries inacabades, a partir del western que Orson Welles va voler rodar a Carxe, considerada l’última frontera de la llengua catalana.

El Col·legi de Directors i Directores de Cinema de Catalunya ha guardonat Ruvira amb el Premi Opera Prima, que destaca el millor director de cinema novell de l’any i que atorga «amb la finalitat de promocionar el talent emergent i els nous creadors». Orson West també està nominada als Premis Gaudí per la banda sonora de Marc Vaillo.

Cine y sueños


Tots els camins de Déu – Teaser Trailer 2012 from Niu d’Indi on Vimeo.

Recuerdo a Luis Eduardo Aute cantando aquello de «Cine, cine, cine, más cine por favor, que todo en la vida es cine y los sueños, cine son».
Y nada mejor que iniciar el año con el primer tráiler de Todos los caminos de Dios, esa película de Aritz Cirbián en la que confiamos casi 300 micromecenas y que esperamos llegue pronto a su finalización y la podamos ver en pantalla grande.
Algo que también le deseo a ese documental in progress de Lala Gomà y Rosa Cornet sobre la antigua esclava Hadijatou Mani.
Lo dicho nuestros sueños «cine son».
Tots els camins de Déu – Teaser Trailer 2012 from Niu d’Indi on Vimeo.

Recordo Luis Eduardo Aute cantant allò de «Cine, cine, cine, más cine por favor, que todo en la vida es cine y los sueños, cine son».
I res millor que iniciar l’any amb el primer tràiler de Tots els camins de Déu, la pel·lícula de Aritz Cirbián y  en què confiem gairebé 300 micromecenas i que esperem arribi aviat a la seva finalització i la puguem veure en pantalla gran.
Una cosa que també li desitjo a aquest documental in progress de Lala Gomà i Rosa Cornet sobre l’antiga esclava Hadijatou Mani.
El que us deia: els nostres somnis, «cinema són».

La pequeña esclava

La historia de una niña de 12 años vendida como esclava es el núcleo de Hadijatou, yo acuso, un documental producido por Picnic (la productora de Albert Saguer) y dirigido por Lala Gomà y Rosa Cornet, que precisa de un pequeño empujón para poder ser terminado.
Hace unos días, Cristina Savall lo explicaba en El Periódico de Catalunya:

«Según cifras de la ONU, se calcula que todavía existen 21 millones de mujeres, hombres y niños esclavizados en todo el mundo. Ante esta tenebrosa realidad, la realizadora Lala Gomà –Premio Nacional de Cultura, en el apartado audiovisual, por su trayectoria como directora de documentales– y la guionista y periodista Rosa Cornet se niegan a cerrar los ojos y quedarse de brazos cruzados.
Desde el año 2008, siguen con cámaras un caso excepcional: el proceso jurídico de la dura contienda emprendida por Hadijatou Mani, la primera persona que con el apoyo de la oenegé Anti-Slavery International ha llevado a Níger, su país, ante los tribunales por no haber evitado que fuera una esclava sexual desde niña y haber sufrido un calvario durante 12 años.»

Aritz Cirbián está detrás de la campaña de micromecenazgo que lo está haciendo posible.
Animaros. El enlace a la página de #crowdfunding está en inglés, porque es una película que tendrá difusión mundial, si la ayudamos a salir adelante.

La història d’una nena de 12 anys venuda com a esclava és el nucli de Hadijatou, j’accuse, un documental produït per Picnic (la productora d’Albert Saguer) i dirigit per Lala Gomà i Rosa Cornet que necessita una petita empenta per poder ser acabat.
Fa uns dies, Cristina Savall ho explicava a El Periódico de Catalunya:

«Segons xifres de l’ONU, es calcula que encara hi ha 21 milions de dones, homes i nens esclavitzats a tot el món. Davant aquesta tenebrosa realitat, la realitzadora Lala Gomà –Premio Nacional de Cultura, en l’apartat audiovisual, per la seva trajectòria com a directora de documentals– i la guionista i periodista Rosa Cornet es neguen a tancar els ulls i quedar-se de braços plegats.
Des de l’any 2008, segueixen amb càmeres un cas excepcional: el procés jurídic de la dura lluita empresa per Hadijatou Mani, la primera persona que amb el suport de l’oenagé Anti-Slavery International ha portat el Níger, el seu país, davant els tribunals per no haver evitat que fos una esclava sexual des de nena i haver patit un calvari durant 12 anys.»

Aritz Cirbián està al darrere de la campanya de micromecenatge que ho està fent possible.
Animeu-vos. L’enllaç a la pàgina de #crowdfunding està en anglès, perquè és una pel·lícula que tindrà difusió mundial, si la ajudem a tirar endavant.

