Un familiar de edad avanzada se cayó hace 15 días y se rompió el fémur.
La semana pasada salió del hospital y le recetaron un andador.
Cuando esté mejor, tendrá que utilizar un par de muletas; más tarde, una sola; después, un bastón, y finalmente, nada.
Para obtener todo ello, ha tenido que pedir hora al médico de cabecera, y después, al traumatólogo de la Seguridad Social.
Hoy, hemos visitado a este último y, sin ningún problema, nos ha recetado el andador y las dos muletas.
Hemos vuelto al mostrador de atención para gestionar el papel que nos permitirá comprar todo a precio reducido y, sorpresa: el programa informático de la SS ha sido incapaz de autorizar tres elementos ortopédicos a la vez.
Esperemos que lleguen a tiempo para poder ser utilizados.
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