Me lo explicaba ayer un payés de los que realmente trabajan de forma ecológica: ¿por qué llaman ecocombustibles a lo que deberían ser denominados agrocombustibles?
«De ecológicos no tienen nada –me decía–. Al contrario: sus emisiones son tan contaminantes como las de los combustibles fósiles tradicionales y están logrando, además, un incremento irracional de los precios de los cereales que repercutirán en el resto de alimentos derivados.»
Vamos, que el pan será más caro que la gasolina.