Fènix 11*23

Ahora que ya se han publicado buena parte de las críticas, puedo decir sin asomo de vergüenza que me gustó Fènix 11*23, la película basada en el caso de Èric Bertran.
Lo que cuenta la película es real y pasó hace sólo ocho años: un adolescente de Lloret de Mar fue acusado de terrorismo en el 2004, por haber enviado un correo electrónico en el que pedía a una empresa de supermercados que etiquetara su productos en catalán.
El propio Bertran, actualmente un joven de 22 años, narró su peripecia, así como otro libro sobre el instituto en el que estudiaba entonces. También se estrenó una obra de teatro basada en el caso y se rodó un documental sobre el tema.
Con respecto a esta última película, Fènix 11*23, mi compañero Quim Casas, en su crítica para El Periódico, escribe lo siguiente:

«Como ocurre en la reciente Lo imposible, Fènix 11*23 es una película basada en hechos reales que ha sido sometida a un proceso de depuración desde el guion para que, pese a tratarse de una historia verdadera, resulte creíble en la ficción representada en una pantalla. Los hechos relatados fueron aún más fuertes de lo mostrado por Joel Joan y Sergi Lara en el filme, y la poda de intensidad era necesaria para que el resultado no cayera en cierto tono panfletario. La historia flirtea así entre lo verósimil y lo inverósimil, ahí radica su fuerza teniendo en cuenta que parte de una salvajada legal que enjuició a un adolescente catalán por supuesta conducta terrorista».

A todo ello se pueden añadir varios elementos.
Los actores: Rosa Gamiz y Àlex Casanovas, como padres, están sensacionales; y Ana Wagener, como fiscal marcada por el anticatalanismo, y Roberto Alámo, como guardia civil, estupendos; me gusta menos Nil Cardoner, el niño en coma de los Pulseras rojas, con menos ironía que el propio Bertran.
La dirección: Joel Joan y Sergi Lara han hecho un buen trabajo como realizadores, uno en la parteartística y el otro, en la técnica. Cinematográficamente, a mi parecer, le sobra una escena al filme, cosecha propia de Joan: la de la madre de Núria Cadenas, que no era necesaria, aunque sirva para añadir más leña ideológica a la denuncia de una (o varias) injusticia (s).
El conjunto es emotivo, sin pasarse, entretenido y muy recomendable, y aspira a ser «un filme como En el nombre del padre, de Jim Sheridan» (en palabras del propio Joan).
Ignoro si podrá estrenarse con normalidad en el resto de España, pero el lector comprometido con la lucha contra las injusticias no lamentará ir a verla.

Ara que ja s’han publicat bona part de les crítiques, puc dir sense mena de vergonya que em va agradar Fènix 11*23, la pel·lícula basada en el cas d’Èric Bertran.
El que compta la pel·lícula és real i va passar fa només vuit anys: un adolescent de Lloret de Mar va ser acusat de terrorisme el 2004, per haver enviat un correu electrònic en què demanava a una empresa de supermercats que etiquetarà seva productes en català.
El mateix Bertran, actualment un jove de 22 anys, va narrar la seva peripècia, així com un altre llibre sobre l’institut on estudiava llavors. També es va estrenar una versió teatral en el cas i es va rodar un documental sobre el tema.
Respecte a aquesta última pel·lícula, Fènix 11*23, el meu company Quim Casas, en la seva crítica per a El Periódico, ha escrit el següent:

«Com passa en la recent L’impossible, Fènix 11*23 és una pel·lícula basada en fets reals que ha estat sotmesa a un procés de depuració des del guió perquè, tot i tractar-se d’una història veritable, resulti creïble en la ficció representada en una pantalla. Els fets relatats van ser encara més forts del mostrat per Joel Joan i Sergi Lara al film, i la poda d’intensitat era necessària perquè el resultat no caigués en cert to pamfletari. La història flirteja així entre el versemblant i el inversemblant, aquí radica la seva força tenint en compte que parteix d’una salvatjada legal que va enjudiciar a un adolescent català per suposada conducta terrorista «.

A tot això es poden afegir-hi diversos elements.
Els actors: Rosa Gamiz i Àlex Casanovas, com a pares, estan sensacionals, i Ana Wagener, com fiscal marcada per l’anticatalanisme, i Roberto Álamo, com a guàrdia civil, fantàstics; m’agrada menys Nil Cardoner, el nen en coma dels Polseres vermelles , amb menys ironia que el propi Bertran.
La direcció: Joel Joan i Sergi Lara han fet una bona feina com realitzadors, un a la parteartística i l’altre, en la tècnica. Cinematogràficament, al meu parer, li sobra una escena al film, collita pròpia de Joan: la de la mare de Núria Cadenas, que no era necessària, encara que serveixi per afegir més llenya ideològica a la denúncia d’una o diverses injustícies.
El conjunt és emotiu, sense passar-se, entretingut i molt recomanable, i aspira a ser «un film com En el nombre del padre, de Jim Sheridan» (en paraules del propi Joan).
Ignoro si podrà estrenar-se amb normalitat a la resta d’Espanya, però el lector compromès amb la lluita contra les injustícies no lamentarà anar a veure-la.

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